Mostrará un perfil más peronista, sí. Pero, además, Daniel Scioli buscará "recuperar la agenda propia" con anuncios de propuestas y se presentará como el líder de un equipo de trabajo que incluye a gobernadores, sindicalistas y especialistas económicos.

Scioli busca dar vuelta la página después de tres semanas complicadas. Desde que se impuso en las PASO, el candidato a presidente por el Frente para la Victoria encadenó una serie de hechos negativos que, por primera vez en su carrera política, lo impactaron de lleno y lo obligaron a responder.

En ese listado se destacan el viaje a Italia, las inundaciones en la provincia, la presentación de la declaración jurada y el escándalo en Tucumán. Errores, propios y ajenos, que expusieron al gobernador bonaerense a la crítica opositora.

"Pasaron varios días en los que nos agarraron a contrapié. Ahora llegó la hora de las propuestas concretas. En el listado aparecen el impuesto a las ganancias, la industria y educación", anticiparon a LA NACION desde el sciolismo.

Cada anuncio tendrá un especialista para desarrollarlo. Los temas vinculados a la educación, por ejemplo, los desarrollará el ex ministro de esa cartera Daniel Filmus. Los referidos a la industria quedarán en manos de Miguel Peirano, ex titular del Palacio de Hacienda.

Pero también los gobernadores reforzarán el discurso y mostrarán diferencias con el Gobierno. Los elegidos son Juan Manuel Urtubey (Salta), Maurice Closs (Misiones) y Eduardo Fellner (Jujuy). Además, el titular de la Anses, Diego Bossio; el titular de la CGT, Antonio Caló, y el santafecino Omar Perotti.

"Se va a peronizar el discurso y fortalecer su imagen como conductor. Está todo consensuado", explicó Juan Courel, secretario de Comunicación Pública bonaerense.

Scioli se reunió con sus pares en varias oportunidades e incrementó los contactos telefónicos. Asimismo, las segundas y terceras líneas del PJ de todo el país se reunieron el jueves en la sede de Matheu para hacer una "catarsis". Eran unos 60 dirigentes los que se juntaron para coordinar lo que queda de la campaña hasta el 25 de octubre.

"Lo que quedó claro después de estos días es que estamos preparados para enfrentar una operación por semana", explicaron fuentes cercanas al ex motonauta.

Según los números que manejan en el Banco Provincia, todo se mantuvo en los mismos niveles. "Estamos ganando en primera vuelta. Midiendo dos semanas después de mucha conflictividad, Scioli está en 40 puntos y un puchito más, y Macri en 30", dijeron, optimistas.

Scioli, que ayer se reunió con el ex presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, también se mostrará siempre que pueda con Cristina Kirchner. Tras algunas manifestaciones de tensión, en las últimas horas volvió la calma.

Pese a esto, algunos en el sciolismo -medio en chiste, medio en serio- ven en la Presidenta una virtual "jefa de campaña" del líder de Pro, Mauricio Macri.

"Cristina ya se comprometió con los gobernadores. Urtubey habla de pobreza y de arreglar con los fondos buitre, y nadie le dice nada... Quiere ganar; con la elección de Scioli como candidato quedó entre la espada y pared", analizó un histórico operador del peronismo.

Scioli también reforzará su mensaje contra Macri. El bonaerense apuesta a la polarización con el jefe de gobierno para licuar a Sergio Massa. En el sciolismo aseguran que los votos que pierda el tigrense se reparten en forma pareja.

En ese sentido, celebraron la foto de Macri, Massa y Stolbizer. "Evidenciaron que sólo hay política detrás de las denuncias que hicieron", destacaron desde el sciolismo.

Scioli empieza a dejar atrás el nerviosismo. Tanto es así que una vieja expresión italiana resuena como arenga en el Banco Provincia. "¡Piove, governo ladro!" (¡Llueve, gobierno ladrón!). La gente siempre va a manifestar su disconformidad. En el sciolismo, creen que es hora de ofrecerles soluciones..

