El ex titular de la CPC Rafael Guilisasti asumió la presidencia de las firmas de inversión a través de las cuales Julio Ponce controla SQM:
El nombramiento de un presidente independiente busca dar garantías a minoritarios, al regulador y a los bancos. Pero en la Corfo, que el nominado sea Guilisasti, cayó como balde de agua fría.
Julio César Ponce Lerou, ex presidente de SQM y de sus sociedades controladoras "aguas arriba" Pampa Calichera, Oro Blanco y Norte Grande, dice a sus cercanos que está "cesante" y que no tiene "ninguna relación con SQM ni sus Cascadas". Pero su mano se dejó sentir en los últimos días en una jugada que descolocó por igual al Gobierno y al empresariado y molestó profundamente a la Corfo, su contraparte en un millonario juicio arbitral en que se juega buena parte de los ingresos de su principal negocio, SQM.
El 8 de septiembre, a las 11 horas, varios hechos esenciales dieron cuenta de la renuncia de Ponce a la presidencia de sus tres "Cascadas": Pampa Calichera, Oro Blanco y Norte Grande. Llevaba 13 años en ese cargo. Al día siguiente, estas sociedades comunican distintas operaciones que en su conjunto mejoran su situación financiera. Dichas transacciones se venían gestando desde varios meses y culminaron cuando Julio Ponce dimitió como presidente de sus firmas de inversión.
Cuatro días después, a las 11 de la mañana del lunes 14 de septiembre, Corfo comunicó la renuncia de Rafael Guilisasti a su condición de consejero de la entidad. El ex presidente de la CPC, parte de la familia controladora de Concha y Toro, miembro del Comité de Productividad del Gobierno, se limitó a señalar a la entidad estatal que iba a asumir un cargo incompatible con sus responsabilidades en Corfo. Seis horas más tarde, detona el misil: las tres Cascadas anunciaban a Guilisasti como su nuevo presidente. La Moneda, el gabinete económico y Corfo quedaron estupefactos y molestos. Algunos miembros del sector empresarial, también.
Razones hay muchas. Parte del empresariado siente que con este nombramiento pierde a uno de sus históricos y más efectivos dirigentes gremiales. Y es que sus redes transversales, su liderazgo en el sector privado y su ascendiente en La Moneda -hoy destruido, según dicen en palacio-, son valorados por las distintas sensibilidades del empresariado.
Las razones para nombrar a Guilisasti
El caso Cascadas fue el punto inicial de una serie de conflictos que han tenido a SQM y a Julio Ponce en el ojo de huracán. Los máximos ejecutivos de este grupo empresarial y de la corredora LarrainVial fueron multados en 2014 con las sanciones más altas en la historia: US$ 164 millones, por construir un "esquema" de transacciones entre las distintas empresas que perjudicaron a los accionistas minoritarios, entre ellos a las AFP.
En los últimos meses se desencadenó una investigación penal por el presunto financiamiento ilegal a diversas campañas políticas, incluidas figuras de la Nueva Mayoría, cuyas esquirlas llegaron a la minera no metálica que afrontaba también la baja del ciclo de los commodities .
A ello se suma que se agudizó el conflicto que mantiene la filial de la minera no metálica SQM Salar con Corfo por el contrato de explotación del Salar de Atacama. Hoy, la entidad estatal busca terminar con ese contrato.
Con un precio de la acción de SQM más bajo, era necesario pedir más préstamos, pero la banca se mostraba renuente por los distintos flancos abiertos (ver recuadro). Y, como si no tuviera suficientes problemas, se añadió otro factor que aumentó el nerviosismo de los bancos: el Servicio de Impuestos Internos ordenó a las Cascadas pagar US$ 113 millones en impuestos que debían por rentas no tributadas en las operaciones sancionadas por la SVS.
De acuerdo con información de mercado, era muy difícil lograr que la reestructuración de las deudas de las Cascadas con la banca fuera exitosa si Julio Ponce se mantenía como presidente del directorio de Pampa Calichera, Oro Blanco y Norte Grande. En este contexto surgió el nombre de Rafael Guilisasti.
El ex presidente de la CPC no conoce personalmente ni a Julio Ponce ni a su hermano Luis Eugenio, quien lo llamó hace dos semanas para preguntarle por su disposición para este cargo. Luego de un período de reflexión, aceptó, dejando en claro que su "trayectoria no es para ser palo blanco de nadie", y que la meta es lograr que SQM solo dé noticias en el ámbito de los negocios.
Guilisasti tiene lazos con Enrique Correa, histórico asesor del controlador de SQM y de esta empresa, desde sus años en el MAPU. El presidente de Emiliana tiene también vínculos con el grupo Saieh, cuyo brazo financiero -CorpBanca- otorgó los créditos a las Cascadas. Es más, Guilisasti es director del banco ligado al grupo Saieh, Corpbanca. Y de hecho, en su primera entrevista a Pulso señaló que resta aún una negociación con otros bancos.
