El presidente Obama ha hablado durante la National Clean Energy Summit, el congreso sobre energías limpias más importante en EEUU, y que ha tenido lugar en Las Vegas (Nevada), para advertir que las energías renovables están para quedarse, marcarán la senda económica y resultan imprescindibles para combatir el cambio climático.
"Si te importa el futuro de nuestros hijos y nietos, te importan las energías renovables, y si alguien te dice que no es rentable, recuerda que ya lo hemos escuchado antes, porque es el debate entre quienes dicen no, no podemos, y aquellos que dicen sí, sí podemos, entre los que temen el futuro y quienes lo abrazan, y el futuro de América es el de las energías renovables", afirmó el líder estadounidense.
Las palabras de Obama llegan después de que el pasado 3 de enero anunciara el Plan de Energía Limpia, que aspira a recortar las emisiones de carbono de EEUU en un 32% en 2030 y constituye la iniciativa legal más ambiciosa jamás adoptada por un presidente de Estados Unidos para fomentar el uso de las energías renovables.
"No hay mayor reto para el futuro que el cambio climático", ha dicho Obama a la audiencia, "y esto es algo que repetiré cuando viaje a Alaska".
Obama volverá a referirse al cambio climático esta misma semana, en Nueva Orleans, donde asistirá a los actos del décimo aniversario del huracán Katrina, y constituirá, sin duda, el punto culminante de su discurso la próxima semana, cuando visite Alaska, aunque tendrá que hacer frente a las críticas recibidas tras aprobar los planes del gigante Shell para buscar petróleo en el océano Ártico.
Relajado, consciente de que hablaba ante una audiencia favorable, Obama repitió que EEUU es un país "optimista", convencido de que tiene "el poder y la creatividad para resolver los problema mientras nuestra economía sigue adelante".
"Los combustibles fósiles amenazan nuestro planeta y nuestra seguridad nacional", ha añadido, y aunque admite que "EEUU es todavía el mayor consumidor de combustibles fósiles", también subrayo que el país lidera la inversión y la investigación en el campo de las energías alternativas.
Las mismas de momento apenas constituyen el 13% de toda la que EEUU consume al año, pero también son un sector muy dinámico, de rápido crecimiento, y así el New York Times destacaba hoy mismo que el costo de la energía solar ha caído en EEUU un 78% entre 2009 y 2014, mientras el de la eólica lo ha hecho en un 58%.
"A principios de mes anuncié nuestro plan energético", ha dicho Obama, "el paso más importante que jamás haya dado América en la lucha contra el cambio climático, y lo hacemos no sólo porque es bueno para el clima, sino para la economía".
Finalmente advirtió contra el discurso de quienes aspiran a recortar la inversión federal en estas energías, aludiendo al conglomerado de la industria petrolera y sus think tank, así como a los líderes republicanos que han prometido torpedear su plan desde el Congreso.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió este martes que las energías renovables son una inversión rentableen términos económicos y, por tanto, competitivas en el mercado, y destacó el «liderazgo» que a su juicio está ejerciendo en este campo su país.
«Durante décadas, nos han dicho que no tiene sentido económicamente hablando cambiarse a la energía renovable. Hoy, eso ya no es verdad», se dirigió el mandatario a los asistentes a la Cumbre Nacional sobre Energía Renovable que se celebra en Las Vegas (Nevada).
Obama, que ha situado la lucha contra el cambio climático como una de las prioridades de su segundo mandato, puso como ejemplo la apuesta de grandes empresas estadounidenses como Walmart, Google, Apple y Costco por las energías limpias.
«Estas compañías no se pasan a la energía verde por altruismo», apuntó el presidente, quien cargó contra las «presiones» de la industria energética tradicional para poner trabas en el camino de las nuevas empresas de energías renovables e incluso en la promoción de la producción de particulares para el autoconsumo.
«Estas compañías, que siempre defienden el libre mercado, en este casose oponen a la libre competencia», indicó Obama.
«Nos negamos a rendirnos en nuestro deseo de energía limpia ante quienes la temen y luchan contra ella», remachó.
La lucha contra el cambio climático se ha convertido en una de las prioridades de Obama, que debe hacer frente a algunos políticos republicanos (partido que controla el poder legislativo) que siguen siendo escépticos sobre sus efectos e incluso sobre la propia existencia del calentamiento global.
«La industria de la energía solar el año pasado creó empleos a un ritmo diez veces mayor que el del resto de la economía», apuntó el mandatario, para quien una de las mayores bazas que deben jugar los defensores de las energías renovables es su gran impacto económico y la creación de puestos de trabajo en el sector.
En el que fue su primer día de trabajo tras dos semanas de vacaciones, Obama también anunció nuevas medidas ejecutivas y compromisos del sector privado «para acelerar la transición de Estados Unidos hacia fuentes de energía más limpias y formas de reducir el despilfarro energético».
Entre esas medidas está el aumento de 1.000 millones de dólares (864 millones de euros) en un programa de préstamos para proyectosde distribución de energía que usen «tecnología innovadora» como paneles solares.
También anunció la dotación de 24 millones de dólares (20 millones de euros) para 11 proyectos en siete estados que permitan desarrollar tecnologías para «duplicar» la cantidad de energía que cada panel solar produce, y presentó un compromiso alcanzado con varias empresas para proporcionar energía solar en las viviendas de unas 40 bases militares en todo el país.
Dentro de las nuevas medidas destaca también la flexibilización de un plan de la Administración Federal de la Vivienda que concede préstamos para mejoras energéticas en los hogares, así como la aprobación de una línea de transmisión para una instalación solar en Riverside (California) que dará energía a más de 145.000 hogares.
A comienzos de agosto, Obama presentó el llamado «Plan de Energía Limpia», que plantea que EE.UU. reduzca para 2030 en un 32% las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas respecto a los niveles de 2005.
El presidente recordó entonces que de esas plantas termoeléctricas procede «aproximadamente un tercio» de la contaminación total por carbono del país y remarcó que su plan es el paso «más importante» tomado jamás en EE.UU. para combatir el cambio climático.
La próxima semana, Obama visitará el estado de Alaska, donde volverá a hablar de la importancia de la lucha contra el cambio climático y de la necesidad de una respuesta global.
«Ninguna amenaza es mayor para nuestro futuro que el cambio climático. Creemos que lo podemos hacer bien y hacer el bien al mismo tiempo», concluyó Obama en su discurso de hoy.