El Frente Renovador alimentó la polémica por las inundaciones y la falta de obras en la provincia de Buenos Aires, y denunció que el Gobierno nacional desvió parte del fondo hídrico para instalar stands en Tecnópolis y para las represas en Santa Cruz, mientras una parte importante sigue sin utilizarse.
El diputado nacional Carlos Brown, que desde hace tiempo viene siguiendo este tema, recordó que en el año 2000 se logró la conformación de “un fondo hídrico para financiar el masterplan de la cuenca del Salado y otras problemáticas hídricas de diversos puntos del país”. “Pero esto empezó a funcionar con lentitud”, agregó.
Brown explicó en diálogo con radio La Once Diez que en los primeros años “se hicieron avances muy interesantes y se trabajó muy bien en la cuenca baja”, pero “después del 2007-2008, se produce una modificación en la ley que crea este tipo de impuesto y ya no se trabaja más en los temas rurales sino que se mete el tema de los saneamientos”.
Lo peor del caso es en los últimos años no sólo que las obras se detuvieron sino que los fondos empezaron a desviarse para otros objetivos totalmente diferentes. “En el semestre de este año se mandaron 950 millones de pesos para las represas de Santa Cruz”, afirmó Brown, que añadió que esos fondos “eran para terminar el masterplan de la cuenca del Salado”
El dirigente del Frente Renovador, candidato a intendente de San Martín, agregó en una columna que “en 2011 sus fondos fueron utilizados por el gobierno nacional para costear stands de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y de las universidades de Tres de Febrero y San Martín en Tecnópolis”.
En esa nota, agregó que “en el primer semestre de 2015 el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica originó recursos por $2856 millones; de los cuales -de acuerdo a UCOFIN, organismo encargado de administrarlo que depende del Ministerio de Economía- sólo se destinaron $452 millones a las provincias y municipios para abonar obras en curso, mientras que otros $250 millones fueron asignados al Plan de Control de Inundaciones”. Es decir que se destinaron casi 250 millones más para las represas que para el objetivo central del plan.
El diputado se preguntó “¿dónde se encuentran los $1207 millones que deberían utilizarse para mitigar este problema y que aún no fueron asignados?”. “Hay una desidia en el manejo de tema hídrico impresionante, una indebida utilización de fondos públicos afectados”, lamentó.
El año pasado, LPO dio cuenta que en 2013 el Gobierno había destinado el 95% del Fondo de Infraestructura Hídrica para la provincia a sólo cuatro distritos del Conurbano -Tres de Febrero, Merlo, Quilmes y Lanús-, relegando a los inundados municipios del interior bonaerense. De un total de 200 millones destinados a Buenos Aires, casi la mitad habían ido sólo al municipio que gobierna Hugo Curto.
En tanto, este medio también reveló que en los primeros nueve meses de 2014, el Ministerio de Economía retenía algo más de 780 millones del Fondo Hídrico -que se recauda con impuesto a las naftas y GNC. Los fondos que sí se habían asignado eran destinados a obras en curso y a ninguna obra nueva.
Meme cruel: Karina y Scioli, en góndola
Daniel Scioli a Ezeiza directo de Roma con el anteúltimo informe de situación de las inundaciones en territorio bonaerense. En la gobernación, a las 11, juntó a su gabinete para una actualización mientras declaraba la emergencia hídrica en su distrito: 2 mil evacuados, 4 mil autoevacuados y 10 mil afectados.
Su ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, le dio elementos para la defensa: hay "inversiones en marcha por $ 3.200 millones" para evitar el desborde de las cuencas, con 2 mil millones ya ejecutados. Para la conferencia de prensa, en la que apuntaría a un culpable natural ("nuestro adversario es el cambio climático", dijo), su equipo preparó un mapa de la provincia con los milímetros de lluvia caídos en cada una de las 29 localidades complicadas. En La Plata se respiraba bronca por el, esperable, aprovechamiento político de la tragedia por parte de la oposición, más precisamente del PRO y aún más certero de la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, que el domingo su precandidatura a gobernadora obtuvo el 30% de los votos.
Pero el principal alegato que debía esgrimir el presidenciable del FpV dependía de él: las razones de su inoportuno viaje al exterior, que a raíz de la polémica, adelantó su regreso: apenas permaneció 10 horas en el suelo italiano. "No hacemos ni ausencia ni demagogia política", fue la defensa y contraataque genérico de Scioli. "No van a encontrar de nuestra parte en estos momentos que desviemos la atención de lo que es lo más importante: atender a la gente", añadió. Sin embargo, con indisimulado malestar, desde su despacho partió la orden de no perdonar las fotos de la postulante de Cambiemos con botas de lluvia en barrios inundados. La vocera de la bronca fue su ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez. "Es lamentable el oportunismo de algunos dirigentes frente a la tragedia, como María Eugenia Vidal, que viene de turista a sacarse fotos a una provincia que no conoce", despotricó la funcionaria.
En el propio equipo de campaña sciolista admitían que tal vez haya sido otro error estratégico (el primero fue subir al avión), ya que rompió la tradición de años del ex motonauta de ignorar a los adversarios mientras es atacado: al apuntar contra Vidal, termina dándole aún más visibilidad. Y más que malestar, se puede interpretar un temor por la figura de una postulante con un sorpresivo caudal de votos en las PASO.
Fiel a su propio manual, el reproche del mandatario fue genérico. "Si bien podemos estar en el contexto de una campaña presidencial y de gobernador algunos toman un camino que creen que con eso pueden captar voluntades. Yo creo que cuando hay una situación de desgracia hay que unir voluntades", se quejó. En cambio, destacó que lo había llamado su par cordobés José Manuel De la Sota. En medio de la temporada de caza del electorado que dejó huérfano el ex presidenciable mediterráneo, su mención en la conferencia no pareció casual.
Sobre el viaje en sí, cuyo objetivo intercaló entre una agenda protocolar con una cuestión de salud (en Italia se hace curaciones en su muñón con el médico Roberto Cabrini mientras que en Francia se realiza las prótesis), Scioli justificó que viajó luego de que le informaran que la inundación tenía tendencia "a la baja", pero emprendió su regreso al registrarse un empeoramiento de la situación, con la sudestada, en "24 horas".
Al momento de la conferencia, el diario La Nación ya había informado que el gobierno italiano no tenía ninguna audiencia prevista entre el gobernador y su primer ministro Matteo Renzi, quien es más, estaba de vacaciones. "Ha sido un viaje personal, con contactos informales que iba a tener", sorteó Scioli. "Con Renzi son amigos, iba a ir a verlo a Florencia", añadieron en su equipo para disipar el misterio que, es tradición, rodea a las visitas anuales de descanso y médicas del gobernador en Europa.