Borrador del informe del comité consultivo de Energía 2050, que se presentará a fin de mes, propone alcanzar un 70% de participación de energías renovables y una institucionalidad independiente del gobierno de turno.
Fue una de las propuestas más ambiciosas de la ya ambiciosa Agenda de Energía presentada por el Gobierno en mayo del año pasado.
Desde agosto de 2014, un grupo de representantes de la industria, la academia, el Ejecutivo y las comunidades han venido trabajando en una “hoja de ruta” para el sector energético a 2050. El objetivo, según dijo entonces el ministro de Energía, Máximo Pacheco, era “construir una visión compartida para el desarrollo futuro del sector energía con la necesaria validación social, política y técnica”.
El comité consultivo de Energía 2050, como se denominó a este trabajo multisectorial, está integrado por los principales actores de la industria, entre ellos el director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo; el director ejecutivo de AGN Chile, Carlos Cortés; el director ejecutivo de Acera, Carlos Finat y otros, además de autoridades como los ministros de Energía, Medio Ambiente, Transportes y Telecomunicaciones y Vivienda; Máximo Pacheco, Pablo Badenier, Andrés Gómez-Lobo y Paulina Saball.
Durante todo un año, los integrantes de la instancia se reunieron periódicamente y con distintos actores tanto en Santiago como en regiones. El informe final será presentado el 29 de septiembre próximo a la Presidenta de la República, quien presentará una política nacional de energía en base a este trabajo.
PULSO tuvo acceso al último borrador del informe final, el que aunque está sujeto a algunas correcciones, éstas debieran ser más bien menores.
El trabajo define 34 lineamientos estratégicos, sus respectivas metas a 2035 y a 2050, más un plan de acción para cada una de ellas. Éstos lineamientos, a su vez, están divididos por área: Energía Sustentable, Relación con las Comunidades y Pobreza Energética, Gestión del Territorio, Uso Eficiente de la Energía y Cultura Energética e Innovación y Desarrollo Productivo.
Una de las propuestas más radicales es la meta de alcanzar el 70% de participación de las energías renovables a partir del año 2050, lo que implicaría colocar a Chile en la vanguardia mundial en esta materia.
En su trabajo, el comité consultivo de Energía 2050 estableció cuatro escenarios para el desarrollo futuro de la industria, todos los cuales plantean una importancia creciente de las energías renovables para el sistema. Tanto, como para ponerse metas ambiciosas.
“Los modelos de optimización del sistema eléctrico revisados muestran, bajo prácticamente todos los escenarios analizados, una gran penetración de ER, (n. de la r.: energías renovables), lográndose una matriz de generación con al menos un 70% de ER al 2050. Sólo en el escenario que combina altos costos de inversión para energías renovables no convencionales y bajos precios de los combustibles, una meta de un mínimo de 70% de ER en la matriz de generación implicaría un mayor esfuerzo para su cumplimiento. Así, a partir de la información disponible hoy, a nivel de las diversas tecnologías y fuentes, surgen algunas ‘apuestas responsables’ para lograr una matriz eléctrica sustentable”, explica el documento.
“Al año 2050 se apunta hacia una alta penetración de energía solar y eólica (más de 20 GW, respectivamente), que los modelos demuestran como fuentes costo-efectivas y con tecnología probada. La geotermia, de lograr superar sus barreras para convertirse en una fuente masiva para Chile, podría aportar con varios GW al sistema, aunque con un potencial menor que otras fuentes como solar y eólica”, se añade.
Otro aspecto relevante es la creación de una institucionalidad que vele por el cumplimiento de los lineamientos de Energía 2050 y que vaya revisando de manera periódica su implementación. Según el informe, este rol debiera recaer en un equipo “independiente” y “altamente técnico y multidisciplinario”.
“La generación de información oportuna y adecuada para el proceso de revisión y ajuste de la política energética cada cinco años deberá contar con las siguientes características: independencia, permanencia, pertinencia y objetividad”, se explica, y se agrega que este rol podría recaer en centros de estudios, terceros contratistas y eventualmente una nueva institución como podría ser un Instituto de la Energía.
Además se propone que el comité consultivo siga trabajando para velar por los lineamientos de la hoja de ruta. “Para cada revisión de la Política Energética, el Ministerio de Energía deberá convocar a un Comité Consultivo transversal (...) que deberá apoyar, cada 5 años, el proceso de revisión de la política y, en el largo plazo, monitorear su implementación”, dice el texto.
Escenario ideal en generación: baja emisión y más rol del Estado
En materia de generación eléctrica, el informe pone como objetivo que a 2050 la visión que se tenga sea distinta a la que existe hoy.
De acuerdo con la visión común, el plan señala que el país logre cuatro aspectos centrales: seguridad energética para los combustibles, que éstos sean limpios, que se desarrollen nuevas fuentes de combustibles y se avance en la sustentabilidad de la leña y que se transite hacia un mayor rol del Estado.
