Si la historia sirve de guía para el futuro de los países emergentes, éstos tendrán serios problemas en el futuro próximo si el dólar se sigue fortaleciendo. Un dólar alcista con tipos de interés más altos y precios de materias primas bajos desencadenó la crisis de impagos de deuda de Latinoamerica en los años ochenta. Diez años más tarde, los países asiáticos también se vieron forzados a abandonar la paridad con el dólar por su fuerza en Tailandia a Malasia, provocando una crisis regional.
Como en el pasado, por ahora, un dólar fuerte y la posibilidad de tipos de interés más altos en los EE.UU. están bajando los precios de las materias primas, reduciendo las exportaciones de Brasil, Sudáfrica y Rusia, y retirando capital de países en vías de desarrollo.
“Los sintomas de una crisis en países emergentes son numerosos, pero la causa siempre es un dólar alcista”, dijo Brigden en un informe del 22 de julio. “En Asia, especialmente China, la paridad con el dólar podría crear un colapso del crédito y un crecimiento menor. Para empresas del sector de materias primas podría ser solo el principio de sus problemas.”
¿Cuánto podría subir el dólar?
Según datos de la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos), los tipos de cambio ajustados a la inflación de los principlaes socios comerciales de EE.UU. muestran que el dólar hasta la fecha ha ganado un 17% desde su mínimo histórico en julio 2011. En los dos últimos ciclos alcistas del dólar, éste ganó un 53% desde 1978 to 1985 y un 34% en siete años desde 2002.
El dólar en Brasil tocó ayer su nivel más alto en los últimos doce años, al cotizar a 3,34 reales, frente a la incertidumbre del mercado local.
En lo que va de la semana, el billete verde escaló 4,76% y, de ese modo, llegóal mayor valor desde 2003, cuando había una fuerte desconfianza por parte de los inversores frente al cambio de gobierno y la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a la administración.
A su vez, en lo que va de julio, el precio de la divisa norteamericana subió un 7,61%. Desde el 24 de julio del año pasado, el valor del dólar en Brasil trepó un 50,4%, cuando cotizaba a 2,22 reales, mientras en el transcurso del año el real se devaluó un 20,4% con una inflación que avanzó a un 8,9% el mes pasado.
Paralelamente, el escenario en la Argentina se delineó de una manera distinta ya que el dólar oficial subió 12,23% respecto del 24 de julio de 2014, con una inflación que, según el Gobierno es del 15% en los últimos doce meses, y del 27% de acuerdo con consultoras privadas.
El anuncio de que el objetivo de superávit presupuestario primario de 2015 descenderá a un 0,15 por ciento del Producto Interno Bruto desde su meta original del 1,1 por ciento aumentó la preocupación en el mercado del principal socio comercial de la Argentina en el Mercosur.
A su vez, la atención está puesta en el riesgo de que las agencias calificadores de deuda consideren al país vecino Brasil por debajo del “grado de inversión”.
En ese escenario, el director de la consultora Abeceb, Dante Sica, consideró que la devaluación del real, la revisión de metas fiscales dispuestas por su gobierno y el nuevo recorte de gastos; afectará a la Argentina con una mayor caída en el volumen de exportaciones argentinas a ese país, lo que impacta directamente en la actividad industrial.
“Brasil seguirá dando malas noticias, ya que reducirá la demanda de productos argentinos y eso impacta en la industria argentina, fundamentalmente en el sector automotriz”, advirtió.
Para Sica, “lo que sucede en Brasil es que se diluye el programa de ajuste encarado por el gobierno”, por lo cual vaticinó que “su salida de la recesión va a ser más lenta”.