Prácticamente no quedaron lugares en el auditorio de la facultad de derecho de la Universidad de Buenos Aires, lo que demuestra el gran interés del público. Como destacado, disertaron representantes de los equipos energéticos de las principales fuerzas políticas: Enrique Devoto por el Frente Renovador, Juan José Aranguren por Frente Cambiemos, y Pedro Martín por el Frente para la Victoria (FPV).
Ayer, cerca de las 10 y media de la mañana, comenzó “Escenarios Energéticos 2035”, en la Facultad de Derecho de la UBA. Esta vez, las siete organizaciones que participan del ejercicio, tuvieron 15 minutos para explicar las conclusiones que arribaron respecto de su proyección de la matriz eléctrica de cara a los próximos 20 años.
La convocatoria fue un éxito, el salón estuvo en todo momento colmado y las exposiciones mostraron gran precisión técnica. Hubo diferencias y coincidencias, pero primó el consenso y el espíritu democrático.
En líneas generales, el costo de la energía eléctrica al que arribaron osciló desde los 90 a los 120 dólares el MWh, variando en función de las metas de reducción de emisiones planteadas y los tipos de tecnologías a implementar.
La jornada estuvo dividida en dos partes. Por la mañana, los más comprometidos con las energías renovables: la Cámara Argentina de Energía Renovable (CADER), la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA), los Verdes-FEP y Fundación Vida Silvestre. Este era el bloque más “verde”.
Al mediodía, disertaron las organizaciones más cercanas a la industria convencional: la Asociación de Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGUEERA) en alianza con la Unión Industrial Argentina (UIA) , la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGEERA) y el Comité Argentino del Consejo Mundial de la Energía (CACME).
Luego de las conclusiones, subieron al estrado los asesores de los candidatos. Aunque en forma protocolar apoyaron las energías limpias, al comienzo de sus presentaciones, diferenciaron entre “lo deseable” y lo “posible”, dejando entrever la permanencia de viejos prejuicios: que la energía renovable es más cara y afecta el normal funcionamiento del sistema eléctrico, por sus condiciones de intermitencia.
No se enteraron que importar combustibles fósiles para generación distribuida cuesta entre cinco y seis veces más que con energías limpias a precios de mercado actuales. Tampoco consideraron la posibilidad de almacenamiento y de integración regional de redes como herramientas para regularizar el suministro eléctrico del sistema.
Aranguren fue quién mejor parado cayó. Sacó sus años de experiencia como presidente de Shell para enfrentar al auditorio, presentó un discurso crítico del oficialismo y fue más contundente que sus rivales. De todas maneras, no entró en detalles ni difundió propuestas de fondo para el sector. “Hay que dejar de subsidiar la oferta y pase a subsidiar a la demanda que lo necesite, para generar inversiones”, dejó entrever el asesor de Cambiemos.
“Energía más cara es la que no se tiene. Y la más barata es la que no se utiliza”, dijo en relación a la importancia de aplicar medidas de eficiencia.
Mostrando un costado desarrollista, puso como ejemplo de la situación energética actual los postulados que Arturo Frondizi, presidente por la UCR durante el período 1958-1962, publicó en su libro “La Batalla del Petróleo”. Y comparó: “En muchos de sectores de nuestro país necesitamos restablecer esa capacidad de idear algo por el cual podamos luchar”
Enrique Devoto, del Frente Renovador, jugó más tranquilo, pero fue el más picante. Aprovechó su condición de dos contra uno para hacer varias chicanas a un oficialismo que no supo o quiso defenderse.
En cuanto a la posición energética, planteó: “somos partidarios de implementar energías renovables; no descartamos la energía nuclear; y creemos que el país tiene posibilidades de explotar proyectos hidroeléctricos, ya que se ha explotado menos de la mitad del potencial”.
Ahora bien, al momento de pensar en soluciones, cayó directamente en la construcción de centrales térmicas: “Si miramos la situación actual, con un crecimiento moderado de la demanda, en 2018 tendríamos un serio problema de abastecimiento. De manera que las soluciones tienen que ser urgentes. Y las únicas opciones son centrales de tipo combinado porque son más fáciles de operar e instalar”. En cuanto a las energías solar, eólica y Biomasa, las postergó “para dentro de 15 años”.
Sobre las subvenciones a la energía eléctrica, manifestó: “Hay una política errada en materia de tarifas; una cosa es la tarifa para generación, transporte y distribución, y otra cosa es lo que debe pagar el usuario. Ahí aparece el verdadero subsidio, cuando cubre a la demanda”.
También Devoto habló de la importancia de la eficiencia energética: “Creo que hay en estos años de política, hay dos elementos, y que creo que son importantes de ir desarrollando, particularmente las redes inteligentes, va a permitir ir hacia el otro objetivo, uso racional de energía, y medidores inteligentes, de manera que se pueda modular la demanda desde los centros de distribución”.
En representación del Frente para la Victoria (FPV) el enviado fue el subsecretario de Desarrollo de los Servicios Públicos de Buenos Aires, Miguel Martín. Fue quizás el menos preparado para dar su exposición, por no ser un cuadro técnico especializado en energía, pero dejó entrever algunos lineamientos de la política de Daniel Scioli: más energía hidroeléctrica y nuclear. Considera que hay que apostar a las tecnologías que el país presenta con capacidad de producción. Así sostuvo su posición.
“Escenarios Energéticos Argentina 2035” es un proceso de diálogo entre instituciones académicas de la , sociedad civil y sector privado para la evaluación de diferentes opciones de cubrimiento de la demanda de energía eléctrica y de gas natural al año 2035.
