Volkswagen superó a Toyota como el mayor fabricante mundial de automóviles por ventas en la primera mitad del año, alcanzando sus ambiciosas metas tres años antes de lo previsto, informó Reuters.
Pero mantenerse en la cima será un desafío para el fabricante alemán de los modelos Golf y Polo, ya que las entregas están cayendo en China, destino de un tercio de sus ventas globales, por lo que depende cada vez más de la relativamente paralizada demanda de Europa Occidental.
"El esfuerzo para escalar sólo tiene sentido si impulsa las sinergias, algo que VW en realidad no ha sido capaz de alcanzar", comentó Stefan Bratzel, jefe del Center of Automotive Management.
"La dependencia de los negocios en China es el punto débil de VW y manejar un mercado tan grande plantea problemas inevitablemente", agregó.
VW reportó entregas de 5,04 millones en el primer semestre del año. En comparación, Toyota informó que vendió 5,02 millones de unidades en igual lapso, una caída de 1,5% en un año.
Toyota, que tiene previsto anunciar sus ganancias del primer trimestre el próximo martes, explicó que las ventas fueron presionadas por una desaceleración en los mercados emergentes y el aumento de los impuestos a vehículos pequeños en Japón.
La rápida expansión de VW ocultó el bajo rendimiento en Estados Unidos y Brasil, donde la empresa fue lenta en modernizar los modelos y ajustar su oferta a las tendencias del mercado, dijeron analistas.
Aunque aumentó la cuota de mercado y la conciencia de marca, la carrera de VW por ganar volumen ha alentado una costosa proliferación de modelos y equipos, especialmente en sus marcas principales de vehículos de pasajeros, donde los márgenes de ganancias han languidecido en medio de crecientes ineficiencias.