Desde que salió a bolsa en 2011, la acción de Glencore PLC ha perdido más de 60% de su valor. La caída es una muestra del alto precio que las empresas mineras están pagando por el desplome de las materias primas y una señal de que algunos inversionistas cuestionan la estrategia del gigante minero.
A comienzos de la semana pasada, la acción de la empresa con sede en Baar, Suiza, cayó por primera vez a menos de 2 libras esterlinas (US$3,12), muy por debajo de las 5,30 libras que cotizaba en mayo de 2011. Entre el viernes y ayer se recuperó levemente.
El descenso contradice las previsiones del presidente ejecutivo de Glencore, Ivan Glasenberg. En una entrevista con The Wall Street Journal meses después de la oferta pública inicial, el ejecutivo dijo que el precio de las acciones se cuidaría por sí solo a medida que se generaran ganancias.
Luego de sufrir una devastadora pérdida neta de US$8.050 millones en 2013, Glencore cerró el año pasado con una utilidad neta de U$2.310 millones. Pero el precio de su acción se desinfló desde entonces debido a las expectativas de que las ganancias del primer semestre de la compañía se vean afectadas por la caída de los precios de las materias primas, en particular el cobre, el carbón y el níquel. La compañía tiene previsto dar a conocer sus resultados del primer semestre el 19 de agosto.
Durante los últimos 12 meses, su acción ha caído 44%, comparado con un descenso de aproximadamente 25% de la de Rio Tinto PLC y BHP Billiton Ltd., dos de sus principales competidores.
Rio y BHP han sufrido por su exposición masiva al desplome de los precios del mineral de hierro, que llegaron recientemente a un mínimo de más de una década. Se suponía que Glencore, que no tiene operaciones de extracción de mineral de hierro, se beneficiaría por tener una cartera más diversificada de materias primas, que incluye cobre, carbón y zinc. Pero la debacle de estos commodities, que han caído también a mínimos de varios años, echó por tierra ese pronóstico.
Glencore "[no es del tipo de] empresa que pueda desempeñarse en un entorno de caída de precios de las materias primas", dijo Nik Stanojevic, analista de acciones de Brewin Dolphin, una administradora británica de patrimonio que maneja US$37.000 millones. "Sus operaciones mineras son más [caras] que las de productores de menor costo [y] tiene una deuda mucho más alta" que rivales como Rio y BHP, dijo el analista.
Glencore declinó hacer comentarios para este artículo.
Fundada por Marc Rich, un financista condenado en EE.UU. por evasión fiscal y posteriormente perdonado por el presidente Bill Clinton, Glencore ha sido una de las mayores y más exitosas corredoras de materias primas del mundo. Pero al sacarla a la bolsa, Glasenberg -quien ganó cerca de US$10.000 millones con la operación- llevó por un rumbo nuevo a una compañía que por mucho tiempo había evitado ser el centro de atención. En 2012, Glasenberg hizo una oferta de US$29.500 millones por el gigante minero Xstrata. Al año siguiente, cuando se concretó la compra, Glencore se convirtió en una de las mayores mineras del mundo.
La fórmula secreta de la compañía, dicen ejecutivos de Glencore, es su brazo de corretaje o marketing, que según ellos puede producir ganancias sin importar en qué dirección vaya el mercado, llevando así a la firma por delante de sus competidores.
Este brazo ayudó a impulsar las ganancias el año pasado, cuando los bajos precios del petróleo permitieron a los corredores comprar crudo barato y lograr altos precios de reventa en contratos futuros.
El pobre desempeño de Glencore desde su salida a bolsa destaca lo brutal que el colapso de los precios de las materias primas ha sido para las mineras. La caída se aceleró en los últimos doce meses. En ese período, el Índice de Commodities Goldman Sachs S&P perdió 40%, un lapso en el que el Promedio Industrial Dow Jones tuvo una ganancia de aproximadamente 6%.
Una serie de factores están detrás de la caída de los commodities, pero la desaceleración económica en China es de lejos el más importante.
Durante el llamado súper ciclo de las materias primas de la última década, cuando la creciente demanda del gigante asiático llevó los precios a valores récord, las mineras gastaron miles de millones de dólares con la esperanza de que ese auge durara muchos años.
Desde 2001, la industria minera mundial ha gastado más de US$1 billón en nuevos proyectos, según un informe de julio de Goldman Sachs Group Inc.
Proyectos lanzados durante el auge comenzaron a entrar en funcionamiento justo cuando los precios colapsaban, vertiendo así mayores recursos en el mercado como sal en una herida. Los precios cayeron aún más y dieron lugar a pérdidas masivas, incluyendo una rebaja de US$7.500 millones en el valor contable de Glencore, en gran parte debido a la compra de Xstrata. Desde 2008, las principales 40 empresas mineras del mundo han acumulado rebajas en su valor en libros de US$190.000 millones, con un máximo de US$57.000 millones en 2013, según PricewaterhouseCoopers.
Algunos inversionistas ven los problemas accionarios de Glencore como una oportunidad de compra. "Estamos en el ojo de la tormenta en todo lo relacionado con materias primas", dijo Richard Buxton, jefe de renta variable británica en Old Mutual Global Investors (Reino Unido), que según FactSet posee 26,8 millones de acciones de Glencore. Buxton dijo que recien-temente compró más acciones de Glencore.
En los próximos días, los inversionistas podrán dar un vistazo al desempeño de Glencore, cuando la compañía presente el jueves su informe de producción del primer semestre, y luego el 19 de agosto el reporte de ganancias del mismo período..