Los gobiernos de Argentina y Bolivia firmaron al menos siete acuerdos bilaterales y avanzaron en la cooperación en el uso de la energía nuclear para la instalación a futuro de una ciudadela nuclear. Los presidentes Cristina Fernández de Kichner y Evo Morales también inauguraron en Buenos Aires un monumento de 16 metros didicado a la heroína de la independencia Juana Azurduy de Padilla.
Como parte de los pactos, el ministro de Planificación argentino Julio De Vido entregó a Morales el diseño para la construcción de un reactor nuclear de investigación, en el marco de los acuerdos conseguidos en marzo para promover y desarrollar infraestructura e instituciones destinadas al uso pacífico de la energía nuclear.
Morales llegó hoy a Buenos Aires para una visita de dos días y de inmediato se reunió con Fernández de forma privada en Casa Rosada, Buenos Aires. Después, en horas de la noche, ambos presidieron un acto de firma de acuerdos bilaterales.
Destacan el apoyo en Salud como la atención y seguimiento de pacientes con patologías de alta complejidad; acuerdo en medicina de alta complejidad; en materia de Seguridad como el tránsito vecinal fronterizo y el establecimiento de seguridad bipartita en frontera.
También se firmó el acuerdo marco en materia de género que apunta a la cooperación en la lucha contra la violencia de género, la promoción de la autonomía económica y el empoderamiento político de las mujeres, en especial las pertenecientes a los sectores vulnerables; y el acceso de las mujeres a salud, educación y justicia.
Otro convenio bilateral está referido a la prevención e investigación del delito de la trata de personas y la atención y protección de sus víctimas.
"Venimos con mucho respeto a esta reunión. Estos acuerdos bilaterales, energético, de integración, de salud, siempre es una gran fortaleza para mi país, para mi pueblo; y no puedo negar la gran solidaridad, apoyo, del hermano presidente Néstor Kirchner”, afirmó Morales, tras la firma de los acuerdos, al recordar la figura del fallecido mandatario y esposo de Fernández.
Morales y Fernández inauguraron luego un monumento de 16 metros a Juana Azurduy, emplazado en un parque cercano a Casa Rosada. El Mandatario boliviano viajará el jueves rumbo a Brasil, donde participará de la Cumbre del Mercosur.
Martín Dinatale
"No sólo debemos vernos como clientes, sino como socios." Con esta breve frase pronunciada ante su par de Bolivia, Evo Morales, la presidenta Cristina Kirchner buscó dejar atrás los tiempos de diferencias con La Paz y apuntó a relanzar la relación bilateral desde lo económico.
Más allá de la inauguración del monumento a Juana Azurduy y las menciones de Evo Morales al conflicto limítrofe que mantiene con Chile (ver aparte), los presidentes de Bolivia y la Argentina sellaron ayer un amplio listado de acuerdos que tendrán impacto económico para ambos países en el futuro.
Por lo pronto, Bolivia se comprometió a hacer la extensión de una red eléctrica desde Tarija hasta Salta. Se trata de un proyecto que tendrá un costo de unos seis millones de dólares para la transmisión de 500 kilovoltios y que le servirá a la Argentina para enfrentar la crisis energética. Esta red de Bolivia también podrá abastecer de energía eléctrica a Paraguay, Brasil y Uruguay.
Por otra parte, Cristina Kirchner y Evo Morales avanzaron en un acuerdo para la construcción de un puente fronterizo en la zona franca de Ayacuiba y Salvador Maza. Y en esta misma línea de acuerdos tendientes a fortalecer la conexión terrestre se pondrá en práctica la tarjeta única migratoria para facilitar el paso entre uno y otro país a los habitantes que viven cerca de la frontera.
Desde esta óptica, Cristina Kirchner remarcó ante Evo Morales que "no sólo debemos vernos como clientes, sino como socios, es la clave de nuestro acercamiento y de nuestra integración". Así, ambos presidentes acordaron también potenciar el comercio bilateral. La balanza comercial con la Argentina es deficitaria para Bolivia más allá de la venta de gas natural a la Argentina. En 2014 Bolivia tuvo un déficit comercial con la Argentina de unos 500 millones de dólares. Este flujo comercial se equilibra si se incorpora la venta de gas de Bolivia, que según se acordó ayer entre los presidentes no sufrirá variación alguna, al menos en este año.
Ayer se firmaron también un convenio de colaboración entre la autoridad de regulación nuclear de la Argentina y el Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia; un acuerdo para agilizar el tránsito vecinal fronterizo, y otro para fortalecer la seguridad en la frontera.
También se suscribió un acuerdo de cooperación entre los ministerios de Salud de ambos países para la atención de pacientes con patologías de alta complejidad y para la vigilancia de epidemias en zonas de frontera, y convenios para prevenir la violencia de género y luchar contra la trata de personas.
Las cancillerías de ambos países avanzaron también en la firma de un acuerdo entre el Banco de la Nación Argentina y el boliviano Banco Unión para el otorgamiento recíproco de líneas de crédito para canalizar operaciones financieras.