Asume que "la peor semana de Daniel Scioli" podría no repetirse en lo que queda de campaña. Por eso, y dispuesto a aprovechar los recientes traspiés de su rival kirchnerista, Mauricio Macri arrancará esta semana una nueva recorrida por el interior del país a la caza de los votos que le garanticen estar en segunda vuelta el 22 de noviembre contra el candidato del Gobierno.

Junto con las recorridas por provincias con peso electoral como Santa Fe, Entre Ríos y Chaco, que elegirá gobernador el 20 de septiembre, Macri polarizará con el kirchnerismo e intensificará su perfil de "líder de la oposición", una estrategia para la que sirvieron, especulan a su lado, las fotos con Sergio Massa y Margarita Stolbizer contra el fraude en Tucumán, y la actividad legislativa conjunta para cambiar el sistema electoral por la boleta única, electrónica o convencional.

"No se van a dar fotos con ellos todos los días, porque somos diferentes y va a quedar claro en los próximos sesenta días. Pero claramente hay menos diferencias con Massa, Stolbizer y Rodríguez Saá que las que tenemos con Scioli", reflexionó una alta fuente de la campaña de Pro.

Nadie niega que nació una "nueva sintonía" entre el líder de Pro y el del Frente Renovador, revelada por LA NACION en su edición del viernes, y que incluye un intercambio directo de mensajes y preacuerdos para tareas en común. Pero los límites parecen estar circuncriptos a "proyectos en común" en el Congreso, donde Patricia Bullrich (Pro) y Graciela Camaño (FR) coordinarán los eventuales pasos futuros.

En otros temas, entre Macri y Massa regirá un "piso de acuerdos" de cara al día después de las elecciones del 25 de octubre.

Además de fotos conjuntas (en especial en el Congreso), apuntar a las "contradicciones" de Scioli será parte esencial de la estrategia. "Hay una gran diferencia entre lo que Scioli dice que es y lo que le gustaría hacer, y lo que son y dicen los que están a su lado, como [Carlos]Zannini y [José] Alperovich", sostuvo el secretario de Gobierno porteño y líder del armado nacional, Marcos Peña. "Quedó claro que hay dos maneras de ver el país", agregó, con el escándalo de las elecciones en Tucumán y la reacción dispar por las inundaciones bonaerenses como temas a resaltar.

Con el plan de "juntar votos", Macri estará el martes en Chaco, donde su aliada radical y actual intendenta de Resistencia, Aída Ayala, no la tiene nada fácil: en las internas del 24 de mayo último fue derrotada por amplio margen por Domingo Peppo, aliado del gobernador, Jorge Capitanich.

Un día después, Macri enfrentará un territorio con pronóstico más alentador: Entre Ríos, donde la derrota de Alfredo De Angeli a manos del kirchnerismo fue de sólo cuatro puntos en las PASO del domingo 9 pasado. "Si en las PASO nos fue bien prácticamente sin hacer campaña, nos irá mucho mejor ahora", afirmó Rogelio Frigerio, encargado de Pro nacional en la provincia, que el miércoles acompañará a Macri y De Angeli en una recorrida por Concordia, territorio con mayoría electoral justicialista.

El jueves Macri estará en Santa Fe, donde Carlos Reutemann intentará revertir el resultado de las PASO y derrotar al kirchnerista Omar Perotti en la pelea por la senaduría nacional. Pasado el trago amargo de la polémica derrota a manos del socialismo en las elecciones a gobernador, y limadas las asperezas con sectores internos de Pro, el diputado y ex Midachi Miguel del Sel se sumará a la campaña santafecina a partir de ese día.

Neuquén y Río Negro, donde Cambiemos tuvo más sinsabores que alegrías, serán los destinos finales de la gira de esta semana. En esas provincias, como en el resto del país, Macri intentará mostrarse como la cabeza de la oposición al kirchnerismo, aún cuando las diferencias con Massa y otros opositores no tarden en aparecer en la cuenta regresiva para la decisiva cita electoral de octubre.

