La Auditoría General de la Nación, que es presidida por Leandro Despouy, presentó su informe sobre las tareas de remediación ambiental que desarrolla la CNEA en la mina sanrafaelina de Sierra Pintada, donde cuestionó severamente la falta de acción y el retraso en efectuar tareas que eran consideradas como urgentes.
En su reporte, que consta de un pormenorizado análisis de 165 páginas, señala que "durante más de 10 años proporcionó a la Argentina el uranio necesario para abastecer las centrales nucleares, como la de Embalse", aclarando que durante la extracción y procesamiento de los minerales de uranio se producen grandes cantidades de residuos sólidos y líquidos que deben ser gestionados en forma segura, para controlar las repercusiones negativas que pueden tener en los procesos ambientales.
Tanto las colas del mineral como los efluentes líquidos son fuentes potenciales de contaminación del suelo, agua y aire de las zonas aledañas donde se ha realizado la extracción del uranio, si no se realiza el tratamiento adecuado. La Auditoria agrega que "En la actualidad el CMFSR no está operando, manteniendo un plantel de 90 personas que realizan tareas de mantenimiento".
Pero la parte más crítica es cuando señala, en el informe, que "No se observan avances en la gestión integral de pasivos ambientales; no se trató ninguno de los pasivos prioritarios (agua de cantera (AC) y residuos sólidos (RS) dispuestos transitoriamente en tambores), aunque reconoce que se avanzó en la realización de obras que permitirán su tratamiento futuro.
Además, otro punto saliente es que La CNEA identificó y priorizó los pasivos ambientales, pero no obtuvo la aprobación de un plan integral con objetivos y plazos determinados por parte de la autoridad de aplicación, es decir que de estar trabajando, lo estaría haciendo en forma por lo menos irregular. Otros estudios que deberían haberse hecho, y no se efectúan al menos desde 2002, son los que miden el impacto del Radio y el Uranio sobre la flora y la fauna.
Un punto delicado es cuando, en la parte de recomendaciones, sugiere "Registrar correctamente el ingreso de los tambores de RS con el objeto de evitar las inconsistencias detectadas. Informar sobre la normativa y procedimientos aplicados en la disposición de los tambores en las fosas y su recubrimiento, e informar las especificaciones técnicas que deben reunir dichos recipientes", lo que hace pensar que muchos elementos han ingresado sin la suficiente "transparencia".
Finalmente, la Auditoría pide "la difusión pública y transparencia de las acciones desplegadas por CNEA, para el logro de la confianza indispensable de la población, especialmente de los habitantes de la zona de influencia" y "someterse a los procedimientos de evaluación previsto a cargo de las autoridades provinciales, mediante el respectivo Estudio y Declaración de Impacto Ambiental y la Audiencia Pública respectiva", cosas que no están ocurriendo.