Los demócratas en el Senado votaron el jueves a favor de conservar el difícilmente alcanzado acuerdo nuclear con Irán, superando a una intensa oposición republicana y dándole al presidente Barack Obama una victoria en su principal prioridad de política exterior.
A una resolución que desaprobaba el acuerdo le faltaron dos votos de los 60 necesarios para prosperar, luego de que senadores demócratas e independientes se unieron con el fin de detenerla. Aunque los republicanos en la Cámara de Representantes siguieron buscando estrategias de último momento para echar por tierra el acuerdo internacional y los del Senado prometieron que habría otra votación, el desenlace en la Cámara Alta garantizó que la legislación que desaprobaba el trato no llegue al escritorio de Obama.
Como resultado, el acuerdo nuclear seguirá adelante sin que el Congreso pueda detenerlo, una victoria que parecía poco probable para Obama ante la oposición unánime de los republicanos que controlan el Capitolio, los aspirantes a la candidatura presidencial republicana que buscan reemplazarlo en la Oficina Oval, y el estado de Israel y sus cabilderos aliados en Estados Unidos.
A partir de la próxima semana, Obama tendrá libertad para comenzar a reducir las sanciones aplicadas por Washington, lo cual permitirá implementar el acuerdo negociado con Irán, Estados Unidos y otras cinco potencias mundiales.
El trato busca limitar las ambiciones nucleares de Teherán a cambio de cientos de miles de millones de dólares en alivio a sanciones internacionales.
Republicanos frustrados se quejaron de que los demócratas utilizaron un voto de procedimiento para bloquear la autorización final de la resolución que desaprobaba el acuerdo, y emitieron advertencias sombrías respecto de un trato que, aseveran, podría servir únicamente para enriquecer a Teherán y acercarlo más a la construcción de una bomba cuando las restricciones comiencen a disminuir en 10 o 15 años.
Prometieron que la votación del jueves no será la última palabra del Senado y, momentos después de que terminó, el líder de la mayoría en la Cámara Alta, Mitch McConnell, estableció el escenario para la próxima semana.