Según las cuentas del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas, los 8 días durante los que estuvo sin producir Veladero, significaron unos 17 millones de dólares. Esto sólo teniendo en cuenta las onzas que no salieron de la planta de procesos. Los prestadores de servicios no vieron afectados sus contratos.
Desde que el juez Pablo Oritja ordenó parar la producción de oro en la mina Veladero, el miércoles 16 de septiembre, hasta que levantó esa restricción, el jueves 24, la empresa Barrick dejó de producir unas 15.344 onzas de oro, que significaron unos 17.338.720 dólares. Esto también se traduce en pérdidas para la provincia en concepto de regalías, unos 520.161 dólares, según cifras del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas.
Desde la empresa indicaron que el parate de la mina no afectó a las empresas contratistas de bienes y servicios para Veladero. "Las relaciones comerciales de Veladero con todos sus prestadores no se está viendo alterada por el incidente. Tampoco se cortará ningún servicio”, aseguraron del área prensa de Barrick un día antes de que el juez levantara la restricción.
Sin embargo, las luces rojas se encendieron en el sector cuando el juez ordenó la segunda restricción de trabajo por 30 días, y todo hacía suponer que muchos contratos de empresas sanjuaninas se caerían. Lo que finalmente no sucedió.
"Las pérdidas para la provincia son muchísimo más grandes que el oro que no se saca. La provincia pierde el 3 % de las onzas más un montón de impuestos que paga directa o indirectamente por sus contratistas. También perdemos el 4 x 1.000, y todo el derrame económico en el comercio y en los impuestos. Esto una cadena de valor que cuando se corta es grande la perdida, aunque no podemos cuantificarla ahora”, dijo Jaime Bergé, presidente de la Cámara Minera de San Juan.
Alejandro Donna, gerente de la Cámara de Servicios Mineros, dijo que no tenían ningún comunicado de empresas asociadas que hubieran visto resentida su actividad en relación a Veladero. "Los servicios contratados deben seguir y los días sin producir no debería traducirse en pérdidas para los proveedores. Pero esto sería lo anecdótico, lo crítico pasa por otro lado. Tenemos que tener una resolución judicial que explique lo que pasó y si hubo un daño mayor al económico”, dijo Donna.
Por su parte Bergé también apuntó a lo que se viene. El ingeniero destacó que hay que lograr llevar todo a cero. Limpiar la zona de derrame, chequear la planta, el circuito de cianuro y seguir cuantificando y midiendo aguas abajo. "No creo que haya nada después de tantos días porque el cianuro se descompone, pero igual hay que hacerlo preventivamente por 30 días y todos los días.
Esto es barajar y dar de nuevo. Es un hecho que significó un problema muy importante a nivel del impacto del ambiente que no se tiene que repetir. Habrá que replantear cuestiones técnicas”, dijo Bergé.
Mario Capello, secretario del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas, dijo que "un accidente que no produjo ningún problema de salud en los más de 2.000 operadores que trabajan en la mina Veladero, y que tampoco registró incidente alguno en aguas de la cuenca hídrica del río Jáchal, está hoy estigmatizado en medios de comunicación de todo el país, crucificando a San Juan por cuestiones que no ocurrieron. Aunque debemos admitir el esfuerzo que hacemos desde la provincia para que eso ocurra”.
El Ingeniero de Minas señaló que el proceso hidrometalúrgico que funciona en Veladero, con temperaturas inferiores a 30° bajo cero, va a tener inconvenientes mecánicos y costos adicionales para que vuelva a producir. "Sólo decir que dadas las condiciones climáticas en Veladero, los vehículos no paran sus motores, están en funcionamiento las 24 horas, pues una vez detenidos, es muy difícil hacerlos arrancar.
Cronología
Domingo 13
Por Whatsapp corrió el mensaje sobre el derrame de 15.000 litros de cianuro y mercurio en los ríos cercanos a la mina Veladero. Esto fue lo que generó pánico y movilizó a la población de Jáchal esa misma noche, y reclamaron en las puertas de la municipalidad.
Lunes 14
El primer comunicado de la empresa Barrick aseguraba que sólo se produjeron "daños materiales en una cañería y que no se vio afectada la salud de los trabajadores". También destacaba que "no hubo contaminación en los ríos que corren en la cuenca del río Jáchal".
Martes 15
El Gobierno Provincial pidió que investiguen a la empresa Barrick por el derrame de cianuro. La denuncia fue presentada por el Fiscal de Estado Guillermo De Sanctis. "A fines preventivos, se ha informado a las comunidades de El Chinguillo, Malimán y Angualasto que eviten y/o limiten el consumo de agua proveniente del Río Blanco”, decía el comunicado oficial.
Miércoles 16
El staff directivo de Barrick Gold, desde Canadá, envió a San Juan a cuatro importantes ejecutivos de la empresa, para supervisar las tareas luego del incidente de Veladero, tras la denuncia de derrame de cianuro. Fiscalía de la Provincia reforzó el cuerpo de fiscales que investigaban el caso. El juez Pablo Oritja ordenó el cierre de la planta por cinco días.
Jueves 17
Barrick presentó ante las autoridades provinciales un extenso informe donde aseguraba que "el dato inicial de solución cianurada derramada en virtud del incidente ocurrido alcanzaría los 224 m3; dato que se obtiene desde la identificación del evento hasta el cierre de la compuerta”.
