Sernageomin busca “que los mineros no se relajen ni bajen los brazos en materia de seguridad” porque se busca a continuación “consolidar la baja de accidentes graves”. El fiscalizador premió a la empresa Benedicto Huenchuleo por no registrar accidentes desde que entró en operaciones.
Mantener el indicador de “cero fatalidad” que se registra desde 2011 en la minería de la región del Biobío, pero sobre todo reducir aún más la cantidad de accidentes graves, son los objetivos declarados por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), ente a cargo de fiscalizar el Reglamento de Seguridad Minera en relación con la estabilidad física de las faenas mineras, los métodos de explotación, y las prácticas seguras más concretas, como el uso de Elementos de Protección Personal (EPP), entre otros.
El director nacional de la institución, Rodrigo Álvarez Seguel, dio a conocer el diagnóstico general de la situación de la minería regional, al señalar que “obviamente que es positivo que se registren años sin accidentes fatales, pero junto con mantener eso, es muy importante reducir los accidentes graves, que son los que dejan secuelas en los trabajadores, con gran impacto sobre la capacidad de trabajo y sobre las familias”. Importa señalar que el más reciente accidente fatal en la minería de la zona ocurrió en diciembre de 2011 en el Pirquén El Sarco, donde fallecieron dos personas por deflagración de gas metano.
La autoridad dijo que “aunque la tarea nunca está completa en materia de seguridad minera, y aunque las condiciones propias de este sector implica que cuando hay accidentes, estos suelen ser serios, es positivo que de momento la pequeña minería de la región del Bío Bío tenga los mejores indicadores del país, sobre todo en una zona con gran presencia de pequeña minería. El tema de ‘cero accidente’ más que un objetivo es una visión, una aspiración con un hondo contenido ético, a la que no se debe renunciar. Esta visión debe estar acompañada de un trabajo bien hecho”.
El Sernageomin ha realizado una serie de medidas destinadas a identificar los peligros presentes en las faenas mineras del carbón (pequeñas y artesanales), entre las cuales se indica la actualización del catastro general de todas las faenas con sus instalaciones; la actualización de la Matriz de Criticidad, para focalizar las áreas con mayores riesgos de accidentes; y la ejecución y seguimiento del programa anual de inspecciones.
Al dar a conocer el balance general, el Sernageomin informó que en el año en curso se han efectuado inspecciones de seguridad y se ha comprometido una capacitación sobre manipulación de explosivos para los pequeños y medianos pirquineros de la zona, además de una reunión del Comité Regional de Seguridad Minera (Coresemin) a realizarse en agosto.
Por su parte, la directora regional de Instituto de Previsión Social (IPS), Patricia Sandías, dijo que “es positivo que una zona con minería artesanal y pequeña minería, tenga de momento indicadores tan positivos, sobre todo si se tiene presente que la gran minería es la que suele tener más recursos para invertir en seguridad. Lo importante es avanzar ahora hacia la consolidación de hábitos de trabajo que garanticen que los mineros vuelvan a sus casas en las mismas condiciones en que inician sus labores diarias”. Lo anterior, sobre la base de que el balance evidencia una importante presencia de pequeña minería en la región, la que se caracteriza por la presencia de faenas con producción inferior de 5 mil toneladas mensuales de mineral, y en general la presencia de menos de 12 trabajadores por empresa.
En la ocasión, las autoridades entregaron un reconocimiento a la empresa minera Benedicto Huenchuleo Chávez, por no registrar accidentes desde que recibió la concesión de explotación en julio de 2011. La firma posee una faena subterránea para la extracción de carbón en el sector Pilpilco, en la comuna de Los Álamos, donde trabajan 60 operarios.
Diagnóstico de la seguridad minera regional
Las autoridades relevaron la necesidad de que la minería regional avance en la regularización de faenas, a través de propiedad minera constituida, ya sea como propietario y/o arrendatario. Este es un aspecto crítico a mejorar, al igual que la obligación de disponer de un método de explotación aprobado antes de iniciar labores de extracción.
Sobre la base de la información recopilada en fiscalizaciones, se ha establecido como aspectos con potencial de mejoramiento la disposición de fortificación eficiente y oportuna en frentes de producción y galerías; la existencia de ventilación en frentes y labores de las faena para diluir en forma eficiente la presencia de gases nocivos; y las necesarias medidas de seguridad sobre circuitos eléctricos, cables sueltos, desordenados y sin aislaciones y protecciones adecuadas.
De acuerdo con el Plan de Fiscalizaciones 2015 del Sernageomin, en la región se fiscalizan 140 instalaciones mineras; 7 de las cuales se encuentran en la provincia de Concepción y 133 en la provincia de Arauco. La comuna de Curanilahue concentra al 59% de ellas. Las demás se distribuyen del siguiente modo: Los Álamos (21), Lebu (18), Arauco (11), Coronel (4), Lota (1), Penco (1) y Talcahuano (1). Del total de las instalaciones, 101 (equivalentes al 72%) están en carácter de irregular, lo que implica que no han presentado sus proyectos de explotación y/o tratamientos. Los minerales que se extraen en la región son: Carbón, areniscas y arenas Silíceas. Actualmente se explora la posibilidad de extracción de Tierras Raras en Tomé y Penco.
Accidentes fatales por región