Decididamente los planes juveniles de Andrés Carosio eran otros. Se doctoró en filosofía en la Universidad Católica con una tesis desafiante para la época, el pensamiento de Carlos Marx. Y Jorge Bergoglio, su director espiritual, lo impulsó para que se doctorase en Roma. Pero todo cambió cuando regresó a la Argentina. De la vida académica pasó a dirigir una petrolera. Eso sí, los laberintos del pensamiento filosófico fueron y son una herramienta esencial en el manejo de Medanito, la compañía que fundó su padre.
La firma nació hace 25 años de una buena idea y con US$ 70.000 en el bolsillo. Hoy es un grupo que factura US$ 200 millones al año, está valuado en US$ 650 millones, contabiliza un plantel de 600 empleados, produce petróleo en yacimientos de Neuquén y Mendoza y gana plata con distintos tratamientos para el gas. Acaba de adquirir Flargent, experta en soluciones tecnológicas para esa industria con 70 ingenieros.
Medanito debe su nombre al petróleo de tipo Medanito que abunda en el país. Pero su debut fue con el “endulzado” del gas, una técnica que permite quitarle el ácido sulfídrico al gas que, entre otras cosas, corroe las cañerías por las que se transporta. Hasta que surgió el endulzado, buena parte del gas se venteaba en la Argentina. Es decir, se desperdiciaba.
Medanito pertenece en un 80% a las familias Carosio y Grimaldi y el otro 20% a la CFI, el brazo del Banco Mundial para el sector privado. Tienen un tamaño que los hace apetecible para las petroleras más grandes que funcionan con la lógica de la concentración. Carosio afirma: “No estamos en venta”. De acuerdo a expertos, el talón de Aquiles de Medanito es una deuda de US$ 200 millones. Filósofo al fin, relativiza el problema y confía en mejorar el perfil para estirar vencimientos y bajar intereses.
Al menos, no parece ser de esos accionistas que se van sin pagar la cuenta.
* Sociedad Comercial del Plata parece haberle encontrado la vuelta al Parque de la Costa. Después de haberlo tenido varios años en venta y haber intentado diversas asociaciones, Parque de la Costa hoy representa el 19% de las ganancias de ese holding, tras alcanzar una facturación de $144 millones en 2014. Sociedad Comercial del Plata, que supo pertenecer a la familia Soldati, pasó a manos de sus acreedores.
Ya no tiene deudas, contabilizó ingresos por $963 millones el año pasado, y con 4.000 accionistas es la empresa más atomizada de la Bolsa porteña. También cotiza en el mercado secundario de Zurich. Aún conserva el 30% de la Compañía General de Combustible en sociedad con Eduardo Eurnekian, el 50% de Dapsa (logística para combustibles) y el 100% de Metrotel (fibra óptica), que compraron al grupo Roggio. Otro activo es el 18% de Ferroexpreso Pampeano, el tren que une Rosario con Bahía Blanca, en el que manda Techint.