Incorporado recientemente a las filas del macrismo, Juan José Aranguren, quien hasta julio y durante 37 años presidió la petrolera Shell, habla con notoria cintura política. Ayer, a tres días de transcurridas las PASO, el ingeniero químico disertó frente a un puñado de empresarios y diplomáticos en un almuerzo convocado por el Club de la Unión Nacional, en el que analizó la situación energética actual.
Para Aranguren, uno de los pocos empresarios que se animó, en más de una oportunidad, a enfrentarse públicamente con el gobierno kirchnerista, en la última década "no hubo una señal clara de precios, donde se perdió inversión y hubo un despilfarro energético que no ocurre en ningún lugar del mundo que llevó, entre otras cosas, al cepo cambiario". Sin mencionar la palabra ajuste, ni revelar detalles de la propuesta concreta en materia energética en la que está trabajando el equipo técnico del PRO del que forma parte, Aranguren sugirió que el próximo gobierno deberá realizar una reorganización de subsidios y tarifas. Sin embargo, advirtió que ese cambio debe darse de manera paulatina. "No se puede desregular las tarifas del sector eléctrico (congeladas por más de una década) de un día para el otro", respondió el ahora político a una consulta realizada por El Cronista.
Según el ex empresario, la próxima administración deberá seguir subsidiando a quien no puede pagar pero aquellos sectores que afronten el costo real de la energía se les debe brindar un buen servicio. "No puede haber permanentemente cortes de luz o de gas", señaló.
Confiado en que Mauricio Macri tienen chances en las elecciones presidenciales de octubre, Aranguren hizo hincapié en la trasparencia de datos. "Habría que tener conferencias de prensa todas las semanas para mostrarle y explicarle a la población los números públicos", evaluó y en esa línea puntualizó que "es clave para el ahorro energético también cambiar conductas". Hoy la Argentina importa el 12% de la energía primaria que consume y el déficit de la balanza este año terminará por encima de los u$s 5000 millones (aún atenuado por los menores precios internacionales del barril de crudo). Para revertir el contexto, Aranguren cree que es "esencial un marco de mayor seguridad jurídica". "No se pueden cambiar las leyes todo el tiempo" y "hay dos pilares sobre los que hay que trabajar: seguridad energética y cambio climático", manifestó.
En cuanto a los precios internos, Aranguren sostiene que a fin de año el nuevo gobierno deberá sentarse otra vez con los gremios y empresarios del sector para acordar otro pacto social.