En el programa La Entrevista de Camila Vallejo de nuestra emisora, el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), Manuel Ahumada criticó a parte del empresariado y de la clase política chilena que impone el discurso del bajo crecimiento económico como argumento para frenar las reformas estructurales que se están tratando de implementar en Chile.
Ahumada recordó que hace 44 años se llegó a un consenso transversal para conseguir la nacionalización del cobre, la cual considera como la segunda independencia de nuestro país, es decir la independencia económica, y que ese espíritu es el de que debería primar en la actualidad para sacar adelante las transformaciones que el país necesita.
“El conmemorar este día nos tiene que hacer reflexionar varias cosas: un tremendo hito que fue concebido también por la comprensión de todo el espectro nacional, de todo el pueblo de Chile, independiente de los colores políticos. Había una comprensión respecto de la importancia que era la nacionalización del cobre”.
Ahumada criticó la lógica de producción que impera en Chile en la actualidad, y sobre todo en el ámbito minero, en la cual se privilegia la sobre explotación del recurso, sin resguardar los derechos de los trabajadores, pero tampoco los ambientales y culturales de la población local, por lo que emplazó a que se pueda generar una nueva matriz de producción en nuestro país que considere estos elementos.
“Hoy día vemos el gran poderío económico transnacional que existe e impera en nuestro país, instalando una lógica de desarrollo productivo de solamente extraer materias primas sin dar valor agregado, donde no tenemos un polo de desarrollo de industrialización, de generar ese valor agregado, de poner a disposición del pueblo la tecnología y no en contra del pueblo, y no sólo a disposición del dinero, del capital”.
El líder gremial sostuvo que Codelco, a pesar de contar sólo con el 30 por ciento de la explotación de cobre a nivel nacional, entrega 10 veces más recursos que las mineras privadas al Estado, que detentan el restante 70 por ciento de la producción, destacando la importancia que la empresa cuprífera estatal tiene para nuestro desarrollo.
Además, se refirió también al proceso de reformas que se lleva a cabo en la actualidad, los cuales desde su punto de vista, buscan generar la necesaria redistribución de la riqueza, lo que no debería afectar el crecimiento económico, por lo que no se debe caer en el juego de la retórica empresarial, manifiesta el líder de la CTC.
“Aquí no estamos discutiendo crecimiento o no crecimiento. Que no nos lleven a esa discusión, e instalar nuevamente esta cuestión caótica que quiere instalar el empresariado de que aquí hay una desaceleración, que hay un problema económico por eso tenemos que estancar las reformas. Aquí no estamos discutiendo crecimiento o no crecimiento, aquí estamos discutiendo hacer reformas redistribuir la riqueza que estamos generando hoy día en Chile”.
El presidente de los trabajadores del cobre aseguró que Codelco, en materia de relaciones laborales, se maneja con la misma lógica que las mineras privadas, es decir dos tercios de su mano de obra está en situación de subcontratación, y eso es lo que se debe cambiar.
“Codelco funciona dentro de las mismas lógicas. Hoy día somos los trabajadores más precarizados, pero resulta que somos las dos terceras partes y más, de la fuerza laboral que tiene Codelco y la minería en general. O sea, si tenemos hoy día más de 45 mil trabajadores contratistas en Codelco versus 16 o 17 mil trabajadores de planta, la principal fuerza laboral que tiene Codelco son los trabajadores contratistas y subcontratistas. Desde esa lógica, las relaciones laborales que pueda tener Codelco, en ese sentido, son las mismas relaciones laborales que tiene cualquier empresa transnacional, y obedecen a las mismas lógicas. Y eso es lo que tenemos que cambiar”.
Finalmente, Manuel Ahumada señaló que la productividad que genera el trabajador minero es la suficiente como para trasladar a los funcionarios subcontratados hacia la planta, situación que no debería provocar efectos económicos negativos en las empresas mineras, y que el sistema de tercerización sólo busca atomizar y aminorar la capacidad de negociación de los trabajadores.
