El petróleo intermedio de Texas (WTI) bajó hoy un 2,15 % y cerró en 40,45 dólares el barril, en un día en que llegó a cotizar por debajo de 40 dólares por primera vez desde el año 2009, y acumuló su octava semana consecutiva de pérdidas, mientras el barril de crudo Brent para entrega en octubre cerró en el mercado de futuros de Londres en 45,46 dólares, un 2,48 % menos que al cierre de la sesión anterior.
Al final de la sesión de operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del crudo WTI para entrega en octubre, que a partir de hoy se toman como referencia, bajaron 87 centavos de dólar.
El petróleo de referencia en Estados Unidos continuó en caída libre y cerró con un descenso semanal del 4,1 %, lo que le llevó a encadenar su octava semana consecutiva de pérdidas, algo que no sucedía desde 1986.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, terminó la sesión en el International Exchange Futures con un retroceso de 1,16 dólares respecto a la última negociación, cuando finalizó en 46,62 dólares.
El precio del Brent alcanzó durante la sesión su nivel más bajo desde marzo de 2009, al llegar a cotizar a 45,10 dólares el barril, por debajo de los 45,19 dólares que registró el pasado enero, su mínimo hasta ahora en 2015.
Los analistas atribuyeron hoy esta nueva caída a las dudas que despierta la economía china, el primer consumidor energético del mundo junto a Estados Unidos y que ha vuelto a causar pánico en los mercados financieros del mundo.
La posibilidad de que se reduzcan las compras de China, sumado al creciente número de pozos que está abriendo Estados Unidos y al estado de sus reservas, en su mayor nivel en las últimas ocho décadas, hace temer a los inversores que se agrave la situación de exceso de oferta que sufre el mercado.
La negativa de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a reducir el bombeo y el previsible regreso de Irán a los mercados cuando se levanten las sanciones internacionales contribuyeron a que los precios volvieran a caer en las últimas semanas.
El Economista
La tormenta no amaina en el mercado del petróleo. Esta semana ha sido un inesperado incremento en los inventarios de crudo en Estados Unidos lo que ha presionado a la baja al precio de los dos principales barriles de referencia en el mundo. Primero fue el West Texas americano, que el pasado 11 de agosto perforó los 43,46 dólares en los que se mantenían los mínimos del año y volvió a precios no vistos desde el año 2009.
Este jueves, 9 días después, el Brent europeo quiso imitar al barril americano y estuvo a punto de perder los mínimos intradía de 2015, en los 45,19 dólares, y regresar a niveles de hace más de seis años. En concreto, durante el día el barril europeo llegó a caer un 1,8% hasta los 46,31 dólares, a tan sólo un 2,4% de los 45,19 dólares que marcan los mínimos intradía del año 2015.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, explica que "el Brent sigue inmerso en una tendencia bajista. Las últimas caídas lo acercan cada vez más a mínimos del año 2008, el punto de origen de la última gran tendencia alcista del petróleo europeo. Si perdiese ese nivel -los 36 dólares-entraría en caída libre".
A partir de ahí, los siguientes mínimos relevantes se mantienen en los 20 dólares, precio que tocó tras el desplome que generó la desaceleración económica provocada por el pinchazo de la burbuja puntocom y el atentado del 11 de septiembre del 2001.
El aumento de la cantidad de petróleo que almacenan los silos americanos no es más que una anécdota dentro del contexto bajista en el que se encuentra inmerso el mercado del oro negro. China es ahora el principal dolor de cabeza de los inversores y el petróleo no escapa del punto de mira de los bajistas, en un momento en el que los problemas que atraviesa el principal consumidor de materias primas amenazan con generar una nueva crisis que puede contagiarse por todo el globo.
Con la devaluación del yuan, China pone en riesgo los esfuerzos inflacionarios de otras economías. A pesar de que la demanda de crudo sigue creciendo, las caídas de la divisa china amenazan con recortar las importaciones de petróleo del país, algo que puede presionar todavía más los precios del crudo. No hay que olvidar que el país se coronó este año como el primer importador de crudo del mundo.
