Las economías exportadoras de materias primas se encuentran en una coyuntura difícil, sentenció categóricamente el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reporte “Perspectivas de la Economía Mundial” presentado en Lima.
El informe añade que los precios mundiales de las materias primas han disminuido marcadamente en los últimos tres años, y el crecimiento del producto se ha desacelerado considerablemente entre las economías de mercados emergentes y en desarrollo que son exportadoras de materias primas.
“La respuesta adecuada en materia de políticas depende no solo del grado de la desaceleración del crecimiento sino también de si las fluctuaciones del producto relacionadas con los precios de las materias primas son en esencia estructurales o cíclicas”, dijo el FMI.
El organismo internacional añade que las flojas perspectivas de los precios de las materias primas podrían restar casi un punto porcentual anual a la tasa de crecimiento económico de los países exportadores de materias primas en el período 2015–17, en comparación con 2012–14.
“En el caso de los países exportadores de energía, se estima que la incidencia negativa sería aun mayor, de aproximadamente 2¼ puntos porcentuales en promedio durante el mismo período, debido a una marcada caída de los precios del petróleo en el transcurso del último año”, acotó.
Según el análisis hecho por el FMI, es probable que la actual desaceleración del crecimiento sea el resultado de una interacción de factores cíclicos y estructurales.
“El análisis empírico realizado en este capítulo indica que los precios de las materias primas inciden tanto en la brecha del producto como en el producto potencial de los exportadores netos”, agregó.
En promedio, alrededor de dos tercios de la disminución del crecimiento
del producto en los países exportadores de petróleo durante una caída de precios de las materias primas suele corresponder al componente cíclico del crecimiento.
Mientras que el tercio restante tiende a ser atribuible al componente estructural, y es consecuencia de la reducción de la inversión y el producto potencial.
Asimismo, el FMI señaló que las mejoras de los marcos de política macroeconómica en la última década han permitido a los exportadores estar en mejores condiciones para hacer frente a una caída de precios de las materias primas.
A esto se suma que el gasto público reaccionó en menor grado al más reciente auge de precios de las materias primas, lo cual permitió que el ahorro fiscal derivado de los ingresos fiscales provenientes de las materias primas esta vez sea mayor que en anteriores episodios de auge.
“La profundidad del mercado financiero y la flexibilidad del tipo de cambio, que en desaceleraciones pasadas también estuvieron vinculadas a una reducción más pequeña del crecimiento del producto, también se han ampliado en muchos países exportadores de materias primas”, dijo.
De todos modos, las autoridades tienen que ser realistas acerca del crecimiento potencial en las economías exportadoras de materias primas.
En los países en los que se observan claras evidencias de que el producto ha caído por debajo de su nivel potencial, las políticas de apoyo a la demanda podrían ayudar a evitar una subutilización de los recursos, que sería costosa, pero la merma de los ingresos fiscales derivados de las materias primas y las depreciaciones de la moneda —y su traspaso a la inflación— a menudo limitan el margen para la aplicación de políticas macroeconómicas más expansivas.
La conclusión de que el crecimiento potencial disminuye durante las caídas de precios de las materias primas tiene importantes implicaciones para las políticas.
“Es un argumento a favor de que las políticas de respuesta ante un deterioro de las perspectivas deberían ir más allá de las medidas enfocadas en la demanda agregada, y deberían comprender reformas estructurales focalizadas para aliviar los restrictivos estrangulamientos en el lado de la oferta e incentivar el crecimiento de la productividad en las economías exportadoras de materias primas”, concluyó.