El pasado 20 de marzo se lanzó el nuevo sistema de fijación del precio del oro en Londres que los medios saludaron como un salto cuantitativo porque se pasaba de un modelo victoriano anticuado a una subasta electrónica más acorde con el siglo XXI pero, ¿es cierto? ¿por qué se podía manipular el precio del oro en esa época?
El London Gold Fixing establecía el precio del oro desde 1919, dos veces al día, a través de una reunión de los bancos miembros. Teóricamente, con este sistema, la oferta y la demanda de los productores, consumidores e inversores, encontraba un equilibrio en el comercio del oro físico y esta cotización del oro de Londres servía de referencia global para el mercado del oro físico.
El ICE Benchmark Administration (IBA) fue elegido para gestionar la plataforma de negociación electrónica, de lo que ahora se conoce como elLBMA (London Bullion Market Association). Como recientemente recordaba el Wall Street Journal, los bancos “participaban en una conferencia telefónica para determinar las correcciones diarias, un sistema prácticamente sin cambios durante casi un siglo”.
Sin embargo, la evidencia sugiere que en la última década, la tecnología utilizada para establecer las cotizaciones de oro a diario era mucho más avanzado de lo que los medios de comunicación cuentan, y que, desde el año 2004, el mecanismos de fijación del precio del oro no estaba tan tecnológicamente atrasado como está generalmente aceptado.
Un poco de historia de la fijación del precio del oro en Londres
En abril de 2004, NM Rothschild anunció que se retiraba de los productos básicos y del comercio de oro, renunciando a la presidencia y a cualquier participación en las dos reuniones diarias para establecer la cotización del oro. Su salida dejó a los bancos HSBC, Deutsche Bank, Scotia Mocatta y SocGen (Société Générale) como únicos responsables. Estos cuatro bancos tuvieron que introducir algunos cambios, aunque solo fuera porque la salida de NM Rothchild les dejó sin la posibilidad de seguir utilizando las oficinas de Rothschild en St Swithins Lane, cerca del Banco de Inglaterra, para sus reuniones. Así que la nueva situación trajo consigo tres cambios notables; la rotación anual de la presidencia, sustituir las conferencias presenciales por otras telefónicas y una tercera menos conocida, una “aplicación basada en la web”.
El 29 de abril de 2004, Tim Wood de Mineweb.com escribió un artículo comentando los nuevos cambios y señalando del último que una “aplicación basada en la web para la fijación de los precios se presentará a finales de este año”. También el New York Times comentó algo al respecto, el 6 de mayo, “el London Bullion Market Association, que controla el proceso de fijación de precios, tiene planes para introducir “una aplicación Web” en vivo para la fijación de precios, este mismo año”. Aunque la confirmación más autorizada de este “comentario basado en la web” viene de la edición Trimestral del Boletín del Banco de Inglaterra: “Desde el 5 de mayo, una conferencia telefónica ha sustituido a las reuniones presenciales dos veces al día. Una aplicación basada en la web para permitir la visualización del proceso de fijación se va a introducir a lo largo del año 2004″.
Así que parece que una aplicación basada en la web y en tiempo real ha sido utilizada por los cinco miembros -Barclays sustituyó a NM Rothchild el 7 de junio – del London Gold Fixing desde 2004. Una herramienta que permitiría la visualización del proceso de fijación, y que presumiblemente significa ver las órdenes ingresadas por cada participante y los precios dentro de la subasta.
Aunque la existencia de esta herramienta, basada en la web, nunca es mencionada por los medios financieros -que insisten en un sistema anticuado que ha permanecido casi inmutable desde 1919-, parece lógico pensar que alguna aplicación basada en la web y en tiempo real se introdujo y ha sido utilizada en las conferencias telefónicas mantenidas por los bancos. Una aplicación capaz de monitorizar todos los pedidos realizados, compras, ventas y la ejecución de las operaciones, por ejemplo. Una sofisticada herramienta patrocinada por gigantes económicos como HSBC, Scotiabank, Deutsche Bank, Barclays y Société Générale que pueden disponer de enormes recursos tecnológicos. Y que bien podrían haberle dado más usos. Hasta agosto de 2014, HSBC, ScotiaMocatta y Deutsche también participaban en la fijación del precio de la plata (London Silver Fixing). ¿Tenían a su disposición esta misma herramienta para el mercado de la plata? Si nos creemos a Harriet Hunnable del Grupo CME esta pregunta no tendría mucho sentido porque, según señaló en un artículo publicado el pasado mes de octubre: “en muy poco tiempo, hemos transformado un mercado, que trabajaba con lápiz y papel, introduciendo plataformas electrónicas”. Un comentario muy difícil de creer cuando además, dos de sus traders fueron suspendidos por manipular el precio del oro en el Comex.
Manipulación de los precios del oro a partir de 2004
Hay una interesante correlación en el tiempo entre la aplicación basada en la web, puesta en marcha en 2004, con el momento de la supuesta manipulación de los precios del oro, a partir de ese mismo año. El 28 de febrero de 2014, Liam Vaughan escribió un artículo en Bloomberg denunciando que “el índice de referencia utilizado por los mineros, compradores y bancos centrales para valorar el metal, puede haber sido manipulado durante la última década por parte de los bancos”.
¿Podría la introducción de una herramienta informática propiciar una manipulación del precio del oro que no era posible durante las reuniones celebradas en las oficinas de NM Rothschild en St Swithins Lane?
El 23 de mayo de 2014, la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido (FCA) anunció su intención de multar a Daniel Plunkett, un ex trabajador de Barclays y director de su sección de Metales Preciosos por la manipulación del precio del oro y también multar a Barclays por malas prácticas. En noviembre 2014 Goldman y HSBC fueron demandados por manipulación del precio del platino y paladio desde 2007
Desde la presumible puesta en marcha de la aplicación web en 2004 y el convulso periodo recorrido hasta marzo de 2015 parece evidente que los mercados de oro y plata no eran un agujero tecnológico –con el lápiz y papel como herramienta punta- sino un engranaje basado en una sofisticada herramienta informática. Así que cuando los medios anunciaron -y todavía insisten en esta idea- un cambio de era y una modernización sin precedentes en estos mercados, igual es todo lo contrario, y que en la actualidad estemos tecnológicamente por debajo de las capacidades demostradas por esta poderosa aplicación informática utilizada en la última década. En todo caso poco cambiará para la fijación del precio del oro en Londres.