"Sergio ya le apareó el carro a Macri. Ahora va a acelerar", se envalentonó uno de los massistas más optimistas, luego de la semana en la que el candidato presidencial de UNA y su rival de Cambiemos reclamaron juntos al Gobierno por la "transparencia" de las elecciones de octubre. Pero, sobre todo, porque anticipó lo que vendrá: desde el lunes, Sergio Massa retomará las críticas a Macri y saldrá a recorrer el norte del país denunciando el retraso institucional en los "feudos" del PJ, colocándose como el abanderado de la renovación democrática en la oposición.

"Salvo que vuelva a ocurrir algo tan grave como Tucumán, no habrá más fotos con Macri", afirman en Tigre, en alusión a las irregularidades registradas en las elecciones de esa provincia. Llevando al extremo los reclamos de renovación institucional, Massa volverá a marcar diferencias en público con el jefe de gobierno porteño y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli.

"La idea es correr a Macri por izquierda, ir más allá que él en los reclamos de renovación y transparencia, y obligar a Scioli a seguir defendiendo lo indefendible. Mantenerlo enredado en el ultrakirchnerismo", señalan en Tigre.

El primer paso de esa estrategia se cumplirá el lunes, cuando Massa desembarque en Formosa de la mano del senador radical y candidato a gobernador Luis Naidenoff. Llegará ahí con el "Pacto Federal de Renovación Democrática", un proyecto de ley para poner fin a las reelecciones indefinidas de los gobernadores.

El escenario no tiene nada de casual: Gildo Insfrán gobierna Formosa desde 1995, con pleno control legislativo y amplia influencia judicial. Es también una de las últimas provincias donde rige la ley de lemas, que el oficialismo modifica según haya rivales que puedan aglutinar o no a toda la oposición.

El "Pacto" que presentará Massa fue escrito a cuatro manos por el dirigente radical Jorge Vanossi (candidato al Parlasur) y Gabriel Mihura Estrada, uno de los apoderados del Frente Renovador.

Apela a principios constitucionales como la igualdad de oportunidades y a fallos de la Corte sobre límites de mandatos (Enrique Petracchi) y la necesidad de renovación democrática (Carlos Fayt). Y busca sortear el límite de las autonomías provinciales indicando que, así como las constituciones provinciales no pueden desconocer la división de poderes de la Carta Magna, tampoco deberían consagrar la reelección indefinida.

El segundo punto fuerte de la agenda norteña de Massa será el miércoles, en Jujuy, cuando denuncie la existencia de un "Estado paralelo" en manos de la dirigente de Tupac Amaru, Milagro Sala. Lo hará junto con el senador radical y candidato a gobernador Gerardo Morales. Ambos, además, anunciarían el nombre del compañero de fórmula de Morales: un dirigente peronista que intentarán mantener en secreto hasta el miércoles.

A lo largo de la semana, el tigrense visitará a sus aliados en Chaco, Entre Ríos y La Rioja. Pero tiene reservada otra parada simbólica en Tucumán, junto con el diputado radical y candidato a gobernador José Cano. Planean una suerte de caravana por la democracia, para volver a reclamar por las irregularidades en el trámite de las elecciones.

Entre una y otra cita, Massa volverá a marcar diferencias con Macri. La razón es simple: si pretende remontar el tercer puesto de las PASO e ingresar al ballottage, el tigrense necesita descontarle votos al líder de Pro. Por eso, no faltaron en el massismo quienes cuestionaron la foto del miércoles, que podía parar al jefe de gobierno porteño como referente de la oposición y del voto útil antikirchnerista.

Massa interpretó la oportunidad de otro modo: como una ventana para seducir a los votantes de Pro y de Margarita Stolbizer, a los que no puede llegar sin tenerlos al lado. El reclamo de renovación democrática que encarará esta semana apunta al mismo electorado: es asomarse a la misma ventana, ya sin necesidad de hacerlo junto con Macri..