Por Cristian Navazo
En el primer semestre del año se consolidó la recuperación de la producción hidrocarburífera tras una década de caída sin freno. El control estatal de YPF y la explotación de los yacimientos no convencionales son los dos pilares sobre los cuales, en 2015, crecen los volúmenes de crudo y gas que se extraen del subsuelo neuquino.
En los primeros seis meses de este año se produjeron 3.114.061 metros cúbicos (m3) de petróleo, un 1,2% más que los 3.076.715 m3 del mismo periodo de 2014.
Mientras que el aporte de gas –insumo vital para la matriz energética argentina- creció un 8%: en 2015 alcanzó 9.876.014 miles de m3 contra los 9.091.969 miles de m3 del año pasado. La principal provincia gasífera comienza a recuperar su potencial, de la mano de las formaciones tight, tras la abrupta pendiente que caracterizó a la última década.
A nivel nacional se mantiene la tendencia negativa en lo que respecta al petróleo, pero se confirma la ralentización del declive en el último año. La producción fue apenas un 0,3% menor en el primer semestre, con respecto a igual periodo de 2014. Mientras que la extracción de gas tuvo un signo positivo: aumentó un 3,3%.
Sólo tres mejoran
Si se mira el comportamiento de las principales operadoras en la provincia, se deduce que sólo tres lograron mejorar sus números: YPF, Petrobras y Pan American Energy (PAE). Esas compañías tienen en marcha fuertes apuestas a la producción de tight gas. Además, la petrolera bajo control estatal es la primera en encarar el desarrollo masivo de Vaca Muerta, donde ya produce más de 40 mil barriles diarios de petróleo equivalentes. En el primer semestre del año, YPF incrementó un 11,5% la extracción de crudo neuquino (2.015.608 m3 vs. 1.806.232 m3) y la de gas un 16%.
La compañía dirigida por los hermanos Bulgheroni logró un alto desempeño tras la campaña de perforación que inició en las formaciones tight de Lindero Atravesado, que le permitió aumentar su cuota de gas un 144% en los primeros seis meses del año (406.214 miles de m3 vs 166.303 miles de m3). También tuvo un leve repunte de su producción marginal de crudo.
Ambas empresas acordaron semanas atrás con la Provincia la obtención de concesiones no convencionales para explorar Vaca Muerta en el bloque Bandurria, y para desarrollar el tight de Lindero Atravesado durante los próximos 35 años.
El resto de las jugadoras de peso tuvo resultados negativos. La subsidiaria de la brasileña Petrobras, que ya tiene un pie fuera del país, siguió a tono con su política de desinversión, que en 2012 le significó la quita por parte de la Provincia de algunos bloques donde no había puesto un solo peso en varios años.
En el primer semestre de 2015, a nivel nacional tuvo una caída del 22% en la producción de petróleo y del 15% en la de gas, de la mano del desprendimiento de activos en el sur. En Neuquén tuvo distinta suerte: produjo un 2,5% más de gas (1.009.792 miles de m3) y creció en crudo (23.400 m3), aunque su aporte es poco significativo tras deshacerse de su porcentaje en Puesto Hernández.
Mientras que Pluspetrol produjo en Neuquén 180.249 m3 de petróleo en el primer semestre de 2015, un 15,5% menos que hace un año atrás.
La francesa Total Austral, una de las mayores productoras de gas del país, tuvo una caída del orden del 8,7%, al extraer 2.399.631 miles de m3.
Por otro lado, Chevron marca dos caras muy diferentes en la provincia. Mientras la casa matriz desembolsa miles de millones de dólares en Loma Campana, asociada a YPF, la filial argentina ve cómo se derrumba mes a mes la producción de El Trapial, uno de los principales campos petroleros del país.
La compañía comenzó el año pasado un proceso de reducción del personal en el yacimiento que en el primer semestre de 2015 registró una merma de la producción de crudo del orden del 32%. Una caída escalofriante. Produjo 315.991 m3 en los primeros seis meses de 2015, cuatro veces menos que hace una década.
Por último, Tecpetrol, el brazo petrolero de Techint, registró una acentuada baja de su producción de crudo en la provincia (-21%), con 30.438 m3.
Hoy en día la mayor parte de las inversiones petroleras están dirigidas a explorar Vaca Muerta, con lo cual los desembolsos que alcanzan sumas históricas no tienen una relación lineal con el incremento de la producción. Gigantes mundiales como Exxon y Shell recién realizan sus primeros pozos de testeo y aún no se deciden a encarar proyectos de desarrollo que permitan un salto en el volumen de hidrocarburos inyectados a los ductos troncales.
Pese al incipiente repunte, el contexto internacional no ayuda: en las últimas semanas volvió a caer el precio del crudo, lo cual abre un gran interrogante sobre el futuro cercano de Vaca Muerta. La gran incertidumbre es hasta cuándo se podrá sostener a 77 dólares el barril en el mercado interno cuando en el exterior cotiza entre un 45 y un 60% menos.