El secretario general del sindicato de Petróleo y Gas Privado, Guillermo Pereyra, sostuvo ayer que la situación en el sector petrolero es “muy crítica” y detalló que llegaron telegramas de despidos a otros 180 trabajadores del rubro, que se suman a los 236 pendientes de resolución.
Ante esta nueva situación, el Ministerio de Trabajo dictó una nueva conciliación para el sector, aunque adelantó que no harán un paro de actividades, ya que eso es lo que “esperan las empresas para despedir a los trabajadores”, dijo Pereyra en declaraciones a LU5. De seguir la crisis, el gremialista aseguró que unos 1500 empleados se quedarían sin trabajo y por ello buscan alternativas, como eliminar algunas horas extra, para no llegar a esa situación.
A su vez, contó que ayer tenían previsto continuar con las negociaciones con las empresas para encontrar una solución a los despidos en la actividad petrolera.
A fines de mayo, Trabajo había frenado un paro lanzado por el sindicato que representa a los trabajadores del sector, al dictar la primera conciliación obligatoria. De este modo, la medida por 24 horas para el viernes quedó en suspenso.
La noticia de nuevos despidos en el sector petrolero puso otra vez en alerta al gremio, que negocia en Buenos Aires y en Neuquén para evitar la pérdida de puestas de empleo.
Por un lado, la contratista argentina Estrella envió telegramas a 45 trabajadores alegando la parálisis de dos equipos en Vaca Muerta. Por el otro, el grupo de las cuatro principales empresas internacionales de servicios amenazó con despedir a 190 empleados más, que se sumarían así a los 250 ya cesanteados.
Por acción del Ministerio de Trabajo de Nación, tanto en su dependencia central en Buenos Aires como en su delegación local, los despidos de Schlumberger, Halliburton, Baker y Weatherford están en suspenso.
Al cierre de esta edición, desde Trabajo aseguraron que Estrella no había acatado la conciliación, por lo que las 45 cesantías seguían vigentes, aunque aún sin las liquidaciones.
El caso de la empresa argentina se conoció el viernes pasado. Alega que de los tres equipos que tenía en operación para YPF, sólo uno quedó en pie y por eso deben tomar la medida.
La firma Estrella se vio involucrada en una tragedia el año pasado cuando un soldador perdió trágicamente la vida mientras trabajaba en una pileta de lodos.
En medio de las negociaciones, el titular del sindicato petrolero, Guillermo Pereyra, se mostró "muy preocupado por la situación". "Se van terminando las épocas de oro", señaló en diálogo con LU5 y remarcó que no optarán por el paro porque esa podría ser la excusa para que se produzcan "1.500 despidos" más.
El tema estalló además en medio de una complicada paritaria, donde los trabajadores esperan una recomposición salarial.
Conflicto en puerta
Los despidos en el sector arrancaron de forma consecuente con la baja internacional del precio del barril de crudo. Sin embargo, la actividad a nivel provincial se mantiene e inclusive la producción de hidrocarburos sigue en aumento.
Fuentes empresariales creen que detrás del anuncio de despidos se esconden otro tipo de reclamos. Por un lado, bajo esta amenaza, las petroleras buscan achicar sus costos laborales recortando horas extra o las denominadas "taxi", que son aquellas que se pagan mientras el trabajador no está en el yacimiento.
Por otro lado, afirman que es una estrategia para presionar a las operadoras para que no bajen contratos. Es que en su búsqueda de bajar costos, las firmas promovieron, por ejemplo, recambios de equipos que dejaron a algunos actores fuera del juego.
Mientras en Argentina el sector parece blindado por los mejores precios del crudo, en el mundo los despidos se cuentan de a miles, de la mano de una fuerte caída en la actividad, sobre todo en el sector de perforación.