El referente energético de Cambiemos, la alianza que encabeza Mauricio Macri, quiere que las tarifas de la luz se relacionen con los costos (que crecieron por diez), pero no afectar a los sectores de menos ingresos. También propone que los impuestos a los combustibles se modifiquen de acuerdo a la cotización del crudo internacional
Juan José Aranguren, el referente en energía de Cambiemos, propone modificar lo antes posible las tarifas de la luz, pero con un beneficio inmediato para las sectores más vulnerables. El ex ejecutivo de Shell propone entregar, gratis, 150 kilowatts/hora a los dos millones de hogares de menores ingresos. "Eso alcanzaría para un hogar tipo", explicó. Las tarifas de distribución eléctrica, en especial en el conurbano y la Capital Federal, están retrasadas desde 2001 y hay consenso de todos los especialistas sobre la necesidad de ajustarlas.
"En el sector eléctrico, se está pagando US$ 120 por megawatts/hora, pero el costo de producir se multiplica por diez. El Poder Ejecutivo quema líquidos a través de equipos especiales, y el costo termina siendo de US$ 364 megawatts/hora. Todas esas distorsiones mezcladas con corrupción hacen que el dinero no termina en las manos del proveedor totalmente", acusó Aranguren, en un foro de empresarios de estaciones de servicio, que lo aplaudieron
Argentina pasó de un superávit energético de US$ 6.500 millones a un déficit de US$ 4.200 millones. El país paga mucho más caro (entre US$ 8 y US$ 14) el gas que importa por barcos, mientras que a los productores locales les paga entre US$ 2,3 y US$ 7,3 por millón de BTU (la unidad de referencia). Esa falta de estímulo a la producción local provocó que cayeran las inversiones. "Nos comimos las reservas. Los recursos los tenemos. Hay que generar las condiciones. El yacimiento de Loma de la Lata (en Neuquén), el mayor de gas, opera al 40% de su capacidad. Mientras tanto, pagamos regalías al exterior y no generamos riqueza en la Argentina con las importaciones", atacó.
Aranguren, que fue el empresario que más enfrentó al Gobierno-el Poder Ejecutivo le inició centenares de juicios, todos ganados por Shell- también propone un cambio en los impuestos que pagan los combustibles, un reclamo tradicional del sector. El referente de Cambiemos propuso que sea como en Chile. Allí, cuando cae el precio internacional del petróleo crudo, los gravámenes impositivos descienden y viceversa.
El país está pagando el precio del petróleo crudo más alto del mundo (US$ 75 por barril en la cuenca neuquina, un promedio de US$ 68 nacionales) y aún así no hay inversiones, ya que las empresas miran otras variables, como tipo de cambio, estabilidad jurídica e inflación.
En caso que Cambiemos sea elegido, Aranguren propone sentarse con las provincias, los sindicatos, las empresas y todos los eslabones del sector para armar un acuerdo que beneficie a todas las partes, pero también tenga en cuenta a los consumidores, que hoy pagan uno de los precios más elevados de combustibles de América latina. Esa propuesta fue leída por algunos gobernadores -como Martín Buzzi, de Chubut- como una rebaja del 20% al precio del crudo. "Desde el día 1 o el día 100, primero tenemos que saber cuál es el tipo de cambio. Después, habrá un acuerdo para sostener la actividad y la inversión. Con el nivel de equilibrio del tipo de cambio, el mercado va a decidir luego el precio del crudo en el mercado interno".