"Tiene un gran prestigio empresarial que no arriesgará en operaciones incompatibles con los intereses sociales. Además, tiene una gran cercanía con la Concertación y por ende con el Gobierno, lo que permitirá aplacar -en parte-, la ofensiva gubernamental contra Ponce", dice un conocedor de las operaciones.
Para un abogado conocedor del proceso, la llegada de Guilisasti a la presidencia de las Cascadas "fue una elegante rendición de Ponce, cuyo prestigio y capital político-empresarial es igual a cero".
El ex superintendente de Valores y Seguros Alejandro Ferreiro agrega: "Solo me explico el nombramiento de Rafael Guilisasti en las Cascadas en la medida en que se avecinan cambios radicales que puedan, incluso, concluir con el término de la estructura de Cascadas". A su juicio, esa estructura solo se explica para maximizar los derechos políticos, y, por ende, el control de Julio Ponce en SQM. "Cuando ese control de facto se pierde en el contexto de un directorio de SQM que ya no responde a Julio Ponce, la existencia de las Cascadas pierde sentido", sostiene.
Corfo: salto desde una vereda a otra es malo para confianzas
Pero el éxito de la gestión de Rafael Guilisasti no está asegurado. Varios actores del mundo empresarial han cuestionado su decisión y en el propio Gobierno analizan las implicancias legales de lo que para ellos es un cambio de camiseta. Guilisasti era parte del Consejo de Corfo desde 2011, nombrado directamente por el Presidente de la República.
La decisión del ex timonel de la CPC molestó sobremanera a Corfo -cuyo consejo lo integran cinco ministros de Estado, de Hacienda, Relaciones Exteriores, Economía, Agricultura y Desarrollo Social-, entidad que enfrenta a SQM en un juicio arbitral por la explotación de pertenencias en el Salar de Atacama.
Este no es un contrato banal: en SQM han señalado que el 39% de sus ingresos totales depende de la explotación del salar, aunque en la Corfo estiman que ese porcentaje ascendería a una porción de entre 60% y 75% de los ingresos.
Eduardo Bitran, vicepresidente de Corfo, afirmó que el nombramiento de Guilisasti en las Cascadas, además de ser "imprudente e impresentable" no constituye "ningún cambio de fondo en el gobierno corporativo de SQM, que sigue siendo controlado por Ponce, que ha incumplido gravemente el contrato suscrito con Corfo". Y por eso señaló que "este salto desde una vereda a otra es malo para las confianzas. Con esta decisión, SQM con su controlador actual, sigue destruyendo valor público y sigue siendo un socio incómodo para Corfo".
La entidad estatal analiza qué hacer en términos legales frente a este conflicto de interés. Bitran ha insistido en que el dimitido consejero "tenía y tiene la información respecto de las tácticas y estrategias legales y comerciales de Corfo respecto de este juicio con SQM", aseveración que Guilisasti rechaza. Según explicó, como miembro del consejo solo veía los lineamientos generales de Corfo, y no estuvo en ambos cargos paralelamente.
El ministro de Economía y presidente del consejo de Corfo, Luis Felipe Céspedes, dijo que "se está evaluando" la existencia de un posible conflicto de interés.
En otro ámbito, algunos ven que la decisión de Guilisasti incluso podría perjudicar a Andrés Velasco, cuya opción presidencial fue y es apoyada por Guilisasti.
El impacto del juicio
arbitral en la acción
El proceso arbitral entre Corfo y SQM finalizará probablemente el próximo año y hoy se está en etapa de rendición de pruebas. Esta controversia es clave para SQM, no solo por los ingresos involucrados, sino por su impacto en el precio de la acción de la minera y, por ende, en la situación financiera de las sociedades aguas arriba. Juan Pablo Moraga, analista senior de Inversiones de Banco Penta, señala que si bien SQM ha tenido un año bastante positivo a nivel operacional, gran parte del movimiento de la acción en los últimos meses ha pasado por factores no operacionales como el litigio por el Salar de Atacama.
¿Qué pasa si SQM pierde el juicio? "Ante este escenario negativo, nuestro precio objetivo de la compañía se reduce a cerca de $8.400 por acción", dice Moraga. ¿Y si gana la minera? "En un escenario positivo de continuidad de operaciones hasta la fecha estipulada en el contrato (año 2030), nuestro precio objetivo aumenta considerablemente, a $16 mil", explica. El jueves 17 de septiembre, SQM-B (que es la acción relevante para el mercado) se situó en los $11.790 por acción.
US$ 164 millones
es la multa que la SVS aplicó a ocho formulados en el caso Cascadas en 2014. Julio Ponce obtuvo la sanción más alta: US$ 70 millones.
US$ 113 millones
son los impuestos cobrados por el SII por las rentas obtenidas en las operaciones sancionadas por la SVS.