En el departamento de Jáchal, provincia de San Juan, todavía no salen del asombro. No lo pueden creer. Geólogos, ingenieros y especialistas que se ganan la vida gracias a la minería dicen que es imposible que se produzca un derrame de cianuro. Y perjuran que en el "remoto" caso de que ocurriese algo así sus consecuencias serían nulas para el medio ambiente y la población.
La Justicia, que imputó a directivos de la canadiense Barrick Gold por una reciente filtración de solución cianurada, y legisladores de varias provincias que prohibieron esta actividad, tienen otra mirada: están convencidos de que el proceso es nocivo y plantean otros métodos de explotación.
"Nos va a costar mucho remontar nuestra imagen después de lo que pasó. ¿Cómo hacemos para explicarle a Doña Rosa que nuestra actividad no genera perjuicios? Es una situación incómoda porque un colega cometió un error muy serio", se defienden los empresarios de la actividad minera.
Infobae visitó un yacimiento que se encuentra a pocos kilómetros de Veladero, el emprendimiento donde ocurrió el incidente del que habla el país. Convivió dos días con sus trabajadores, exploró sus instalaciones subterráneas y a cielo abierto, y hasta presenció la fundición de una barra de oro de 24 kilos, tasada en alrededor de u$s600 mil dólares.
Gualcamayo es una mina de oro que está ubicada en Jáchal, al norte de San Juan. Sus operaciones se dividen en explotación subterránea y a cielo abierto -muy criticada por grupos ambientalistas-. El proyecto es propiedad de la empresa Minas Argentinas S.A, subsidiaria de la canadiense Yamana Gold, que posee además el 12,5% de Alumbrera, en Catamarca.
Sus reservas de oro superan los dos millones de onzas (una onza equivale a USD1.100 según precio del mercado). De acuerdo a datos difundidos por la empresa, en 2014 exportó lingotes por USD210 millones e importó insumos por USD5,9 millones. Entre las compras al exterior se encuentran los tres embarques anuales de cianuro que le adquiere a la americana Dupont.
La mayoría de sus 800 trabajadores cumple con un agitada jornada laboral de 12 horas. El régimen de trabajo es 7x7 (siete días trabajan y siete días descansan) los 365 días del año, incluyendo feriados y hasta las fiestas de fin de año. El sueldo promedio es de $30 mil mensuales.
Las operaciones que culminan con la fundición del lingote de oro comienzan con la exploración. Los mineros realizan perforaciones descendentes si están al aire libre o ascendentes si están en un túnel subterráneo. Una vez que confirman el hallazgo del mineral -en este caso oro-, realizan una voladura con nitrato de amonio, gasoil y explosivos de alto impacto.
"¿Cuáles son los gases que se liberan luego de la explosión?", preguntó Infobae durante la recorrida. Hernán Vera, vicepresidente de Yamana Gold, contestó: "Se libera monóxido de carbono y dióxido de carbono, que cuando estás al aire libre no hay problema". "Cuando la voladura es subterránea, hay que evacuar media hora la zona antes de que ingrese alguien al lugar porque cuando el ambiente está muy cargado puede provocar dolores de cabeza y malestar", ahondó.
Una vez realizada la voladura se separan las rocas que tienen minerales de las que son estériles, es decir, que no tienen ningún valor económico. El material del que finalmente se extraerá oro con un proceso químico es trasladado en camiones para su trituración.
El impacto visual es notorio. La explotación minera a cielo abierto cambia radicalmente la topografía de la zona. Donde había una montaña, ahora hay roca escalonada artificialmente por la mano del hombre para evitar su derrumbe.
"Eso es innegable", reconoció Vera, pero justificó: "También es cierto que en este cerro antes de que llegara la minería no había venido ni un cristiano en 5000 años de vida; no es un paisaje que tuviera una asiduidad en términos turísticos".
Emilio Roca, gerente general de Gualcamayo, adelantó que están analizando distintas opciones para volver a generar valor paisajístico en la zona un vez que cierre la mina. "Eventualmente se puede rellenar con suelo y forestar; quizás no va a tener la misma forma, pero sí el mismo color", aseguró. Y proyectó: "En semejante infraestructura podés poner una pileta ahí y te queda un lugar hermoso para venir los fines de semana".
El mineral es trasladado en cintas mecánicas para ser triturado y finalmente es depositado en una zona conocida como valle de lixiviación, donde se realiza un proceso químico para extraer el oro de las rocas. El piso de estos grandes pozos es preparado con arcilla y una membrana especial.
El sistema de recuperación de metales se realiza con solución cianurada a través de bombas y cañerías que actúan sobre pilas de minerales de 10 metros de alto. La solución lixiviante percola entre las rocas y disuelve el oro, que al llegar a la parte inferior del valle se desliza por gravedad hasta las cañerías colectoras. Este es el punto donde se cree que se produjo la filtración en Barrick Gold.
"Existen desarrollos donde no se utiliza cianuro pero no tienen esta eficiencia. El cianuro es un invento extraordinario porque tiene la ventaja de que es muy selectivo. Tiene hambre por los metales", explicó Vera.
La peligrosidad de la solución depende del nivel de acidez, dicen los especialistas. El PH se mide con una escala de 0 a 14. Cuanto más pequeño es ese número, más ácida es la mezcla. Para evitar una fase peligrosa, los técnicos de Gualcamayo bajan la acidez de la preparación con cal.
"Para que la operación sea segura, hay que trabajar con un PH básico, por arriba de 11. Cuando el cianuro está por debajo y toma contacto con el agua, puede generar gas cianhídrico. "En la naturaleza se evapora muy rápidamente a los pocos kilómetros. No debería pasar nada", dicen los directivos de Gualcamayo. En otros ambientes la mezcla demostró que es letal. Por ejemplo,en Cromañón, la mayoría de las muertes se produjo por efecto de este gas.
El 90% de las minas de oro del mundo utilizan cianuro. El término se aplica a un grupo de sustancias químicas que contienen carbono y nitrógeno. Está presente además en la fabricación de partes metálicas, plásticos, telas sintéticas y fertilizantes. Las compañías que lo utilizan están obligadas a cumplir con un protocolo internacional que establece criterios para su traslado.
Hay varias provincias de la Argentina que prohibieron su uso porque creen que la reacción química es peligrosa para el medio ambiente y sus poblaciones. Por ejemplo, Julio Cobos impulsó hace algunos años una ley que anuló la posibilidad de desarrollar este tipo de emprendimientos. Algo similar sucede en Chubut, donde Yamana tuvo que paralizar su proyecto Suyai.
La solución rica que surge desde el valle de lixiviación es tratada con carbono y otros procesos antes de llegar finalmente al proceso de fundición de la barra de oro. El circuito es cerrado. La mezcla química es reutilizada infinitas veces para percolar las pilas nuevas que se acumulan en el valle. Para que no pierda concentración, permanentemente hay máquinas que le agregan el cianuro.
Finalmente la mezcla es fundida en la colada, un proceso que se realiza cada tres días en hornos con temperaturas altísimas. El producto final es el lingote de oro, que se exporta en su totalidad a Canadá, para su refinación y venta. La empresa tributa 5% en concepto de retenciones, 3% en regalías y otro 1,5% para realizar obras de infraestructura en la región. Pese a ello, dicen que la ganancia de toda la operación es solamente del 10 por ciento.