El conflicto entre los Petroleros Jerárquicos y Chevron se agravó ayer tras la reunión en la delegación local del Ministerio de Trabajo. Como la compañía no garantizó la vuelta a sus tareas habituales de los empleados que están en sus casas, el gremio llevó a cabo un paro sorpresivo sin afectación a la producción para informar sobre la situación a sus afiliados.
Según informó Marcelo Zúñiga, delegado regional de Trabajo, se pasó a un cuarto intermedio para el miércoles próximo tras no haber avances en las negociaciones. La cartera laboral seguirá de cerca la situación, para dictar la conciliación obligatoria si alguna de las partes toma alguna medida fuerte antes del miércoles.
La petrolera presentó su plan de “reestructuración” en el yacimiento El Trapial y reiteró que no lleva a cabo despidos, sino que ofrece importantes indemnizaciones a quienes acepten desvincularse. En noviembre del año pasado había 250 trabajadores afiliados a Jerárquicos y hoy quedan 210, luego de los acuerdos que incluyen retiros voluntarios y jubilaciones.
El gremio indicó que los trabajadores están siendo “apretados” para que negocien su salida y que Chevron quiere recortar otros 50 empleos más. Indicaron que, para presionarlos, esos empleados fueron enviados a sus casas. Si bien cobran el sueldo, pierden gran parte de sus ingresos al no estar en actividad en el yacimiento.
El sindicato sostuvo que si no hay despidos, todos los trabajadores deben cumplir sus tareas habituales en. La empresa ofreció subir al campo el lunes a los que rechazaron la oferta, tras lo cual la reunión culminó con tensión.
“Hay alrededor de 50 trabajadores stand by, les están negado su derecho de trabajar”, indicó Rubén Maluenda, integrante de la comisión directiva del gremio, a LU5.
Ayer lanzaron un paro sorpresivo en El Trapial sin afectar a la producción para informar a los afiliados los detalles de la reunión con la empresa.
Salida sucia
El ajuste de personal en el yacimiento neuquino es parte de la política de achique que aplica Chevron Argentina en la Cuenca Neuquina. Trascendió que venderá tres áreas en Río Negro. Se trata del 100% de Estancia Vieja-Puesto Flores, y participaciones minoritarias en La Yesera y Loma Negra.
La compañía estadounidense busca deshacerse de esas áreas secundarias y maduras que por su volumen de producción son demasiado pequeñas para su escala.
Además, de El Trapial –uno de los yacimientos de petróleo más importantes del país– Chevron opera en Neuquén El Sauce (en Picún Leufú), un campo con gravísimos problemas de contaminación por la actividad petrolera. Allí ocurrió en la década del 40 el peor derrame petrolero de la historia de la provincia, por una huelga de trabajadores de YPF. La compañía debe culminar con la remediación antes de abandonar en el área. De hecho, en los últimos años tuvo varios cortocircuitos con la Provincia por incumplir con las tareas.