Hace no muchos años, las mujeres tenían prohibido ?por costumbre y por ley- el ingreso a las faenas mineras. Pero esos tiempos cambiaron y hoy la industria es un sector más que ofrece grandes oportunidades de trabajo para ellas.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo del sector por captar la fuerza laboral femenina, las cifras aún demuestran que queda camino por recorrer.
Según datos del Estudio de Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena 2014 - 2023, la presencia femenina en la industria alcanzó un 7,3% el 2014, sólo un 0,2% superior al año anterior. Esto da cuenta de un estancamiento y una brecha notoria frente a países que hoy son referentes en minería, como Canadá y Australia, que el año anterior alcanzaron 17% y 19% en sus dotaciones respectivamente.
Las mujeres en minería actualmente tienen un nicho definido fuera de la cadena de valor principal. En Chile, en el último año, 65% de las mujeres en empresas mineras y 78% en proveedoras, se desempeñaron en labores administrativas.
Por su parte, quienes sí trabajaron en la cadena de valor, lo hicieron principalmente en procesos de extracción a rajo abierto y plantas concentradoras, siendo el perfil de geóloga (19%) el de mayor proporción de mujeres en empresas mineras y el de analista técnico (8%) en proveedoras.
Resulta interesante destacar que las mujeres alcanzan mayores niveles de profesionalización por estamento en comparación con los hombres. En el sector de operadores, este nivel duplica al alcanzado por operadores masculinos; mientras que en el nivel de supervisores, el nivel de educación terciaria de mujeres alcanza un 98% en contraposición con un 74% alcanzado por los hombres.
La diversidad de género es un concepto que se releva cada día más al interior de las empresas. Instituciones como MIHR Canadá, AWRA Australia y McKinsey afirman que la incorporación de mujeres produce mejoras sustanciales en cuanto a colaboración, trabajo en equipo, seguridad, resolución de conflictos y toma de decisiones, pensamiento global, sensibilidad social y rigurosidad en el trabajo.
Tomando en cuenta los beneficios de la incorporación de la mujer en la industria, varias empresas mineras han desarrollado interesantes iniciativas, donde destacan las experiencias de las faenas Gabriela Mistral y Ministro Hales (Codelco), Chagres (AngloAmerican), Carmen de Andacollo (Teck), Alto Norte (Glencore) y El Tesoro (AMSA), cuyas dotaciones femeninas fluctúan entre 10% y 27%.
El éxito de algunas de ellas se respalda por su alineación con el Programa de Buenas Prácticas Laborales con Equidad de Género del Servicio Nacional de la Mujer, que busca propiciar la reducción de brechas de género, mejorar los índices de incorporación y retención de mujeres y contribuir a aumentar la productividad y competitividad de las empresas.
Frente a un escenario donde se busca aumentar la incorporación de la mujer y mejorar sus condiciones de trabajo para asegurar su permanencia, es necesario tomar algunas acciones que nos muestran otros países.
En el caso de Australia (AWRA), las principales medidas apuntan a la creación de un organismo encargado de mejorar la atracción y retención de mujeres y el desarrollo de estudios que permitan definir una línea de base de la situación actual de la mujer en minería y cuáles son las brechas de información que existen al respecto.
Por otro lado, en Canadá (WiM) se está fortaleciendo y ampliando la base existente de estadísticas descriptivas y el acceso a esta información, lo que sirve como herramienta para desarrollar estrategias de mejor reclutamiento, retención, promoción y monitoreo de los avances de las mujeres en la industria
Finalmente, se recomienda avanzar en la formación y atracción de mujeres en minería, posibilitando la capacitación y mostrando el sector como un espacio con amplias posibilidades de desarrollo profesional.