La construcción de la represa Los Blancos parece un sueño a punto de ser realizado. Sin embargo, algunos roces entre empresas que participarán del millonario emprendimiento atentan contra su efectivo avance.
Una empresa mendocina ganó la licitación, José Cartellone Construcciones Civiles en UTE con OAS. Otra compañía local, IMPSA, quedó señalada como subcontratista. De hecho, ambos empresarios acompañaron la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Maipú cuando anunció la firma del convenio marco de asistencia financiera para la construcción de la central y el contrato de adjudicación.
IMPSA tendría a su cargo la provisión nada menos que de las turbinas para el efectivo funcionamiento de la central hidroeléctrica. Pero Cartellone le exige garantías reales, en consideración de su grave situación financiera. Impera en la empresa el temor de que Pescarmona no pueda responder en tiempo y forma a las exigencias de la construcción. "Mi empresa está viva, peleándola como corresponde", le había dicho Enrique Menotti Pescarmona a MDZ en aquel acto de Maipú cuando se le consultó sobre la situación de IMPSA.
Pero desde IMPSA hay otra situación relevante: tampoco saben si quieren participar de la obra. Frente a la exigencia de su par mendocina, fuentes de la empresa, consultadas por MDZ, indicaron que "no queremos ser subcontratistas de nadie", con lo cual se abre una gran incógnita en torno al puntapié inicial de las obras, en virtud de la tensión entre ambas compañías.