Viernes 18
La fiscal Graciela Del Pie contó que en ese momento había tres denuncias contra la empresa por el derrame de solución cianurada. El Juzgado Penal de Jáchal investiga a Barrick por el delito de "infracción a la Ley General de Ambiente”. La carátula "es provisoria, a partir del poco conocimiento de lo que pasó”.
Miércoles 23
El comunicado del día de Barrick informó que, "según las últimas estimaciones técnicas, el volumen total de solución asociada con la fuga ha sido estimado en 1.072 metros cúbicos. Esta cantidad no ha generado un impacto para la salud de las personas”.
Jueves 24
El juez Pablo Oritja decidió levantar la clausura que había dispuesto sobre la planta de lixiviación de la mina Veladero, donde se produjo el derrame de cianuro. Aunque estableció condiciones, que no dio a conocer con precisión, tendrían que ver con el mantenimiento de la zona
Por Magdalena Odarda (*)
La mentira tiene "patas cortas". Los mitos de la megaminería sustentable, responsable, y tantos otros calificativos "verdes", ideados con el fin de lograr licencia social y minimizar los impactos negativos, han caído estrepitosamente.
Era previsible y lo veníamos anunciando. No hay controles que garanticen seguridad donde el saqueo es el origen del problema.
El pasado domingo 13 de septiembre, en la provincia de San Juan, a 4.000 msnm, donde se emplaza la mina Veladero de la empresa canadiense Barrick Gold corp, un caño que transportaba agua con cianuro se rompió, volcando más de un millón de litros a la cuenca del río Jáchal, sembrando alarma y terror en la población que usa sus aguas.
La contaminación de la cuenca es un delito federal. Desde el comienzo, las mentiras y el desinterés se adueñaron del gobierno nacional, provincial y la empresa. Primero, la compañía habló de 15.000 litros; luego, reconoció que la cantidad fue 66 veces superior. Mientras tanto, los empresarios dijeron que la gente podía beber el agua sin problemas y el gobierno anunció que todo está "bajo control".
"La Barrick", como la llaman, es la misma empresa que hace algunos años hizo lobby en los más altos niveles del poder político nacional, logrando que la presidenta Cristina Fernández vetara la ley que protegía los glaciares y ambientes periglaciares.
La pretensión descomunal de la empresa para su proyecto binacional Pascua-Lama era mover glaciares para sacar el oro que se hallaba debajo. Debía ser frenada por una ley originada en la movilización popular. Devastar las nacientes de cuencas de la cordillera central hubiera sido suficiente para hacer desaparecer pueblos y comunidades enteras.
Por la presión social, la ley logró aprobarse con modificaciones. Fue suficiente para frenar el hambre de metales de las empresas sobre la alta cordillera helada.
En mina Veladero se están viendo los efectos negativos de la megaminería en uno de los accidentes ambientales más graves en la historia de la minería argentina. No es posible prever aun sus consecuencias con el nivel de desinformación existente y cierto oscurantismo que siempre rodeó esta actividad. El juez que intervino había ordenado la paralización de la mina, y a pocos días, aun conociendo una mayor cantidad derramada, se ordenó dejar sin efecto la medida.
La comunidad de Jáchal tiene fuertes sospechas de que lo sucedido sea un autoatentado de la Barrick Gold Corp con el fin de retirarse del mercado por las grandes pérdidas que tendría. Finalmente vendría una "nacionalización" tal como sucedió con el proceso de Repsol en nuestro país. ¿Es posible tal perversión?
La minería a gran escala, a cielo abierto y con uso de sustancias tóxicas se basa en tres soportes: el saqueo, la degradación de las instituciones y los impactos ambientales negativos. En los últimos 20 años creció gracias a una prolífica y beneficiosa legislación: estabilidad fiscal por 30 años, exención al pago del impuesto sobre los activos, los cheques, combustibles líquidos; deducción total del pago del impuesto a las Ganancias por las inversiones que realicen, amortización para las inversiones de capital, exención del impuesto a la Ganancia Mínima Presunta respecto a los activos (patrimonio) de las empresas mineras y del pago del impuesto a las Ganancias respecto de los derechos mineros y aportes de minas como capital social, devolución del IVA para bienes de capital e inversiones en obras de infraestructura física, exención al pago de la Ley de Sellos y de derechos por importación u otros tributos por la introducción de bienes de capital, equipos, repuestos y accesorios.
Como si fuera poco, limita a las provincias en el cobro de regalías en un 3% en boca de mina, y a través del Acuerdo Federal Minero las obliga a eliminar gravámenes y tasas municipales que puedan afectar a las empresas. Por esta razón, en el 2009 el aporte en regalías de mina Veladero fue de menos del 1% del total de los ingresos provinciales.
Ningún productor ni pequeño empresario en cada una de las economías regionales en nuestro país se beneficia con medidas como éstas. Esta "maquinaria del saqueo" establecida por los promotores políticos del extractivismo neoliberal es la que desplaza –con condiciones ambientales, sociales y económicas devastadoras– a las actividades económicas genuinas de estas tierras.
San Juan hoy representa la verdad revelada, la caída de los mitos y la posibilidad de dar fin a la megaminería en todo el país. Es necesario que –tal como reclaman los vecinos de Jáchal, sus asambleas y los sanjuaninos en general– Barrick se vaya, se cierre la mina y se derogue el paquete de leyes nacionales que promueven la megaminería. No olvidemos que varias provincias le han dicho no a esta industria, inclusive Río Negro, donde la ley fue derogada. Seguimos reclamando y exigiendo su restablecimiento.
(*) Senadora nacional por Río Negro. Integrante de Comisión de Medio Ambiente del Senado Nacional