Las siete asociaciones que participaron expusieron ayer sus conclusiones sobre la evolución que tendrá la matriz eléctrica de cara al año 2035. Se desarrolló en la facultad de derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA).
En la elaboración del ejercicio participaron las siguientes entidades del sector empresario, académico y de la sociedad civil:
Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGEERA), Asociación Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGUEERA) Unión Industrial Argentina (UIA), Fundación Vida Silvestre Argentina, Los Verdes, World Energy Council – Comité Argentino (CACME), Grupo Energía y Ambiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Como parte de la riqueza del análisis de miradas diferentes, y en función de los resultados de los escenarios planteados, resulta posible extraer algunas coincidencias y disidencias o puntos disímiles entre los mismos. A continuación una breve reseña de ellos:
+ En el sector eléctrico, aun considerando un escenario de demanda URE como el analizado en esta ocasión, al final del período de análisis se debe duplicar o más la potencia instalada, alcanzando los 70 GW de potencia instalada en promedio (con un mínimo de 61 y un máximo de 83 GW).
+ La magnitud de las inversiones requeridas es importante, para expandir generación se requieren en promedio 96.000 MMUS$ en todo el período (con Min de 75 y Max de 135 mil MMUS$).
+ Sólo en escenarios extremos o rupturistas la generación de origen término disminuye su magnitud (MW instalados) respecto a la situación actual, en la mayoría de los casos se mantiene o expande.
+ El fuerte crecimiento de renovables respecto a la situación de potencia instalada actual sucede en todos los escenarios, siendo en alguno de ellos la variable modificatoria de la matriz final.
+ El uso de generación eólica soporta gran parte del incremento de renovables.
+ La generación solar fotovoltaica y la generación en base a biomasa sólida crecen como opción adoptada para soportar renovables.
+ La generación en base a carbón mineral es una opción escasamente utilizada.
+ El fuerte crecimiento de la potencia instalada requiere su correlato de ampliación de la red de transporte en alta tensión, se requeriría invertir en promedio 13.000 MMUS$ en todo el período (con Min de 11 y Max de 21 mil MMUS$).
+ Dada la fuerte presencia de generación renovable en la Patagonia, más algunos proyectos hidráulicos, una o más líneas de corriente continua aparecen como opción para evacuar dicha potencia.
+ La continuidad de la declinación de la producción de gas natural y petróleo de origen convencional es casi unánime entre los escenaristas.
+ Para aquellos que consideran viable el aporte de gas y petróleo no convencional, se observa que no se alcanzan volúmenes significativos de oferta hasta el año 2019/2020, y en algunos casos el aporte de mayor caudal aparece a partir del 2025/2026.
+ En casi todos los escenarios la importación de gas natural de Bolivia continúa y expande su volumen a los máximos del contrato hoy vigente.
+ En la mayoría de los escenarios la importación de GNL es relevante (incluso creciente) en el inicio del período de análisis, para luego perder relevancia (incluso desapareciendo en algún caso) en la medida que toman fuerza otras opciones como gas natural no convencional, gas convencional, y biogás.
+ En casi todos los escenarios se muestra un incremento importante en la potencia hidráulica: en el plan estratégico de incorporación de oferta hidráulica, se destaca que es necesario analizar las hidraulicidades de los ríos en función de escenarios futuros de cambio climático.
+ Históricamente Argentina en su matriz energética posee gran cantidad de potenciahidroeléctrica que en los últimos años fue perdiendo participación relativa. Algunos escenaristas descartan los proyectos de mayor envergadura por su costo ambiental y social, pero de todos modos incorporan gran cantidad de potencia de esta fuente.
+ En todos los escenarios se incluyen los proyectos minihidro. De todos modos las hipótesis o condiciones de borde planteados por los escenaristas plantean puntos en algunos casos opuestos o que seguramente generaran debate, pero que aportan sustancia al análisis de las opciones disponibles.
+ La generación nuclear es soportada por algunos escenaristas en base a su permanencia y elevado factor de uso, sus módulos de potencia relevantes y por tratarse de tecnología con recursos humanos dondeel país ya ha invertido, presentándose por otro lado cuestionamientos a la viabilidad ambiental y de seguridad de la misma, por lo que no sólo no crecen en ese sentido, sino que indican la intención de su paulatino cierre.
+ En cuanto a la hidroelectricidad, hay escenaristas que muestran reparo a la expansión en base a las mismas, en particular sobre las centrales de pasada, ubicadas en el litoral argentino, por sus potenciales implicancias ambientales.
+ La producción de gas natural y petróleo no convencional genera algunos reparos de tipo ambiental o debido a la duda de la posibilidad de aparición de nuevos yacimientos de Gas convencional (cuestión más asociada a una cuestión de precio que a la geología).
+ Aparece en algunos escenarios la posibilidad de inyectar biogás en volúmenes relevantes abasteciendo demanda de gas natural, mediante la producción agraria de los insumos de la misma.
+ La importación/exportación de energía eléctrica o bien se utiliza marginalmente (mayoría de los escenarios), o bien se utiliza en forma relevante como medio de balancear el aporte intermitente de tecnologías renovables.
+ La ampliación de la capacidad de refinación está ligada al crecimiento de petróleo no convencional, y al posicionamiento hacia la balanza comercial que tomó cada escenarista, importando productos refinados y exportando crudo, o viceversa.
+ El retiro de potencia presenta miradas diversas: se muestran escenarios que plantean retiros en base a antigüedad y/o eficiencia, mientras otros las mantienen pasando paulatinamente a formar parte de la reserva. Asimismo aparecen quienes realizan retiros asociados a temas ambientales.