La provincia de San Juan solicitó ayer a la empresa chilena Pelambres que tome el control ambiental de la escombrera que construyó ilegalmente en terreno del yacimiento El Pachón en Argentina y que abandonó en 2011. Son 50 millones de toneladas de escombros.
Mientras se desarrolla el juicio que le inició El Pachón S.A., cuya inversora es Glencore, la Fiscalía de Estado de San Juan insistió a Minera Los Pelambres (de Antofagasta Minerals) concretar cuanto antes el control ambiental de la escombrera, medida exigida por Pachón en la precautoria y ordenada también por un juez federal de la provincia cuyana en marzo pasado.
El Pachón es un proyecto minero en un pórfido de cobre y molibdeno, cuyo depósito mineral se encuentra ubicado en la en la localidad de Calingasta, a cinco kilómetros de la frontera con Chile, y para la que Glencore Argentina (de origen suizo) comprometió en diciembre pasado una inversión de U$S 3.000 millones para sacar adelante el proyecto
El control de la escombrera de Pelambres es lo que da origen a la demanda civil contra Minera Los Pelambres por ocupación de unas 60 hectáreas, donde depositó 50 toneladas de escombros mineros y cerca de 500 neumáticos de camiones mineros de gran porte, residuos que además cubrieron y afectaron lagunas cordilleranas.
La Fiscalía de Estado de San Juan se hizo parte del proceso con el fin de resguardar los derechos colectivos que tiene como provincia y abogar por el cuidado del medio ambiente, y en la misma línea que Pachón, señaló que Minera Los Pelambres deber tomar el control ambiental de la escombrera cuanto antes, mientras dure el juicio. La Fiscalía insistió en el retiro inmediato de los neumáticos dispuestos y enterrados en el botadero, práctica prohibida tanto en Chile como en Argentina, y exigió el monitoreo de aguas con la auditoria de organismos independientes.
Para el 10 de agosto se fijó una nueva audiencia. El Pachón aclaró que, sin perjuicio de las medidas de mitigación y protección transitorias, la única alternativa admisible, posible y viable para subsanar definitivamente el daño provocado, es que la escombrera sea retirada íntegramente de su propiedad.
Se trata de una solución que posiblemente implique un alto costo económico, pero tal como ocurre con otras compañías a nivel mundial, es ineludible que quienes son responsables de la contaminación, se hagan cargo de los costos que implican las labores de mitigación medioambiental, informó la empresa El Pachón S.A.