Siderca, una empresa del grupo Techint, tiene suspendidos a 3.300 operarios en turnos rotativos. Eso representa casi dos tercios de su dotación de 5.000 personas que trabajan en su planta de Campana. La medida es consecuencia de la caída en el precio internacional del petróleo, que paralizó la demanda de tubos sin costura que fabrica la empresa, cuyos principales clientes están en Estados Unidos y Canadá.
Los trabajadores suspendidos están cobrando un 85% de su sueldo básico por un acuerdo entre la compañía y el sindicato UOM. La empresa y el gremio pactaron eso en abril, pero la medida comenzó a implementarse en junio y se prolongará hasta octubre.
La planta de Campana está funcionando al 30% de su capacidad, uno de los niveles más bajos de su historia. Además de las suspensiones, no se renovaron contratos y se abrieron retiros voluntarios. Siderca reemplazó servicios de terceros con personal propio y suspendió horas extras.
La planta de Campana exporta el 70% de lo que produce. Hasta que no repunte el precio del petróleo –que ayer cayó nuevamente a US$ 47 por barril y acumuló un 21% de descenso en julio–, las perspectivas son negativas. En la empresa son reacios a cualquier acuerdo entre la Argentina y China, ya que culpan a ese país de vender tubos a precio de “dumping” (menor importe del que debería, con tal de ganar participación de mercado).
Tenaris –la compañía que es dueña de Siderca– también cerró las fábricas de Bay City (Texas, hace tubos sin costura), Conroe (Texas, 230 empleados, de varillas para bombeo), Westwego (Louisiana, 90 trabajadores) e interrumpió el funcionamiento de TenarisPrudential (Canadá), con 170 personas que marcharon a sus casas.
La caída en el precio del petróleo provocó la eliminación de 100.000 empleos en los Estados Unidos, lo que comprende a gigantes de servicios petroleros como Baker Hughes, Halliburton y Schlumberger.
El 45% de las ventas de Tenaris –que superan los US$ 10.000 millones anuales– dependen del mercado norteamericano. Los inconvenientes en Estados Unidos complicaron el plan de negocios de la empresa controlada por la familia Rocca.
En la Argentina, el mercado petrolero logró desacoplarse un poco del internacional a través de una salida particular. Las compañías se comprometieron a pagar US$ 77 por barril de crudo (el precio internacional es de US$ 50) con el fin de mantener el empleo. Como el precio de los combustibles sube, los consumidores están subsidiando a la industria. De esa forma, se estima que los despidos locales superan los 400 casos, aunque hubo negociaciones del gobierno de Neuquén y el Poder Ejecutivo nacional para que esas medidas no fueran tan bruscas y el impacto es menor que en otros países.
Siderca posee operaciones en México, Colombia, Italia, China y Arabia Saudita, entre otros países. En 2009, se extendió con procesamiento de productos tubulares en Indonesia, pero sufrió la expropiación de empresas en Venezuela, que terminó cobrando después de arduas negociaciones. En octubre de 2014, Techint pagó US$ 248 millones por el 10% de la brasileña Usiminas. Así llegó a poseer un 38% de esa empresa brasileña, en la que está enfrentada con su socio japonés Nippon Steel.