La búsqueda del nuevo administrador concursal de Doe Run entró a un punto muerto luego que Pablo Peschiera, representante de Dirige SAC, decidió declinar el cargo ayer por la noche, según trascendió hoy.
La firma liquidadora fue seleccionada por los acreedores de la minero-metalúrgica el viernes pasado, tras escrupulosa evaluación que incluyó a ocho aspirantes. Sin embargo, decidió dar marcha atrás al percatarse de que la Junta de Acreedores, presidida por el Ministerio de Energía y Minas, no tenía una hoja de ruta para encaminar la liquidación de la empresa.
El texto final de dicha hoja de ruta (léase, convenio de liquidación) debió habérsele presentado ayer por la noche, en vísperas de la reunión programada para hoy, en donde se iba a examinar y aprobar el tema. En cambio, se le pidió que elabore una.
Inquirido sobre cuál sería su propuesta, Peschiera habría respondido que no le quedaba sino seguir las recomendaciones del liquidador saliente, Profit.
Esto es: vender por separado el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) y la mina Cobriza, y despedir a los trabajadores del CMLO. Ello motivó la disconformidad de los acreedores laborales y el Gobierno. Ante ello, Pechiera habría decido abstenerse de tomar “la papa caliente” que se le estaba encargando.
NUEVA PROPUESTA
En esta coyuntura el Minem habría sacado un comodín: una novena carta conformada por Bravo Díaz & Mansur y Moqillaza & Asociados (ligado, presumiblemente, a Right Business).
El consorcio hizo su aparición con una propuesta original: que la Sunat y los acreedores se apropien del CMLO y se venda Cobriza para pagar las acreencias. La propuesta fue desechada. Y como consecuencia, se volvió a fojas cero. Se espera, no obstante, que hoy se resuelva el impasse. De no hacerlo, se deberá posponer la junta de acreedores hasta nuevo aviso.