El panorama petrolero mundial es complicado. El barril roza los US$40, el valor más bajo de los últimos seis años, y los expertos advierten que seguirá bajando.
Según JP Morgan, debemos considerar la desaceleración de las principales economías del mundo, por el avance del fracking en los Estados Unidos y por el incremento de la producción de Arabia Saudita, que horonda en los 10.5 millones de barriles diarios. Además está por levantarse las sanciones impuestas a Irán por sus programas nucleares que permitiría colocar más de un millón de barriles diarios en un mercado ya saturado.
El reporte mensual de agosto de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) indica que la demanda global de petróleo aumentará en 1.6 millones barriles al día, cifra considerablemente mayor a los 1.4 millones de barriles que pronosticó hace apenas dos meses.
Según la AIE, el petróleo almacenado en los Estados miembros de la OCDE aumentó en 9.9 millones de barriles en junio, hasta los 2.916 millones de barriles, cifra casi un 10% superior a la media histórica.
Estos precios bajos, momentáneamente, favorecen a Perú, por ser un país importador, pero cuando el precio recupere terreno, el país se verá en serios problemas.
En esta coyuntura el Estado peruano lanzó la licitación de ocho lotes el año pasado y no recibió ninguna propuesta. Ese escenario se repitió en la licitación del Lote 192 poniendo en jaque al sector petrolero nacional.
Carlos Gonzáles, gerente general de Enerconsult explica que, “si antes de la caída de la caída del crudo ya se hacía necesario tomar medidas para incrementar nuestra producción y nuestras reservas de hidrocarburos, en la situación actual es urgente”.
Ahora tenemos 65 contratos vigentes de los 90 que hubo en algún momento y los contratos que entran a fuerza mayor ya suman 30. Recordemos que en 1985 el Perú producía aproximadamente 200.000 barriles de petróleo diarios. Se exportaba petróleo pero la falta de incentivos en la industria ocasionó que estos niveles disminuyeran hasta llegar en 1987 a importar este recurso energético para satisfacer la demanda interna. Ahora apenas producimos 55.000 barriles diarios cuando la demanda supera los 200.000 barriles.
Ante la ausencia de postores para los lotes petroleros, influida básicamente por la caída de los precios, está coyuntura también debe verse como una oportunidad. Para Humberto Campodónico, ex presidente de Petroperú, es el momento preciso para que el Estado retome la explotación petrolera. La entrada al Lote 192 debe formar parte de un nuevo proyecto integral para Petroperú, que tome en cuenta todas sus actividades e inversiones, llevando a cabo la necesaria reingeniería y la mejora del Buen Gobierno Corporativo.
“Los activos del Lote 192 valen US$ 345 millones y revierten al Estado a título gratuito. Cualquier nuevo inversionista debe pagar esta cantidad, lo que en esta coyuntura de precios bajos del petróleo hace que la operación no sea rentable. Pero no sucede lo mismo con Petroperú, al no tener que recuperar la inversión la explotación se vuelve rentable”, explica Campodónico.
A la lista de licitaciones desiertas se suma la casi nula exploración en el sector. Recursos hay suficientes pero si antes los proyectos de prospección era contadas, ahora ya es una utopía. Para este año el Gobierno tenía la expectativa de perforar entre 30 y 40 pozos, pero apenas han perforado 3.
Según Carlos del Solar, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) el gran problema es la incapacidad estatal para promover la actividad y las duras condiciones en los contratos.
“Contratos duros, alejados de la realidad causan esta involución en el sector hidrocarburos en perjuicio de todos los peruanos. Estamos retrocediendo y el Gobierno no está dando señales claras para revertir esta crítica situación. No hay capacidad de reacción de parte de los organismos encargados de promover la actividad petrolera en una situación de esta naturaleza que no es coyuntural sino estructural”, sostuvo.
Del solar explica que urge que el Perú se adecue a la realidad mundial. “No tenemos control sobre el precio y vemos que no se está manejando bien el sector. Si seguimos así, el asunto se pondrá peor y el perdedor será el país que no podrá producir, ni descubrir los hidrocarburos que se necesitan para seguir impulsando el crecimiento económico del país”, advirtió.