"Estos acuerdos siempre dan una gran fortaleza a mi país, a mi pueblo. No puedo olvidar la gran solidaridad, el apoyo, del presidente Néstor Kirchner", dijo Morales en el acto de firma de los acuerdos. Allí Cristina Kirchner recordó cuando su fallecido esposo aceptó pagar un mayor precio a Bolivia por su gas natural para ayudar al país andino.
Lo que no contó la jefa del Estado es que luego de ese acuerdo que firmó Néstor Kirchner llegaron años de fuerte tensión entre ambos países a la hora de fijar el precio de venta de gas natural de Bolivia. Hasta hubo amenazas de La Paz de frenar el envío de combustible. A esa tensión se le agregó la fuerte restricción a las importaciones que impuso la Argentina para los productos de Bolivia. Sólo ahora parece estar más distendida la relación bilateral.
"Estamos en uno de los mejores momentos de las relaciones y confiamos en que esto siga así por mucho tiempo", dijo a LA NACION el embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro.
Morales ayer estuvo en el Congreso y también se reunió con la CTA de Hugo Yasky para luego emprender viaje hacia Brasil, donde será protagonista de la cumbre de presidentes del Mercosur porque desde este viernes Bolivia se incorporará como miembro pleno del bloque regional.
CONVENIOS PARA CONCRETAR EN LOS PRÓXIMOS AÑOS
Extensión eléctrica
El gobierno de Bolivia extenderá una red eléctrica desde Tarija hasta Salta que tendrá un costo de unos US$ 6 millones
Créditos y comercio
Los bancos nacionales de ambos países establecieron acuerdos para dar líneas de crédito. Y se acordó potenciar el comercio bilateral
Gas natural
No está previsto por el momento una variación en el precio ni el volumen de la venta de gas natural de Bolivia a la Argentina
Frontera
Habrá un acuerdo para agilizar el paso fronterizo de las personas.
Los mismos hechos dan cuenta de que lo que podría definirse como sintonía entre el kirchnerismo y el evismo se sostuvo siempre en una puesta teatral más austera que la de los tiempos de pasión nacional y popular por el chavismo. Alguna de sus razones se registran sin dudas en el hecho de que el presidente boliviano ha demostrado un pragmatismo mayor en sus relaciones exteriores que el matrimonio Kirchner. Pero si algo hay que subrayar de la fluida relación entre el Gobierno y la administración de Evo Morales es que en ella subyace la dependencia energética argentina de Bolivia.
En la última década, Argentina se convirtió en el segundo mayor comprador de gas boliviano, después de Brasil. Se estima que en 2014 Bolivia facturó unos 2.226 millones de dólares en exportación de gas a la Argentina, con un promedio diario de 15,64 millones de metros cúbicos.
Los acuerdos firmados ayer entre Cristina Kirchner y Morales no tienen la magnitud de lo que ya está en marcha con el suministro del gas boliviano. Entonces, el descubrimiento de la estatua a la heroína Juana Azurduy forma parte de un folclore que contiene un elemento elocuente de las relaciones actuales entre los dos países. Al asumir, Evo necesitaba hasta de aviones extranjeros prestados para sus traslados al exterior, dada la paupérrima infraestructura estatal. Ahora, parados sobre sus riquezas hidrocarburíferas, los bolivianos pusieron U$S 1 millón para la construcción del monumento a Juana Azurduy, que desplazó por orden de Cristina al de Cristóbal Colón. Con todo, mucho de los acuerdos convenidos entre Buenos Aires y La Paz contienen promesas incumplidas como el Gasoducto del Noreste Argentino “Juana Azurduy”, que iba a conectar directamente al gas boliviano a provincias necesitadas del suministro.
Otro de los graves problemas en que argentinos y bolivianos hacen la vista gorda es el rol del país vecino como proveedor de la cocaína que entra a la Argentina por Salta y llega después a Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. El gobernador Juan Manuel Urtubey no oculta la gravedad de la situación que presenta el narcotráfico a través de la tierra y cielos de Salta, pero sin ayuda y sin más recursos nacionales difícilmente se hará la guerra al mismo.
Hubo estudios en el congreso argentino por parte de la oposición partidaria pero los mismos no prosperaron. También se pasó por alto una poco explicada modificación del trazado fronterizo entre Bolivia y Argentina a la altura de Salta que dejó en poder del primero cerca de 600 kilómetros cuadrados. Con Evo no hay conflictos.
Más complicado es ahora el lanzamiento de su campaña internacional para lograr sentar a Chile en negociaciones por la salida al mar de Bolivia. La estrategia: sensibilizar a la región. Y lo está logrando. El gesto positivo que le dio recientemente el papa Francisco fue un espaldarazo, que cayó muy mal en Chile. Los vecinos trasandinos se unen todos frente a Bolivia. En este aspecto, Cristina no ha mostrado sus cartas.