A pesar de que hoy existe un boom de proyectos nuevos de generación eléctrica, los grandes generadores -principalmente Endesa y Colbún- están desarrollando proyectos que representan una fracción marginal del total en términos de potencia instalada.
En el caso de Colbún, la eléctrica está trabajando en la tramitación ambiental de su proyecto de optimización de la central hidroeléctrica San Pedro, que agregará 144 MW de capacidad al SIC. Para su gerente general, Thomas Keller, se trata de un proceso que ya está en marcha y en los próximos días comenzará la etapa de participación ciudadana. “Estamos muy ilusionados con ese proyecto y tenemos la experiencia de construcción de la central Angostura, que tuvo una muy buena recepción ciudadana”, comentó.
El ejecutivo participó ayer del seminario “Iluminando el Futuro Energético de Chile”, organizado por la Cámara Chilena de la Construcción y la Universidad de Los Andes, cita en la que también participaron otros expositores chilenos y extranjeros y el ministro de Energía, Máximo Pacheco.
Pero en la empresa están convencidos de que se puede crecer mucho más en proyectos hidroeléctricos, que a juicio de su máximo ejecutivo son los proyectos más costo eficientes, que mejoran los índices de estabilidad del sistema y que permiten generar vínculos de largo plazo con la comunidad. Por ello, piden generar condiciones para reflotar la inversión en esta tecnología, considerando que hoy el grueso de los nuevos proyectos corresponde a unidades eólicas y solares.
En ese contexto, Keller planteó que la compañía que lidera construyó el proyecto Central Angostura, en la zona de Santa Bárbara, región del Biobío, que hoy se ha constituido en un parque recreacional para las comunidades de la zona e incluso suma visitas desde Los Ángeles, Concepción y Temuco. Esto, como una muestra de que no puede darse como excusa para no construir centrales hidroeléctricas la conflictividad social, puesto que casos como este dan cuenta que si se llega de manera temprana a las comunidades y se genera un vínculo de largo plazo, se puede minimizar ese riesgo.
Entre las dificultades que identifica el gerente general de Colbún, explicó que “es importante contar con señales de mercado en términos de costo para desarrollar el parque energético en costa segura. Necesitamos tener algunos indicadores a la vista y señales de precio para tomar las decisiones de inversión”.
Además, se refirió a la reforma al Código de Aguas hoy en discusión, que genera ruido en la industria debido a que los tiempos considerados en el debate para la vigencia o caducidad de los derechos de agua no son consistentes con los tiempos que involucra el desarrollo de un proyecto hidroeléctrico.
En relación con la idea instalada de que este tipo de proyectos hoy estaría en retirada a nivel internacional, añadió con ejemplos de centrales de embalse de en torno a 1.000 MW que se están construyendo en Canadá y Portugal y que reflejan que para los inversionistas siguen siendo una oportunidad de invertir.
La postura de Colbún contrasta con la expresada públicamente por su competidor, Endesa. En una entrevista de mayo recién pasado, el gerente general de Enersis, matriz de Endesa, Luca D’Agnese, dijo que a futuro la empresa se enfocará en el desarrollo de centrales medianas, de entre 50 y 200MW, evitando los grandes proyectos.
Desde el punto de vista del Gobierno existe coincidencia en la relevancia de explotar el potencial hidroeléctrico que tiene el país, y que es cercano a los 16 mil MW -si se cuenta a la región de Aysén- según el último Estudio Nacional de Cuencas difundido en mayo pasado.
Según señaló a su turno el ministro de Energía, Máximo Pacheco, Chile debe desarrollar con mayor velocidad nuevas centrales mini-hidro, que aunque son más pequeñas que las de embalse son de tamaño más acorde con lo que hoy pide la ciudadanía.
A su juicio, Chile puede construir cien nuevas centrales de este tipo, sólo entre este año y 2018. El Ejecutivo, por esa razón, se embarcó en un plan nacional de centrales mini-hidro que tiene justamente ese objetivo: de las actuales 55 unidades de generación que están operativas en Chile, aumentarlas en cien adicionales.
“Chile tiene una historia de preponderancia de generación renovable. Esa trayectoria la perdimos. Y se desequilibró la matriz. Hoy queremos asegurar que se puede hacer una matriz energética equilibrada, diversificada y sustentable. Y para eso hemos dicho que queremos más agua en la matriz. Cuando asumió la presidenta Bachelet había 55 centrales mini-hidro y durante el gobierno de la Presidenta Bachelet vamos a levantar, en conjunto con los privados, 100 nuevas mini-hidro”, dijo Pacheco.