Con el hormigonado de uno de los ductos inferiores y la apertura de una grieta en la ataguía (una pared mucho más chica que el paredón de 115 metros de altura) el dique Punta Negra comenzó a recibir el martes pasado los primeros volúmenes de agua en su embalse, desde el dique Caracoles. Eso significa que por primera vez comenzó a embalsar, lo que constituye el segundo hito importante en el estreno de una nueva represa, luego de que se arrojó la ultima camionada de grava compactada el pasado 24 de junio.
En las próximas dos semanas se calcula que el volumen acumulado comenzará a pasar por debajo de la presa y ya por el conducto definitivo del descargador de fondo, un momento clave e irreversible del proceso de embalse de agua, para el cual el Gobierno espera contar con la presencia de la presidenta Cristina Fernández en San Juan (en persona o por videoconferencia) para dejar inaugurada oficialmente a la única represa hidroeléctrica del país que estuvo en construcción en los últimos años. “Para entonces el agua que va embalsando comenzará a subir y a caer en forma vertical desde el coronamiento”, explicó Víctor Doña, presidente de Energía Provincial Sociedad del Estado, la empresa estatal que administra las represas en la provincia. Doña explicó que el proceso de comienzo de embalse de una presa nueva “tiene varias actividades que hay que ir coordinando previamente”. Una de ellas es el cierre natural de alimentación que ha tenido el túnel de servicio, para que comience a funcionar el segundo túnel y el definitivo que conducirá en adelante el agua como descargador de fondo. “Una vez que culmine ese proceso y si tenemos buenas condiciones de agua en el río a fin de año se puede alcanzar la altura de aducción, que está alrededor de 35 metros arriba del descargador de fondo, y que permitirá que el agua llegue a las turbinas para empezar a generar”, dijo Doña.