Este viernes, el Tribunal de Apelaciones de Ontario, en Canadá, emitió un fallo en contra de la petrolera estadounidense Chevron, y dictaminó que la empresa deberá pagar una multa por 9.500 millones de dólares a los 30.000 campesinos y familias indígenas afectadas por la contaminación que dejó a su pasó la explotación petrolera en la Amazonia ecuatoriana, desde el año 1964 y hasta 1992.
La explotación petrolera que emprendió Chevron —a través de Texaco— sobre la Amazonía Ecuatoriana, dejó a su paso la contaminación de cinco millones de metros cúbicos de tierra, y abrió unas mil piscinas y fosas en los fueron depositados 64 millones de litros de crudo y otros 71 millones de litros de residuos, sin normas establecidas para el tratamiento ambiental, refiere información publicada en el portal web de Telesur.
Humberto Piaguaje, coordinador de la Unión de Afectados por Texaco (Udapt) señaló que tras casi 23 años de lucha, realizando acciones judiciales en contra de Chevron, la multa que pagará la empresa le permitirá a los campesinos y grupos indígenas afectados dar inicio a la reparación del territorio afectado.
“Este pronunciamiento —que ha hecho el Tribunal de Ontario— constituye una de las mayores derrotas para Chevron, debido a que deja a un lado la intención de la petrolera de extender el fallo de una Corte norteamericana, a fin de evitar el pago de la sentencia”, explicó Piaguaje de acuerdo con la nota informativa.
La solicitud de pago por indemnizaciones fue conocida por Chevron en 2011, cuando un tribunal ecuatoriano ordenó a la empresa pagar un total de 9.500 millones de dólares. Desde entonces, la empresa se ha negado a cumplir con el pago, hasta que la acusación fuera ratificada por un tribunal canadiense, mismo país donde reposa la sede de la empresa.
La noticia fue bien recibida por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien se pronunció al respecto a través de su usuario en la red social Twitter @MashiRafael. “La verdad vencerá a los millones de dólares”, escribió el Mandatario Ecuatoriano.
A través de Texaco, Chevron contaminó una amplia zona de la Amazonia Ecuatoriana, luego de que la empresa depositara allí litros de crudo, desechos tóxicos y aguas de formación —que corresponde a los desechos de aguas generados por el proceso de explotación petrolera— en esteros y ríos, un hecho que perjudicó la vida natural en el área, la cual en la actualidad presentan daños profundos e irreversibles.
Las familias indígenas y campesinas que vivían en la Amazonia también sufrieron los efectos que dejó a su paso la contaminación. La mayoría de las personas que vivían en el territorio murieron víctimas del cáncer, enfermedad que se propagó en sus cuerpos a partir del consumo de agua mezclada con residuos tóxicos.
En 1964, año en que inició la contaminación de Chevron, más de 30.000 personas usaban las aguas de los ríos de la Amazonia como fuentes de consumo, aseo personal, riego y pesca.
