Mientras el proyecto minero de Catán Lil se demora por un freno judicial (, en la Legislatura un grupo de diputados presentó un proyecto para directamente prohibir la “megaminería” metalífera a cielo abierto.
La iniciativa fue presentada por Beatriz Kreitman, diputada de la Coalición Cívica, y acompañada por los legisladores Raúl Dobrusin, Gabriel Luis Romero, Alfredo Marcote, Manuel Jose Fuertes, Gabriela Suppicich, Alejandro Vidal y Jesús Escobar.
Según el enfoque de los legisladores, el Estado neuquino “no solo carece de infraestructura y personal adecuado para el control de las megamineras”, sino que “tiende a estar más cerca de las corporaciones que de la sociedad afectada por sus actividades”.
El proyecto propone que “se prohíba en todo el territorio de la Provincia de Neuquén la actividad megaminera metalífera en la modalidad denominada a cielo abierto o tajo abierto, y la utilización de cianuro, cianuro de sodio, mercurio, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico, ácido nítrico, ioduro de sodio, bromuro de sodio, xantatos, alquil xantatos, alquil ditiofosfatos, xantoformiatos, detergentes, espumantes químicos, y toda otra sustancia química contaminante, tóxica y/o peligrosa incluida en el Anexo I de la Ley Nacional N° 24.051, y/o que posea alguna/s de las características enunciadas en el Anexo II de la Ley Nacional 24.051 y normas concordantes, o las sustancias que en el futuro las reemplacen y que contengan las mismas características contaminante en todas las etapas”.
Los diputados destacan que la mega minería es una actividad económica “absolutamente particular por su alto e impredecible impacto ambiental, brevedad productiva (unas pocas decenas de años), cuantiosa generación de beneficios económicos para exportación y alto consumo de electricidad, agua, combustible fósil y estabilidad ambiental”.
Sostienen que “es indisociable de una red de proveedores locales e internacionales sobre los cuales se derraman parte de esos beneficios”, pero que “laboralmente no existe relación entre los beneficios económicos de cada emprendimiento y los puestos de trabajo transitorios que generan (aun considerando a los proveedores)”.
Se hace mención también entre los fundamentos que las minas están “habitualmente localizadas” en cuencas hídricas altamente sensibles, demandan cantidades notables de insumos críticos (como agua subterránea y superficial) y generan cuantiosas cantidades de residuos líquidos y sólidos además de contaminar el aire y los hielos con partículas.