El conflicto entre Antofagasta Minerals (Amsa) y Glencore por el botadero en la frontera entre Chile y Argentina está escalando a esferas políticas.
La pugna entre la minera ligada a la familia Luksic y el grupo Glencore, que en Chile es dueña del 44% de Collahuasi -entre otros activos-, es mirada con atención desde la Cancillería tanto de Chile como del país vecino.
En esa línea, según confirmaron a PULSO altas fuentes de Gobierno, recientemente hubo una reunión en el edificio de la Cancillería argentina entre funcionarios de esa repartición y el embajador chileno José Antonio Viera-Gallo, que tenía como único tema en agenda el conflicto minero.
En la cita, que se llevó a cabo bajo absoluta reserva, se le comunicó al diplomático chileno la preocupación del gobierno trasandino por el conflicto. Altas fuentes confirmaron que en la reunión se le dio a conocer al diplomático chileno la posición que tiene Argentina sobre esta pugna, que a su juicio ya no debía ser tratado como un problema entre empresas sino que a nivel de estados. Esto difiere con la posición que ha asumido el Ejecutivo chileno, que sostiene que se trata de un problema en el que los gobiernos no deben interferir.
“Este es un tema entre privados, en el que al Estado no le cabe responsabilidad. Sin perjuicio de ello, el Gobierno está dispuesto a cooperar, a fin de poner en práctica una solución que sea acordada entre las partes”, comentó Cancillería.
En esa línea, las conversaciones entre ambas autoridades apuntarían a lograr un mejor entendimiento. Por lo mismo se apuntaría a agilizar los permisos para el control de la escombrera, y ver un plan de largo plazo para solucionar la situación. De igual forma las conversaciones entre las autoridades se producen en un ambiente de definiciones para la pugna.
Ala judicial
Hace un par de semanas concluyeron las reuniones de conciliación en el marco de la demanda que interpusiera Glencore en contra de Los Pelambres, y que es tramitada por el juez federal de San Juan, Argentina, Miguel Ángel Gálvez.
Tras estas reuniones no hubo acuerdo entre las partes. Lo anterior, puesto que AMSA busca que la escombrera quede en territorio argentino, lo que es rechazado por la compañía suiza.
Al no existir acuerdo, el magistrado trasandino determinó que Pelambres debía cumplir la precautoria dictada en marzo y que había sido solicitada por Glencore. Es decir, el juez solicitó que AMSA presente hasta hoy 21 de agosto un plan de control ambiental mientras dure el juicio.
Glencore ha rechazado el cierre que ha propuesto AMSA en territorio argentino, pues la suiza no está dispuesta a hacerse cargo de un pasivo ambiental eternamente.
Mientras, desde AMSA aseguraron que por ahora no hay novedades en el proceso. Sin embargo, la minera ha señalado que “propondrá el Cierre Ambiental definitivo e integral de Cerro Amarillo, un depósito de rocas cuya construcción fue aprobada por las autoridades chilenas en 2004”.