El petróleo volvió a caer el miércoles en Nueva York, tras el anuncio de un nuevo incremento de las reservas de crudo en Estados Unidos y el alza del dólar, acercándose a sus niveles más bajos del año.
El precio del barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en setiembre, en su primer día de utilización como contrato de referencia, perdió 1,67 dólares y cerró a 49,19 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), cerrando por debajo de 50 dólares por primera vez desde el 2 de abril.
En Londres, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en setiembre bajó 91 centavos a 56,13 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE).
El departamento de Energía confirmó por la mañana lo que ya preveía la asociación profesional API desde el martes por la noche: un fuerte aumento de las reservas de petróleo crudo (+2,5 millones de barriles) en Estados Unidos, cuando los expertos de Bloomberg preveían una baja. Además, la terminal petrolera de Cushing (Oklahoma)que sirve de referencia al WTI, cada vez tiene más petróleo (+800.000 barriles).
Globalmente "el mercado es muy negativo por ahora", indicó John Kilduff, de Again Capital, observando que los inversores parecen también perder la esperanza de ver bajar la producción para equilibrar un poco la oferta y la demanda.
La producción estadounidense registró solo una caída insignificante de 4.000 barriles diarios en la semana que terminó el 17 de julio, cuando la baja de la cantidad de pozos de petróleo en actividad anunciada el viernes pasado por la sociedad Baker Hughes hacía presagiar una caída mayor.
El precio del petróleo del tipo de referencia West Texas Intermediate (WTI) retrocede en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), tras un inesperado incremento de las existencias de crudo en los Estados Unidos, situación que se suma a un panorama de sobreabastecimiento global que presionó a los valores durante el último año.
El crudo WTI cae 1,79 por ciento y se comercializa a 49,95 dólares el barril de 159 litros en el Nymex.
El Instituto Americano del Petróleo (API) confirmó que los inventarios de crudo en el punto de distribución de Cushing, Oklahoma, subieron en 2,3 millones de barriles la semana pasada, cifra que se compara con expectativas de analistas de una caída por el mismo volumen.
El contrato de agosto, que expiró ayer, cerró en u$s 50,36 por barril en su último día de negociaciones, luego de caer hasta los u$s 49,77 por barril durante la sesión, su punto más bajo en más de tres meses.
Se espera que los datos de existencias de crudo del gobierno de los Estados Unidos, que serán difundidos por la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés), arrojen nuevas luces sobre la acumulación de inventarios.
El exceso global de suministros y la subsecuente caída de precios no ha preocupado mayormente aún a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Los delegados de la OPEP indicaron esta semana que esperan que la caída de precios sea breve y que no postergarán la estrategia de continuar con un alto volumen de producción para mantener su participación de mercado.
Aumentó la presión para que los estados miembros de la OPEP ajusten su producción ante un alza en las exportaciones iraníes una vez que se levanten las sanciones impuestas por Occidente.
Una fuerte caída del mercado bursátil chino y las consecuencias de la crisis de deuda en Grecia también aumentaron las preocupaciones respecto a que la demanda sea lo suficiente fuerte como para absorber la amplia oferta de crudo.
