Mientras se lanza de a poco al desarrollo de Vaca Muerta, la petrolera angloholandesa Shell puso en producción dos exitosos pozos horizontales en el yacimiento Sierras Blancas. Según datos de la Secretaría de Energía, en sus dos primeros meses de vida, las perforaciones devolvieron entre 600 y 700 barriles de crudo liviano por día, una cifra muy por encima del promedio en la formación neuquina.
Se trata de Sierras Blancas x-1.005 y 1.006 que, según fuentes del mercado, tienen unos 1.500 metros de recorrido horizontal y entre 15 y 18 fracturas por pozos. Hay un tercer pozo, el 1.004, que todavía no está en producción.
Las perforaciones forman parte de un piloto de cinco años donde la compañía espera invertir unos 252 millones de dólares. En ese bloque, es socia de GyP (que mantiene un 10% con carry) y Medanito, que posee un 5%. Hace algunas semanas, la Provincia le otorgó una concesión shale por 35 años, tanto para ese yacimiento como para Cruz de Lorena, los dos principales proyectos de Shell en Argentina.
"Tenemos planes para desarrollar nuestro negocio de upstream", dijo el CEO de la compañía en el país, Teófilo Lacroze. Hasta aquí, la presencia de la compañía se limitaba al sector de refino, en el cual ocupa el segundo lugar detrás de YPF.
Sin embargo, el petróleo empezó a tentar a la compañía de la mano del desarrollo no convencional. "A futuro estamos hablando de que en el país se pueden perforar 4.000 pozos por año con 20.000 millones de dólares en el país. Queremos participar activamente de eso", señaló el ejecutivo luego de la reunión de la Ofephi que se realizó el martes de la semana pasada en Neuquén. A su vez, no descartó que la compañía pueda sumar más activos si la Argentina "acompaña".
"Vaca Muerta es una formación competitiva y muy relevante a nivel mundial y el desarrollo va a depender del país. Lo bueno del no convencional es que la capacidad para acelerar la producción es muy rápida si se dan la condiciones", destacó Lacroze en un breve contacto con la prensa.
El máximo representante de Shell ofreció un duro discurso donde cuestionó la falta de medidas macroeconómicas para generar un mejor clima de inversiones. Mencionó entre ellas la seguridad jurídica, la estabilidad fiscal y sobre todo la libre disponibilidad de utilidades.
También habló de generar "más libre mercado" y de mejorar la productividad laboral. Advirtió que en el país "los costos laborales son un 50% más caros que los de nuestros competidores".
El piloto que inicio Shell en Sierras Blancas y Cruz de Lorena incluye compromisos de perforación de siete pozos y la construcción de una planta de tratamiento con capacidad para 10.000 barriles día, que ya está contratada y en marcha. También se incluyen en la cuenta varios kilómetros de ductos para sacar la producción, en dos bloques que no tienen instalaciones de superficies.