Estalló la guerra en Vaca Muerta. El descuento que sufrieron unos 600 trabajadores de empresas de servicios especiales ayer derivó en una rebelión de las bases contra la cúpula del gremio petrolero.
Por la tarde, el Ministerio de Trabajo de la Nación exhortó a que en un plazo de 48 horas las compañías vuelvan a liquidar los haberes afectados por los descuentos de las denominadas “horas taxi”, es decir, el pago del tiempo que el empleado está a disposición de la empresa a la espera de retomar su turno laboral.
Se trata de un monto que significa alrededor del 30 por ciento del salario y que no fue abonado en la última liquidación de las empresas Weatherford, Baker Hughes, Halliburton y Schlumberger.
En total, las compañías deberán devolver un monto cercano a los 20 millones de pesos a los trabajadores, que sufrieron una merma de alrededor de 30 mil pesos en sus salarios. En varios casos el recorte fue mayor.
El plazo de 48 horas para las empresas y la intimación a los trabajadores para que retomen sus tareas habituales, provocó un gran malestar entre los operarios, quienes anoche decidieron mantener las medidas de fuerza. Aseguraron que no volverán a Vaca Muerta hasta que no tengan el dinero en sus manos.
Cuando los representantes del Sindicato del Petróleo y Gas Privado informaron la medida dictada por la cartera laboral, se desató una gran tensión.
“Nos soltaron la mano”, dijo a LM Neuquén un empleado de Halliburton, y comentó que la comisión directiva del sindicato que conduce Guillermo Pereyra debió abandonar la base de la empresa en esta ciudad en malos términos. Al cierre de esta edición, los empleados finalizaron las asambleas y decidieron mantener la retención de tareas, no hacer caso a las directivas del gremio, y volver a reunirse hoy a las 8 para determinar los pasos a seguir.
El Ministerio de Trabajo convocó a la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE) y al sindicato a una reunión para el martes en Buenos Aires para acordar la solución definitiva y agregar una addenda al convenio colectivo de trabajo.
Por otro lado, ayer continuaba el bloqueo de Loma La Lata por parte de la comunidad Paynemil, en reclamo del relevamiento territorial, pese a que la Provincia se comprometió a adelantar el cronograma. YPF hizo responsables a los dirigentes mapuches por “las graves consecuencias que podrían generarse para la seguridad de las personas, la operación y el potencial impacto sobre el medio ambiente”.
Anoche los delegados del sindicato de Petroleros Privados esperaban en las bases la acreditación de las diferencias salariales descontadas por las empresas. La decisión de no moverse llegó entrada la noche, pese a que horas antes el Ministerio de Trabajo obligó a las compañías a liquidar las denominadas "horas taxi" y a los trabajadores a volver a los yacimientos.
El organismo nacional les dio dos días de plazo para hacer efectiva la medida que afectó a más de 600 trabajadores. Sin embargo los operarios resolvieron no regresar hasta que los montos, en algunos casos superiores al 30% de los haberes, estén depositados.
El lunes pasado el sindicato que dirige Guillermo Pereyra convocó a un paro de 24 horas que rápidamente fue conciliado. Sin embargo las tareas continuaron afectadas porque desde la organización denunciaron que las cuatro compañías, Schlumberger, Halliburton, Baker Hughes y Weatherford, no se acataba la conciliación.
Más allá del acuerdo alcanzado ayer desde el sindicato aseguraron que el tema de fondo no está resulto. Es que las firmas internacionales aspiran a pagar según el convenio colectivo de trabajo. Esto implica reducir las denominadas "horas taxi", que son aquellas que los trabajadores pasan en un hotel o en un trailer.
Ese recorte implicó podas de hasta el 30% del sueldo de bolsillo de unos 600 empleados de estas firmas.
Según explicó Pereyra, habrá una reunión la semana que viene en Buenos Aires para empezar a tratar una posible adenda al convenio colectivo que contenga estas horas extra.
Las grandes empresas de servicios aducen sufrir la baja del precio del petróleo, aún a pesar de que en Argentina el barril cuesta un 50% más que en resto del mundo.
Para los sindicatos, se toma a los operarios como una variable de ajuste. Si bien reconocen que las "horas taxi" están fuera de convenio, argumentan que estas se pagan desde hace muchos años, por lo que son un derecho adquirido.