Ahora, los grandes países productores de crudo encuentran un problema añadido en los descensos del yuan, ya que, además del riesgo deflacionario que tienen que encarar, mayores caídas en el precio de la materia prima castigará su balanza comercial.
Economías como Arabia Saudí, Rusia, Canadá, México, Venezuela y Noruega dependen en gran medida de sus ventas de crudo. Tampoco hay que olvidar el deterioro que están experimentando las ganancias de la industria petrolera: según FactSet caerán en 2015 hasta mínimos no vistos en el año 2003.
WSJ
Ahora que el crudo estadounidense ha marcado un nuevo mínimo de seis años justo por encima de US$40 por barril el miércoles, un creciente número de analistas y operadores aconsejan que nos preparemos para que el crudo baje a cerca de US$30 en breve.
Este precio, que no se ve desde el momento álgido de la crisis financiera, en febrero de 2009, podría alcanzarse ante la caída estacional de la demanda, que se une a los temores por la economía china y el persistente exceso de crudo a escala mundial. Un petróleo más barato sería positivo para los consumidores y las empresas, pero perjudicial para el presupuesto ruso y los productores de petróleo bituminoso estadounidenses. Además, pondrá a prueba los límites de las instalaciones de almacenamiento de petróleo en todo el mundo, llenas ya hasta el tope.
“En vista de dónde nos encontramos ahora, hay un 90% de probabilidades de que bajemos a los US$30”, indicó Chris Main, estratega de petróleo en Citigroup Inc.
En primavera, una recuperación del 40% dejó al petróleo por encima de US$60 por barril, lo que hizo creer que lo peor de las caídas de los precios en el último año había quedado atrás porque los inversionistas consideraron que los bajos precios provocarían reducciones de la producción lo suficientemente grandes como para equilibrar el mercado.
Pero el crudo vuelve a abaratarse. La semana pasada, la inesperada devaluación del yuan desató los temores a un aterrizaje forzoso de la economía de China, el segundo mayor consumidor mundial de petróleo. El mercado se prepara también para la llegada de millones de barriles de crudo iraní tras el acuerdo nuclear alcanzado entre las potencias mundiales y Teherán en junio, cuando se prometió la retirada de algunas sanciones al petróleo del país. Esto aumentará el exceso ya existente de esta materia prima por la mayor producción de Estados Unidos, donde se extrae ya a cerca de su nivel máximo en varias décadas, y de otros grandes productores.
“Estamos asistiendo al último acto del superciclo de las materias primas dirigido por China y eso está afectando al petróleo”, indicó Daniel Yergin, vicepresidente de IHS Inc, cronista desde hace tiempo de la industria energética. “Y con el actual exceso de oferta en el mercado y el espectro de la vuelta del petróleo iraní, ciertamente podríamos volver a los mínimos de la crisis financiera”.
El miércoles, el barril de West Texas Intermediate, barómetro de los precios en Estados Unidos, perdía un 4,41% a US$40,74. En diciembre de 2008, cayó por debajo de US$31.
Es cierto que la mayoría de los analistas sigue esperando que los precios toquen fondo pronto y se dirijan hacia US$70 por barril para finales del próximo año. Pero algunos vislumbran una lista de nuevas amenazas en los próximos meses, al término de la temporada de grandes desplazamientos por carretera por las vacaciones y cuando las refinerías estadounidenses, europeas y asiáticas retomen sus operaciones habituales de mantenimiento.
Carsten Fritsch, analista senior de materias primas en Commerzbank AG, cree que la próxima temporada de mantenimiento y los temores en torno al crecimiento en China podrían llevar al WTI fácilmente a los US$30 en los próximos meses. Y Andrew Lipow, presidente la consultora texana Lipow Oil Associates, cree que la presión sobre el crudo continuará hasta marzo.
El “escenario bajista” de Citi contempla una caída del WTI a en torno a US$33-US$31 por barril este año y durante gran parte de 2016.