La cartera de inversiones de Codelco es la más ambiciosa de la minería nacional. La razón es clara: si no invierte, Codelco arriesga reducir su producción, sus excedentes y, finalmente, su viabilidad futura.
A este escenario, que es parte de las condiciones estructurales con que opera la corporación desde ya varios años, se añaden dos elementos nuevos: la restricción presupuestaria que enfrenta el fisco -que comprometió recursos por hasta US$4.000 millones para apoyar el plan de inversiones estructurales- y la baja del cobre en los mercados internacionales.
Todo esto será parte del análisis que hoy, en su sesión ordinaria de directorio -en la que además se deberán aprobar los resultados financieros de la firma para el primer semestre- realizará la corporación, que ha estado trabajando en una readecuación de su plan de inversiones para adaptarse a esta nueva realidad.
Fuentes de Codelco señalan que estos temas serán analizados hoy en la sesión de directorio, pues algunos integrantes de la mesa están preocupados por la baja del precio del cobre, considerando que estas iniciativas fueron evaluadas a otros precios, distintos a los que el mercado maneja hoy.
Este elemento ha llevado a las mineras privadas a reestudiar sus proyectos y a dotarlos de mayor flexibilidad, pues a pesar de la drástica reducción de precios las perspectivas de mediano y largo plazo son atractivas. Pero aun así hoy la norma es la cautela.
Desde el Gobierno han enviado algunas señales a Codelco en términos de pedirle que agote su capacidad de endeudamiento externo antes de recurrir a recursos fiscales. Aunque existe el compromiso de volver a negociar la capitalización 2015 -la autoridad accedió a la minera a retener US$225 millones de sus excedentes 2014, muy por debajo de lo solicitado por la corporación- aún no hay una fecha a firme para que esto ocurra. Otra complejidad es la inminente entrada en operaciones de la norma de emisiones para las fundiciones, que obligará a la minera a invertir fuerte.
Los que sí y los que no
Las señales internas en la corporación señalan que hay dos proyectos a firme: Chuquicamata Subterránea, que ya está en obras, y RT Sulfuros, respecto del cual se espera obtener en los próximos meses los permisos respectivos. En una situación más compleja está Nuevo Nivel Mina El Teniente, que pese a llevar más de un tercio de su construcción hoy no está tan a firme dada su complejidad geomecánica, algo en lo que la empresa está trabajando.
La empresa ha hecho públicos los inconvenientes que tiene este proyecto, que no sólo requerirá más plazo para su ejecución -estimándose su apertura no antes de 2020- sino que además se encareció fuertemente.
Aun así, se trata de un proyecto rentable, pues el distrito que cobija a la división El Teniente es de los de mayor potencial del país.
Pero el problema más complejo no es El Teniente, sino Andina.
El proyecto Andina 244, cuyo costo hoy se estima en sobre US$6.000 millones, tiene una serie de complejidades que impiden a la empresa tomar una decisión a firme sobre su futuro. Una es el costo, pues la inversión es demasiado alta para una iniciativa de este tipo, y otra es el rechazo que ha generado en las comunidades aledañas, encabezadas por la oposición de la municipalidad de Lo Barnechea y su alcalde, Felipe Guevara.
A esto se añade que Andina 244 podría chocar con la regulación sobre glaciares que actualmente se tramita en el Congreso, y que ha sido la gran traba que ha enfrentado Andina 244 al ubicarse precisamente en las cercanías de una zona glaciar.
Según el ex presidente ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú, Codelco está en una situación sumamente compleja porque tiene sí o sí que invertir, debido a que sus proyectos mayores vienen con un retraso. Por ello, si no invierte pone en riesgo sus niveles de producción, su generación de caja y finalmente, su rentabilidad.
“Lo más cuerdo y razonable es revisar los proyectos estructurales, de manera de que en la génesis del proyecto se garantice la mayor rentabilidad y la capacidad física para poder hacerlos. Pero el problema que tiene Codelco, y eso es lo más complejo, es que tiene que invertir para incorporar a su base productiva yacimientos de mayor ley y menor costo. Si no lo hace, se va a encontrar con el problema de que su producción va a ir cayendo. Eso significa que rápidamente se queda sin posibilidad de generar excedentes y entonces podría tener pérdidas”, señala Villarzú.