Las ambiciosas reformas que lleva adelante el Gobierno de Chile han aumentado la incertidumbre y en el corto plazo afectarán la inversión privada en el mayor productor mundial de cobre, dijo el jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo, que revisó levemente a la baja su proyección de crecimiento para el país este año al 2,5 por ciento desde el 2,7 por ciento que estimaba previamente, aseguró que el principal factor de desaceleración ha sido el fin del auge de precios de las materias primas.
Sin embargo, destacó que la confianza empresarial y de los consumidores se ha visto golpeada por la agenda de reformas estructurales incluídas en el plan de gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet, en una modificación de tono desde la visión más positiva sobre los cambios el año pasado.
"Si se implementan bien, estas reformas podrían estimular la productividad y el crecimiento a largo plazo, pero el encarecimiento del capital y la complejidad del nuevo régimen impositivo probablemente tendrán un efecto negativo en la actividad económica a corto plazo", dijo el FMI en un informe sobre la economía del país.
La fuerte caída en el precio del cobre ha reducido drásticamente la inversión en el sector minero de Chile, cuya actividad económica acumuló una expansión de sólo un 2,1 por ciento en los primeros seis meses de este año.
En el 2014, la economía creció un 1,9 por ciento, su ritmo más débil en cinco años.
El Gobierno consiguió aprobar el año pasado una compleja reforma tributaria y actualmente empuja por modificaciones al sistema educativo y laboral en una de las naciones más ricas pero desiguales de América Latina.
Bachelet, que arrasó en la elección presidencial del 2013, ha visto derrumbarse su popularidad y aumentar el nivel de rechazo a su gestión a un máximo histórico el mes pasado, en parte por el impacto del menor dinamismo de la economía.
Ante el enfriamiento, el Gobierno elevó el gasto público en casi un 10 por ciento para este año, mientras que el Banco Central mantiene la tasa de política en el 3,0 por ciento, un nivel considerado expansivo.
"La caída de la inversión fija refleja en parte una disminución de la confianza de las empresas que no puede conciliarse totalmente con los shocks externos y particularmente se deriva de la incertidumbre generada por el programa de reforma estructural y sus costos a corto plazo", enfatizó el organismo.
Un sondeo privado divulgado el mes pasado reveló que la percepción sobre la economía se deterioró en junio, en el decimotercer mes consecutivo que la medición se mantiene en el área pesimista.
Pese al panorama más pesimista, el FMI estima que la posición externa del país ha mejorado "notablemente", observándose un fuerte descenso del déficit de cuenta corriente y un tipo de cambio real más próximo a un nivel acorde con los fundamentos macroeconómicos y de política.
Para el 2016, el organismo proyectó una expansión del 3,1 por ciento para la economía chilena.
La entidad internacional señaló que "si se aplican correctamente, las reformas tienen el potencial de estimular la productividad y el crecimiento a mediano plazo, pero pueden implicar costos a corto plazo”.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntó hoy que la recuperación vista en Chile en los últimos meses ha perdido "algo de impulso", arrastrada por la caída de la inversión y el fin del boom de la minería, y señaló que se prevé una expansión del 2,5 % en 2015 y del 3,1 % en 2016.
"La fuerza determinante de la desaceleración económica en 2014 ha sido la drástica caída de la inversión privada, principalmente como consecuencia del fin del 'boom' de la minería pero también de la incertidumbre y los costos de ajuste asociados al programa de reforma estructural", explicó el Fondo en su artículo IV, como se conoce a la revisión anual de la economía.
De acuerdo con los cálculos del organismo, la inversión cayó en 2014 un 6%, en respuesta a la caída del precio del cobre, el principal producto chileno, que ha perdido un 35 % a mediados de 2015 de su valor desde su punto más alto del 2011.
Por otro lado, la institución dirigida por Christine Lagarde señaló que también ha afectado a la confianza empresarial "la incertidumbre asociada al ambicioso plan de reformas estructurales anunciado por la nueva administración" a comienzos del año pasado.
"Si se aplican correctamente, las reformas tienen el potencial de estimular la productividad y el crecimiento a mediano plazo, pero pueden implicar costos a corto plazo. Uno de ellos se asocia con el mayor costo del capital derivado de la reforma tributaria que fue aprobada en septiembre pasado para ayudar a financiar el gasto en esas áreas", indicó el FMI en un anexo del reporte.
Por ello, recomendó a Chile trabajar en dos frentes: adaptarse a las nuevas condiciones externas, con el objetivo declarado de reducir la dependencia del cobre, y minimizar los posibles efectos negativos a corto plazo de las reformas internas destinadas a impulsar la productividad y la innovación.