El presidente del Frente de Defensa de los Intereses de Cotabambas, Rodolfo Abarca, aclaró que los pobladores de esa provincia, que desde hace más de una semana protestan contra el proyecto Las Bambas, “no son antimineros”.
El dirigente criticó la modificación del Estudio de Impacto Ambiental, calificándola de “inapropiada”. Al respecto, refirió que con el nuevo EIA se contempla la construcción de una planta de molibdeno en Fuerabamba, así como la cimentación de otra planta de filtros.
En entrevista con RPP Noticias, cuestionó también que se haya decidido la no construcción de un mineroducto, hecho que pondría en riesgo las zonas aledañas por el transporte del mineral.
Abarca lamentó que el Ejecutivo solo haya generado acercamiento con las autoridades ediles y no con los dirigentes; en ese contexto, dijo que la sociedad civil no podrá participar este martes en la instalación de la mesa de diálogo, la cual se desarrollará en el distrito apurimeño de Coyllurqui.
El presidente del Frente de Defensa opinó que este diálogo entre los alcaldes de la provincia y representantes de la Comisión de Alto Nivel de Ministros para resolver el conflicto social desatado en torno al proyecto extractivo no será legítimo. “No hemos sido invitados (para esta reunión)”, anotó.
A su turno, la dirigente Virgina Pinar Ochoa apuntó que “se ha vulnerado los derechos” de los pobladores de esa zona al no haberse puesto a consulta previa los cambios en el Estudio de Impacto Ambiental.
“Queremos saber qué impactos ambientales y sociales va a traer, porque en la provincia de Cotabambas la mayoría vivimos de la agricultura”, manifestó enérgica.
Salieron a las calles. Integrantes de diversas organizaciones se movilizaron por la ciudad de Abancay para respaldar las protestas contra el proyecto Las Bambas, que hace una semana dejaron tres muertos cuando los manifestantes se enfrentaron a los policías.
Esta vez, en Abancay no se registraron acciones violentas, pero los comercios cerraron sus puertas por varias horas.
La marcha llegó a los exteriores de la Corte Superior de Justicia de Apurímac, allí realizaron un plantón, luego se movilizaron a la plaza de armas.
Para evitar actos vandálicos, un grupo de policías fue trasladado a Abancay. Los agentes se instalaron en los locales públicos.
Los dirigentes exigen derogar la declaración de emergencia en las cuatro provincias de la región, libertad de los dos detenidos y revisión del estudio de impacto ambiental que autoriza una planta de procesamiento.
En el primer día del paro de 48 horas que acatan organizaciones sociales de Abancay, en Apurímac, en contra del proyecto cuprífero Las Bambas, las actividades comerciales y de transportes se realizaron con total normalidad desde muy temprano.
Sin embargo, por temor a la marcha de casi 2 mil pobladores que esta mañana partió desde la Iglesia de Guadalupe en el sector de las Américas, fueron cerrados las tiendas y el mercado central de Abancay.
Los gremios más representativos en la movilización fueron los de Construcción Civil, los frentes de defensa de Abancay y Tamburco así como el Sutep y los que agrupan a trabajadores administrativos del Gobierno Regional de Apurímac, Municipalidad de Abancay y otros sectores estatales.
La marcha llegó hasta la Plaza de Armas de Abancay, en donde cada dirigente hizo uso de la palabra. Todos exigieron su participación en la mesa de dialogo a realizarse el hoy en el distrito de Qoyllurqui, provincia de Cotabambas.
Al final de la jornada de lucha, los líderes gremiales coordinaron las acciones a tomar para que hoy, en el segundo día de paralización, las protestas tengan mayor contundencia.