Un paso trascendental para la concreción del proyecto de construcción del túnel de Agua Negra se dio este martes, cuando el Senado aprobó por unanimidad el II Protocolo Complementario al Tratado de Maipú de Integración y Cooperación entre la República de Chile y la República Argentina, considerado el último paso administrativo antes de comenzar el llamado a licitación del proyecto binacional, pues con ello ya recibió el visto bueno de los parlamentos de ambas naciones.
En definitiva, lo que reconoce este documento es la creación de la Entidad Binacional del Túnel de Agua Negra (EBITAN), organismo encargado de administrar el funcionamiento de la obra; se establecen las condiciones para realizar una licitación pública internacional y la distribución del financiamiento que significará la construcción para ambos países, cuya inversión se ha estimado en más de US$1.400 millones, de los cuales un 72% será costeado por Argentina y un 28% por Chile.
Según explicó el Canciller (s) de Chile, Edgardo Riveros con este trámite “estamos en condiciones de decir de que los protocolos están perfeccionados jurídicamente y, por lo tanto, lo que queda ahora es esperar que se ratifique por parte de ambas presidentas y comenzar lo que estos protocolos mandan y que los cronogramas puedan ser definidos”.
Cabe recordar que las gestiones para desarrollar esta obra de infraestructura de 14 kilómetros que unirá a las provincias de San Juan, Argentina, con la región de Coquimbo a través de la cordillera de Los Andes son de larga data y en el camino ha debido sortear no sólo el cambio de diversas autoridades que han participado del proyecto de integración, sino que además ha tenido que superar innumerables trabas administrativas.
Por ello, para el gobernador de la vecina provincia trasandina, José Luis Gioja, principal impulsor del proyecto durante todo este tiempo, esto no hace más que coronar el esfuerzo que han puesto por años, siendo ahora la iniciativa una política de Estado. “Creo que el sueño de San Martín y de O’Higgins se está haciendo realidad (…) Cuando recibíamos la noticia de la aprobación del Senado chileno nos invadía una emoción muy grande y estamos convencidos que este fenomenal proceso de integración es irreversible”.
Por ello, indicó la autoridad del vecino país, se debe trabajar “duro y rápido para que las presidentas junto con sus equipos puedan hacer el llamado a licitación”.
Por su parte, el intendente Claudio Ibáñez, explicó que lo que se viene ahora es que se concrete la toma de razón por parte de la Contraloría para que este protocolo sea Ley de la República, lo que se estima sucedería en el plazo de un mes, para luego iniciar el llamado a licitación. “Estamos ad portas de iniciar el proceso de ejecución de un gran proyecto, que involucra más de 1.400 millones de dólares”, precisó el jefe regional quien definió la obra como el proyecto de infraestructura más importante de la década.
“Estamos ante un hecho histórico, este es el proyecto de infraestructura más importante de la década que se va a materializar en la frontera entre Chile y Argentina, una obra de gran envergadura que va a generar beneficios económicos, comerciales, de integración cultural y turística entre San Juan y Coquimbo, pero también con las provincias del centro de Argentina, a través del Corredor Bioceánico Central, que nos va a conectar también con Porto Alegre, la zona más industrializada de Brasil”, precisó el jefe regional.
El proyecto Agua Negra estará ubicado a cerca de 4 mil metros de altura en la cordillera de Los Andes, en el límite que une a la región de Coquimbo con la provincia de San Juan, Argentina. Considera 13,9 kilómetros de longitud de construcción, con dos túneles paralelos, uno para cada sentido de circulación: descendente desde Argentina hacia Chile y ascendente de Chile a la Argentina.
Al interior, los túneles estarán separados entre sí por una franja de entre 30 y 60 metros y el proyecto considera varias conexiones internas de emergencia.
Cuando esté operativo, en 2025, se estima que atenderá un flujo de 2.200 vehículos al día, tanto menores como de transporte de carga y pasajeros.
