Por la caída de los precios internacionales, en los primeros 6 meses de este año, ingresaron a la Argentina por el comercio exterior unos U$S 3.000 millones menos que en iguales meses de 2014. 

Por ese motivo, más una reducción mayor de los volúmenes importados con relación a las menores cantidades exportadas, explican que el saldo comercial haya caído de los U$S 3.326 millones entre enero y junio de 2014 a U$S 1.232 millones en la primera mitad de 2015. 

Así, en medio de la escasez de dólares por la que atraviesa la economía argentina y con estos valores internacionales, 2015 podría concluir sin superávit comercial o con un resultado positivo muy bajo.

En 2014, el superávit comercial del país fue de U$S 6.653 millones.
Justamente, el Banco Central de la República Argentina informó que en julio pasado el índice de precios de las materias primas se ubicó un 16,7% por debajo del valor de julio de 2014. Con relación a julio de 2013, la caída del índice en apenas dos años es del 30,8%.

También según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), los precios internacionales cayeron en el segundo trimestre el 19,9%, acentuando la caída verificada en el primer trimestre de este año.

Estos resultados adversos se explican porque los precios de lo que la Argentina vende al exterior cayeron el 16,7%, mientras los valores de lo que importa disminuyeron el 9,9%, de acuerdo a los datos informados ayer por el INDEC. 

De este modo, fue mayor la incidencia negativa de la baja de los precios sobre lo exportado que la ventaja respecto de las importaciones.

La caída de los precios de exportación fue generalizada ya que afectó a todos los rubros, liderado por los combustibles y lubricantes con un bajón del 48%. 
Pero el peso en las ventas externas, las mayores pérdidas afectaron a las exportaciones de alimentos con una baja promedio de los precios del 20,2%, seguida de los productos primarios con un descenso del 19,1%. 

El ránking de descenso de precios lo encabezan las semillas y frutos oleaginosos (-28,4%), residuos industria alimenticia (-27,6%), lácteos (-23%) y grasas y aceites (-17,1%).

Los productos industriales no se salvaron del bajón con un retroceso promedio de los precios del 2,3%. Pero mientras los precios de los productos químicos se desplomaron un 14,7%, los plásticos retrocedieron el 6,9%, mientras máquinas y aparatos eléctricos registraron un alza del 5,1%.

Del lado de las importaciones, la baja de los precios también fue generalizada, destacándose también los derivados del petroleo.
La excepción, a esta caída, fueron las piezas y accesorios de bienes de capitales cuyos precios subieron el 6,5%.

La baja de los precios del petróleo implica también una menor carga sobre los subsidios a la energía que se hace cargo el Tesoro Nacional, que justamente financian los mayores costos de importación.