Los índices internacionales revelan que el oro atraviesa su mayor nivel de escasez desde finales de 2008, cuando estalló la actual crisis económica y financiera mundial. Esta ausencia del metal, recuerda Forbes, se puede medir gracias a la comparación de los precios de contado y de futuro, cuya entrega se hace tiempo después de la compra.
Cuando el mercado opera con normalidad, el precio futuro es más alto. Pero cuando el valor de contado es mayor, ello se refleja es la urgencia de los compradores por apropiarse del oro de forma inmediata, una clara señal de su escasez. Además, este balance de precios es el único que lleva a los vendedores a ofrecer el producto.
Aunque para la mayoría de los especialistas esto no representa nada en particular, para la Nueva Escuela Austríaca de Economía (NASOE) significa que el oro no es escaso en el mercado, ya que es la más abundante materia prima del mundo en términos de relación existencias-flujo.
Es decir, la cantidad de oro producida por año es, en proporción, muy pequeña comparada con los inventarios disponibles, ya que cada onza que se extrae se vuelve a acumular. Por lo tanto, cabe preguntarse si realmente hay escasez.
La respuesta hay que buscarla en la debilidad económica actual, ya que cada vez que se atraviesa una crisis, se saca el oro de la circulación debido a que los grandes inversores, conocedores de las fluctuaciones del mercado, lo utilizan para protegerse y conservar el mayor patrimonio disponible, continúa el portal.
Esta actitud de quienes no están dispuestos a vender genera los niveles de escasez medidos en la actualidad, a lo que se suma el hecho de que tratan de comprar todo el metal que pueden, aunque su precio de contado sea más elevado que el de futuro. Y he aquí el principal motivo de esa supuesta escasez, que responde, en realidad, a la acumulación realizada por los elementos económicos más poderosos del mundo.
El fin de semana se dio a conocer el Gold Basis Service correspondiente a septiembre. El documento que mes con mes publica el portal de suscripción Feketeresearch.com, reveló que el actual nivel de “escasez” en el mercado del oro físico es el más alto desde finales de 2008, año en que comenzó la actual crisis financiera y económica global.
El nivel de escasez de los metales preciosos monetarios, al igual que el de las demás materias primas, se puede medir gracias a la comparación entre sus precios al contado (spot) y el de futuros. Estos últimos contratos consisten en que usted compra hoy, y la entrega se la hacen a una fecha determinada en el futuro, aunque la mayoría de las posiciones se cierran antes del vencimiento y la entrega no ocurre.
Como quiera, la normalidad del mercado es que los precios de futuros sean más altos que al contado. Si sucede lo contrario, es una señal de que en el momento presente, hay cierta urgencia de los compradores físicos por llevarse el metal de inmediato, y ante esta circunstancia, el precio spot (al contado) se eleva por encima del de futuros: hay “escasez”. Sólo con este precio más alto que a futuro, los vendedores salen a ofrecerlo.
Del otro lado, esto quiere decir que hay inversores que están dispuestos a comprar más caro hoy mismo, que a adquirir un futuro y esperar al vencimiento para la entrega. Para la mayoría de analistas esto no significa nada, pero para los estudiosos monetarios de la Nueva Escuela Austríaca de Economía (NASOE por sus siglas en inglés) –fundada por el Prof. Antal Fékete, dice mucho. Y es que el oro, contrario a lo que se cree, no es escaso en el mercado. En realidad es la más abundante de todas las materias primas sobre la tierra en términos de su ratio existencias/flujo.
Dicho en otras palabras, la cantidad que cada año se produce de oro es proporcionalmente muy pequeña en comparación con los inventarios disponibles. La razón es que casi todo el oro extraído a lo largo de la historia (unas 175 mil toneladas cuando menos, según el Consejo Mundial del Oro) está todavía presente en la forma de barras, monedas, lingotes o joyería. Cada nueva onza que se saca de la tierra se vuelve a acumular. El oro solo es dinero, mientras que la plata en parte sí es consumida debido a sus usos industriales. A pesar de ello, ocupa el segundo lugar después del oro como el dinero por excelencia.
Entonces,si el oro abunda, ¿por qué hay escasez? La respuesta tiene que ver con la debilidad económica que sufre el mundo: cada vez que se aproxima una gran crisis, el oro tiende a esconderse de la circulación. Esto se debe a que los inversores más avezados, se dan cuenta de que tarde o temprano un gran colapso siempre sucede a una expansión económica artificial financiada con crédito y el dinero de papel. Como el oro no es una inversión sino un seguro financiero, lo que buscan estos inversionistas es protegerse y conservar el mayor patrimonio que puedan.
Por eso, cada día van siendo menos y menos los dispuestos a vender esa protección. Esto se refleja en los crecientes niveles de “escasez” de oro que se mide por medio de dos indicadores exclusivos de la NASOE: la Base y la Cobase,que ya hemos explicado aquí en repetidas ocasiones. El gráfico siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly, de Feketeresearch.com), es una muestra más:
Los inversores de “manos fuertes” están deshaciéndose de sus divisas fíat para comprar con urgencia tanto metal como pueden, incluso prefiriendo pagar un precio más elevado por llevárselo a casa al contado, que comprar un futuro más barato para tenerlo después. Debido a lo anterior, la cobase está en niveles históricamente altos, para el contrato con vencimiento en diciembre a estas alturas del año.
Por lo anterior, es importante que todo aquel que no cuente con un “escudo” de oro y la plata, aproveche si en el futuro cercano se presentan precios de oportunidad de compra. No olvide que en materia de inversiones, las oportunidades están donde se encuentran los precios bajos, no donde todo ha estado subiendo. El mensaje oculto del oro detrás de su escasez, ahí queda para quien lo quiera escuchar.