“Para fomentar esta transición, el Estado ha adquirido capacidades para cumplir un rol más activo en la supervigilancia, regulación, fiscalización y localización de proyectos a través de mecanismos de participación del sector combustibles, con instrumentos de mercado, normativos y de ordenamiento territorial, siendo además un facilitador y promotor de inversiones, de innovación y desarrollo tecnológico”, señala el documento en este apartado.
Transmisión que no restrinja el desarrollo
“Los sistemas de transmisión permiten, sin restricciones el desarrollo de la matriz y la localización de los consumos”. Esa es la idea fuerza del escenario ideal para el sector transmisión, que se desarrolla en el apartado “energía sustentable” de la hoja de ruta.
Allí se añade que otro aspecto clave es que la sociedad tenga conciecia de la relevancia que tiene este segmento para el desarrollo nacional, a lo que se apela medianteuna mayor cultura energética, que a su vez será algo en que se insta a trabajar.
“Desde el punto de vista energético, las empresas de generación y transmisión operan de manera eficiente. La sociedad, debidamente informada, tiene conciencia de la importancia de la producción, transporte y el uso eficiente de la energía”, es una de las metas a 2050 que se relacionan con la transmisión.
Universalizar acceso a la energía: una de las metas clave
El acceso universal y equitativo a servicios energéticos para satisfacer las necesidades de la población es una de las ideas fuerza del documento, que desarrolla este apartado en varios de los lineamientos.
Asimismo, la visión atribuye un nuevo rol a los consumidores y las comunidades, no solo en el uso, sino también, en la producción energética, es lo que plantea la hoja de ruta.
Íntimamente ligado a esto está la idea de avanzar en un mayor grado de asociatividad entre los desarrolladores de energía y las comunidades, de manera de establecer mecanismos simétricos.
“Es por ello que la identificación de criterios para los atributos vinculados a los temas de pobreza, participación, asociatividad, equidad y pueblos indígenas se transforman en condiciones de borde para el desarrollo futuro del sistema energético y los sectores claves que participan en él”, se explica en la hoja de ruta.
Lineamientos centrales de la Hoja de Ruta a 2050
1. Promover precios competitivos como una condición esencial para el desarrollo sustentable del país.
2. Promover una política ambiciosa de Eficiencia Energética que reduzca el crecimiento de la demanda.
3. Internalización de las externalidades socio-ambientales de la generación eléctrica vía precios u otro enfoque.
4. Alta penetración de Energías Renovables (ER) en la matriz eléctrica con un mínimo de 70% al 2050.
5. Promover un intercambio regional eficiente pero sin crear dependencias energéticas de otros países.
6. Desarrollar infraestructura costo efectiva para enfrentar situaciones críticas producto de eventos de fuerza mayor.
7. Mejorar la eficiencia energética de los modos y tecnologías de transporte a nivel nacional.
8. Potenciar y articular las capacidades tecnológicas del país en investigación, desarrollo e innovación en energía.
9. Fomentar la participación de combustibles y energéticos de bajas emisiones en la matriz energética.
10. Aumentar la seguridad de aprovisionamiento, almacenamiento, transporte y distribución de combustibles.
11. Explotación y uso sustentable de la biomasa forestal para resguardar el patrimonio natural y la salud humana.
12. Asegurar que la población cuente con información oportuna y transparente, sobre desarrollo energético.
13. Fortalecimiento de actores, organizaciones y comunidades (indígenas o no) sobre el desarrollo energético.
14. Asegurar que el desarrollo energético favorezca el desarrollo local definido por las comunidades.
15. Garantizar por parte del Estado la existencia de procesos formales de participación ciudadana.
16. Reducir la pobreza energética asegurando que los hogares cuenten con los servicios energéticos básicos.
17. Asegurar el acceso continuo al suministro energético a las familias más vulnerables del país.
18. Reducir la relación existente entre el ingreso y el gasto energético de las familias más vulnerables.
19. Alcanzar estándares de confort térmico y lumínico en las viviendas de familias vulnerables de Chile.
20. Integrar y dar coherencia a los intereses de los diferentes actores en materia de gestión territorial.
21. Desarrollar un sistema de gobernanza que proporcione legitimidad social y política a la gestión territorial.
22. Integrar en la planificación los requerimientos para implementar edificación y transporte eficientes y de baja emisión.
23. Fomentar cambios conductuales en la sociedad sobre la producción y consumo sustentables de energía.
24. Desarrollar capital humano profesional y técnico para la gestión sustentable de la energía.
25. Implementar progresivamente herramientas de gestión energética validadas por entidades competentes.
26. Utilizar los recursos disponibles localmente y aprovechar los potenciales energéticos en procesos productivos.
27. Reportar y gestionar las emisiones directas e indirectas y el impacto ambiental de las distintas actividades.
28. Edificar de manera sustentable, por medio de la incorporación de estándares de sustentabilidad.
29. Avanzar hacia edificaciones con balance energético neto cero mediante diversos sistemas.
30. Fortalecer nuevos modelos de edificación sustentable, que permitan generar nuevos mercados para Chile.