En casi dos horas de discurso y sin mencionar en un solo momento la palabra "inflación", la presidenta Cristina Fernández rechazó ayer la posibilidad de llevar a cabo una devaluación para recuperar competitividad al considerar que esa medida sería "destruir al único dique de defensa que nos queda, que es el mercado interno" en medio de la crisis mundial y de fuertes presiones contra la moneda. Con ocasión de celebrarse el 161 aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y acompañada por gran parte del gabinete y el precandidato presidencial del FPV, Daniel Scioli -pero con la ausencia de buena parte del empresariado-, la primera mandataria advirtió que "los que quieren devaluar es porque tienen dólares en algún lado y les conviene hacerlo".
De esta manera, y en medio de una fuerte escalada del dólar blue que ayer cotizó en los $ 15,96 pero que en horas previas había superado los $ 16, la jefa de Estado indicó que las devaluaciones en Brasil y China no mejoraron las exportaciones de los países que implementaron esas políticas, sino que por el contrario, esos países tuvieron una baja en las ventas al exterior.
"Hay que analizar los efectos y se darse cuenta que no hay una relación entre devaluar y aumentar exportaciones", indicó. Fernández también se mostró refractaria a las declaraciones de distintos sectores económicos que señalan a la pérdida de los superávits (comercial y fiscal) como una de las causantes del aumento del gasto público, la emisión monetaria y, por ende, de las presiones inflacionarias. Al respecto, responsabilizó al problema energético por el déficit fiscal que afronta la Argentina y sobre el déficit comercial sostuvo que no existe.
Al respecto, y ante el aplauso cerrado de un centenar de militantes de La Cámpora que se dio cita desde temprano, destacó "la recuperación de Yacimientos Petrolíferos" y el rol de YPF, mientras sostuvo que el Gobierno importa combustible para "mantener competitiva la economía y al conjunto de la actividad". "¿Querías inversión?, mirá cómo invierte YPF", resaltó la jefa de Estado, mientras celebró un aumento de producción de gas, petróleo y de puestos de trabajo en el sector.
Por otro lado, la mandataria se mostró dura con los empresarios al reclamarles más inversión y a las entidades financieras "que deben otorgar más crédito", al tiempo que defendió la necesidad de "mantener un mercado interno fuerte" y ratificó la utilidad de mantener a la vez el comercio administrado.
Un punto central del discurso fue cuando la jefa de Estado le respondió a las críticas previas del presidente de la Bolsa Adelmo Gabbial defender el proyecto de ley que buscará proteger las participaciones societarias del Estado en empresas privadas de potenciales ventas y que ayer quedó en condiciones de ser tratado en el recinto, merced a un dictamen de mayoría aprobado por el oficialismo.
A la vez, y en un pedido directo a Gabbi, quien habló sobre el problema de los encajes financieros, afirmó: "Por favor, no encajemos el país porque cuando el país se encaja y se va al pasto es muy difícil traerlo de la banquina y ponerlo en la ruta, y a uno que yo conozco se le fue la vida", en alusión al fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
Por otro lado, y en directa referencia al presidente de la Bolsa, la Jefa de Estado afirmó: "¿Sabés lo que necesita el mercado, o la persona que compra un bono?, tener la seguridad de que le van a pagar y éste Gobierno ha pagado todo". Al respecto, agregó que "Máximo utiliza una frase: cuando ponés la tarasca, querés que te paguen".
