En la bolsa porteña, el índice Merval extendió la recuperación que había mostrado 24 horas atrás y escaló un 3,4% a 11.313 unidades, impulsado por las fuertes subas que registraron las acciones del segmento petrolero.
Lo más destacado del día fueron otra vez los papeles de Petrobras, que treparon un 7,8%, en su segundo fuerte avance consecutivo. Mientras que los activos de YPF, los de mayor liquidez, rebotaron un 3,6%, desde el -1% del martes.
Ambas acciones fueron apuntaladas por el precio del petróleo en EEUU, que avanzó un 1,6% a u$s 48,79, tras conocerse que las reservas de crudo en el país del norte disminuyeron más de lo esperado. En el caso de la petrolera brasileña ayudó también una apreciación del real, tras varias jornadas en baja.
Además, los papeles del Grupo Financiero Galicia progresaron un 3,1%, los Edenor, un 2,7%; y los de Siderar, un 2,6%. El volumen operado en acciones fue levemente menor al del martes, llegando a los $ 161 millones.
En Wall Street, en tanto, las acciones argentinas registraron ascensos cercanos al 5%. Fue el caso de Ternium, que ganó un 4,8%. Además, YPF aumentó un 4,1%; Tenaris, un 2,4%, Pampa Energía, un 2%; Galicia, un 1,9%; y Edenor, un 1,5%, entre los principales avances.
Así las cosas, en el segmento de la renta fija del mercado local, los bonos más negociados terminaron con retrocesos, en medio de la participación de los inversores institucionales. El Discount en dólares ley argentina perdió un 1,6%; el Boden 2015, un 0,4%; y el Bonar 2024, un leve 0,2%. En tanto, el Bonar 2017 cerró estable por segundo día consecutivo (faltando 20 minutos para finalizar la rueda subía casi 1%).
Por último, el riesgo país de la banca JP.Morgan bajó 0,7% a 606 puntos básicos.
La acción de YPF tuvo fuertes sobresaltos en Wall Street en los últimos días que llamaron la atención de los inversores. Anteayer, arrancó con una fuerte caída que llegó al 4%, impulsada por una fuerte orden de venta, para finalmente ceder poco más del 2%, finalizando a su menos valor del año, por debajo de los u$s 23. Pero ayer recuperó todo lo perdido y más: ganó un 4,3% y cerró en u$s 23,70.
Aunque no fue confirmado, en Nueva York se habló de una probable venta del fondo Templeton, que maneja el reconocido inversor Mark Mobius. Pero en realidad son muchos los fondos que en los últimos tiempos adquirieron posiciones relevantes en la compañía, especialmente en la segunda mitad del año pasado. La expectativa de las elecciones en la Argentina y el horizonte que abre la explotación de Vaca Muerta habían alentado compras de muchas "manos grandes". Sin embargo, el interés decayó sobre todo por la baja del precio del petróleo, que ayer se recuperó fuerte pero que otra vez volvió a acercarse a sus mínimos anuales.
La golpeada Petrobras también tuvo una recuperación significativa ayer de más del 7%. Sin embargo, el precio del papel en Nueva York sigue muy lejos del máximo de u$s 10 que llegó a tocar en marzo, cuando parecía que el escándalo de corrupción ya había tenido todo su impacto en la acción. Ayer finalizó en u$s 7,07. Esta significativa recuperación también fue aprovechada por YPF, tanto afuera como en el mercado porteño, donde terminó con una suba del 3,6%.
El papel de la petrolera viene sufriendo en lo que va del año un efecto doble: la caída continua del precio del petróleo y ya en las últimas semanas la mayor incertidumbre de los inversores relacionada con el período electoral. Esto explica por qué luego de tocar un máximo de u$s 31 volvió a caer hasta los actuales niveles, debajo de u$s 24. El papel quedó así muy lejos de los u$s 40 que algunos bancos de inversión pronosticaban para algún momento de 2015, sin tener en cuenta claro el derrumbe que sobrevino en el mercado petrolero.
Estos vaivenes no demuestran, sin embargo, una especial desconfianza de los inversores en la compañía. De hecho, tal como sucede también con la deuda de bancos, los bonos de YPF se mantienen firmes. Sucede que la deuda corporativa, incluyendo el caso de empresas controladas por el Estado como sucede en forma parcial con la petrolera, están fuera de las restricciones impuestas por el juez Thomas Griesa. La empresa que preside Miguel Galuccio tiene varios bonos emitidos en el mercado, uno que vence en cuatro años y otros dos títulos a diez años, que se mantienen con rendimientos en niveles de un dígito. Se trata de una tasa que más que duplica lo que pagan otras petroleras del continente, pero que aún así está bien por debajo del 10 por ciento que volvió a rendir el Bonar 24. Estos papeles se transformaron en una buena puerta de entrada para aquellos que quieren incorporar riesgo argentino a un portafolio, pero sin toparse con los designios de Griesa.