Tomando en cuenta las cifras del primer semestre del año, expertos advierten un notable contraste en la distribución del gasto estatal en políticas vinculadas a la explotación de hidrocarburos y a la utilización de la energía eléctrica a nivel nacional.
Al 15 de julio, el Ministerio de Planificación Federal, a través de la Subsecretaría de Combustibles, que en la práctica responde al ministro de Economía, Axel Kicillof, recibió el 56,24% de los fondos previstos para todo 2015 en concepto del programa 73, denominado “Formulación y ejecución de política de hidrocarburos”.
En detalle, el Gobierno nacional le devengó $ 3.407.48 millones de los $ 6.059,03 estipulados.

Sin embargo, la partida inicial sufrió dos modificaciones en lo que va del año, ya que se le añadieron poco más de $ 490 millones, primero, y $ 1.607 millones hace poco más de quince días. Siguiendo ese cálculo, considerando que los fondos originales eran $ 3.962 millones,, el gasto presupuestario en esa área asciende al 86%. De acuerdo a la ley de presupuesto, el programa 73 busca “desarrollar las acciones tendientes al control, promoción y regulación de la política de hidrocarburos, biocombustibles y otros combustibles en cada una de sus etapas, procurando la protección del medio ambiente”.

Bastante menos

En contraste, sorprende ver lo que sucede con el programa 29 del Ministerio de Economía, que ejecuta la Secretaría de Política Económica y que se encarga de la planificación y coordinación estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas.
Ese programa se encarga de financiar el Programa de estímulo a la inyección adicional de gas, conocido en la industria como Plan Gas, que permite mejores precios para la nueva oferta del fluido. Cada productor beneficiado recibe US$ 7,50 por MMBTU adicional, dos veces y media más que la media del mercado.
En los primeros 190 días del año, el programa 29 de Economía apenas ingresó el 28,5% de los $ 21.507,8 millones pactados, es decir, $ 5.934,9 millones. Su propósito, según el presupuesto nacional, es promover y asegurar inversiones en materia de hidrocarburos para el mantenimiento, aumento y recuperación de reservas.

Energía relegada

Una situación similar se produce con los programas de Planificación Federal vinculados a la energía. Por caso, el número 74 se encarga de la formulación y ejecución de la política de energía eléctrica, y se encuentra bajo la órbita de la subsecretaría del sector. En el primer semestre del año, fue girado allí el 75,62% de su presupuesto, cifra por encima de la media de la mayoría de las áreas de la administración pública. En detalle, se devengaron $ 55,971,1 millones de los $ 74,017 millones previstos en fondos para este año.

Provincias a la cola

Por el contrario, otros programas relacionados con la energía han tenido escasos movimientos en los primeros seis meses de 2015. El número 75, que debe promover acciones para el uso racional y eficiente de la energía, fue ejecutado sólo en el 24,30%; el 77, vinculado a la ampliación de redes eléctricas de alta tensión, obtuvo fondos por el 32,29%; y el 78, que aboga por el desarrollo energético de las provincias, recibió solamente el 32,87% de lo estipulado.