La Secretaría de Energía aumentó ayer las tarifas de las generadoras eléctricas, entre el 17% y el 28%, para hacer frente al aumento en los costos del sector, que tenía sus precios congelados desde mayo del año pasado. Además, se creó un fondo para implementar proyectos de generación eléctrica, que serán subsidiados mayoritariamente con fondos del Gobierno. Y también un esquema de incentivos a la producción y a la eficiencia operativa para las usinas térmicas.
La medida, que eleva tanto los valores que las empresas reciben por costos fijos, como variables y mantenimiento, beneficia a grupos como Enel (Central Costanera, El Chocón), Pampa Energía, AES y Sadesa (Central Puerto), entre otros. Desde las compañías se mostraron satisfechas con los aumentos, que son retroactivos a febrero, porque abren un camino a una recomposición de sus ingresos.
Los incrementos en los costos de la energía no se trasladarán a las distribuidoras como Edesur y Edenor ni a los usuarios finales, sino que serán absorbidos directamente por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
“Antes de esta modificación, Cammesa necesitaba $ 9.000 millones al mes para funcionar y el Estado aportaba más del 90% de esa cifra. Ahora aumentará el subsidio a las generadoras eléctricas, porque las tarifas siguen congeladas”, explicó el ex subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar. Y agregó una pregunta, que el próximo gobierno deberá responder: “¿Es necesario que el Estado subsidie más del 90% del consumo de electricidad?”.
Es que, por ejemplo, las tarifas eléctricas del 70% de los 5,3 millones de clientes de Edenor y Edesur están congeladas desde 2001. En las áreas de ambas distribuidoras persisten los cortes, ligados a problemas de mantenimiento e inversión. De todos modos, los accionistas de esas empresas van a recomponer parte de sus ingresos a través del alza en las tarifas de las generadoras, ya que hay accionistas comunes: Endesa está en Central Costanera y en Edesur, mientras que Pampa posee Edenor.