Se ha calificado como una de las iniciativas fronterizas más importantes de Sudamérica y, por primera vez, se realizaría un llamado a licitación internacional en el que participan Argentina y Chile. Por ello el camino para su concreción no es fácil, pues se deben lograr diversos acuerdos entre ambas naciones no solo en cuanto al financiamiento, sino que también en cuanto a la administración y funcionamiento de la obra.
El ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, manifestó que ya se ha dado un primer paso, el sortear el tema administrativo y que ahora iniciarán el segundo que es el proceso de licitación como tal.
En videoconferencia con autoridades de ambos países, el secretario de Estado indicó reconoce que todavía queda un camino largo, pero que se trabajará en acelerar los procesos. “Lo que esperamos es poder tener en un plazo de 30 días un cronograma que proponerle a nuestras presidentas, porque las bases de licitación o pliegos ya están relativamente acordados, la forma de financiamiento también (…) y que estemos licitando cuanto antes lo que hace algunos años era un sueño y que hoy se ha transformado en un proyecto”.
Por su parte, la seremi de esta cartera, Mirtha Meléndez, sostuvo que se trata una obra de envergadura cuya ejecución tendría una extensión de 8 a 10 años a partir de esta aprobación. De esta forma, considerando los plazos para el llamado a licitación y posterior adjudicación, el inicio de las obras no se daría en el corto plazo. “De acuerdo a este protocolo, con el ministerio de Obras Públicas tenemos planificado el inicio de la licitación aproximadamente en octubre, pero esta obra conlleva terminar los diseños, por lo cual creemos que la construcción debiera partir en unos dos años más, porque también incorpora los estudios ambientales y se debe respetar la legislación de ambos países en esta materia”, especificó.
De darse los procesos que están programados respecto de esta obra, se espera que para el 2025 este túnel sea el eje central del Corredor Bioceánico Central (CBC), que uniría a la zona de Porto Alegre, en el Atlántico, con Coquimbo, en el Pacífico. De hecho, de acuerdo a un estudio de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte (UCN), recibirá cargas de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, con la facilidad logística de acceso a 21 puertos, nueve aeropuertos y una red de carreteras aledañas para permitir otras conexiones.
Por esta razón es que presidente del Consejo Regional, José Montoya, calificó la aprobación de la iniciativa como un hecho histórico. “Una vez que se construya el Túnel de Agua Negra va a haber un antes y un después de la región, esto va a significar la reactivación de nuestra economía, generar mayor cantidad de empleos, tráfico de mercadería, para lo cual tenemos que prepararnos y generar una planificación que permita mejorar las carreteras, aeropuertos y la infraestructura portuaria, para ponernos a la altura de un paso internacional que va a estar habilitado los 365 días del año”, especificó.
En efecto, el desafío a futuro de las autoridades regional será el analizar cómo se mejorarán las vías de conexión desde el valle de Elqui hasta el Puerto de Coquimbo, de manera de no alterar el movimiento actual de las ciudades.
“La comisión que estoy presidiendo va a tener una gran tarea en lo que significa lograr que nuestra región tenga un avance físico y así estar preparados para poder acoger todo lo que será el tema comercial y turístico”, sostuvo Lidia Zapata, presidenta de la comisión de ordenamiento territorial, planificación e infraestructura del Core.
En tanto, el embajador de Argentina en Chile, Ginés González destacó que justamente en la actualidad, debido al mal tiempo imperante, prácticamente todos los pasos fronterizos binacionales se encuentran cerrados producto de la nieve, situación que no sería tal si se contara con infraestructura como el Túnel de Agua Negra.
••• En entrevista con El Día, el gobernador de la provincia de San Juan y principal impulsor del proyecto del túnel de Agua Negra, José Luis Gioja, manifestó su satisfacción con la aprobación del II Protocolo de Acuerdo pues sostuvo que “esta era la última piedra legal que había que sacar del camino, creo que todos los temas legales, formales, están ya afuera. Ahora hay que terminar de armar el pliego y ver la financiación”.
Respecto de esto último, la autoridad trasandina se mostró confiado en que la obra binacional contará con el respaldo financiero necesario para su ejecución. Una de las opciones para ello, sería recurrir al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Sería ideal si el BID financia todo y el pago se hace en la proporción señalada y acordada entre Chile y Argentina, que es de 28% y 72% respectivamente”, sostuvo, pues indicó que “el objetivo del BID es trabajar por las obras de integración entre países latinoamericanos, así que nos vendría muy bien”. No obstante, una dificultad en este sentido podría estar, dice, en los tiempos. “Lo que no queremos es que nos lleve mucho tiempo, pero no quiero interferir en esos procesos”, sostiene.
Otra de las alternativas que se plantean, manifiesta, es que cada una de las empresas traiga un programa financiero. “Hay empresas chinas con financiamiento chino, hay empresas coreanas con financiamiento coreano, empresas rusas con financiamiento ruso, mixtas entre argentinas y brasileñas, a mí me parece que eso va a andar bien”, precisa y recuerda además que para este proyecto ya se efectuó un llamado internacional a las empresas a ser oferentes en este proceso.
“Originalmente se hizo un llamado a empresas a ser oferentes que trajeran una espalda financiera. De esas quedaron 18 que tenían una propuesta”, agrega.
Asimismo, Gioja recalca que en el presupuesto de la nación argentina “está el aval, la garantía soberana de la Argentina para avalar el financiamiento de esta obra”.
Por ello, concluye “me parece que el tema del financiamiento no es un problema, porque en el mundo hay mucho capital, con seguridad el capital está”.
Luego de que el Senado chileno aprobara el protocolo que le da vía libre a que se haga el llamado a licitación para la construcción del Túnel de Agua Negra, funcionarios trasandinos de alto nivel ayer dejaron traslucir su ansiedad y entusiasmo por dar ese paso. “Vamos acordar un cronograma para obtener el aval de ambas presidentas para licitar cuanto antes”, dijo Alberto Undurraga, ministro nacional de Obras Públicas del vecino país. “Estamos muy felices de estar en la fase final que va a dar inicio al proyecto de infraestructura más importante de la década”, resaltó Claudio Ibáñez, intendente de Coquimbo, mientras que el presidente del Consejo de esa región, José Montoya, aseguró que “si bien teníamos la seguridad de que se iba a concretar, a nuestros ciudadanos les debíamos señales más certeras”.
El contundente respaldo de las autoridades chilenas se dio a través de una videoconferencia tripartita entre Santiago de Chile, la Región de Coquimbo y San Juan, en este último caso encabezada por el gobernador José Luis Gioja. La emoción de los trasandinos fue tan grande que Ibáñez dijo que “coordinaremos con nuestros ministros y con el mandatario sanjuanino para transformar esta tremenda noticia en un hito muy importante, en el que vamos a tener que organizar un abrazo de Agua Negra, como se hizo durante la firma del Tratado de Maipú”. Ese acuerdo, que dio el impulso al Túnel, se celebró en 2009 entre la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y su par Michelle Bachelet. Por su parte, Gioja fue más cauto y expresó sobre el anuncio del llamado a licitación que “vamos a tratar de que tenga la mayor institucionalidad posible”.
Lo que el martes aprobó el Senado chileno fue la continuidad del Tratado de Maipú, el llamado Segundo Protocolo, el cual resuelve todos los temas bilaterales entre las dos naciones, como aspectos impositivos, leyes de trabajo, de aduana y migraciones, por ejemplo. Como el Congreso argentino ya le había dado el OK, la norma se transformará en un tratado internacional. Luego del aval legislativo trasandino, transcurrirá un plazo de 30 días para su protocolización y que entre en vigencia. Tras ese paso, el ministro de Infraestructura, José Strada, estimó que se estaría llamando a licitación a fines de septiembre o sino a principios de octubre. Gioja explicó que los 19 consorcios de empresas interesadas se tomarán un plazo de al menos 4 meses para presentar sus ofertas técnicas y económicas debido a la magnitud de la obra, por lo que dijo que en esa etapa ya no estará como Gobernador. El ministro chileno Undurraga, entusiasmado, dijo ayer que ya quedaban 29 días para “tener un cronograma de licitación que ofrecerles a nuestras presidentas, para que acuerden si les parece lo que les proponemos y acepten que esa sea la forma”.