Vaca Muerta es un proyecto que tiene la posibilidad de generar beneficios para todos los argentinos, pero hay costos importantes a nivel territorial que están repartidos en formas desiguales”. Con esa frase, el subsecretario del Copade, Sebastián González, abrió su exposición en la Reunión Plenaria del Foro Permanente de Direcciones de Presupuesto y Finanzas de la República Argentina, que se realizó la semana pasada en el Espacio DUAM.
El funcionario puso de relieve el lado B del boom petrolero, que se presenta como una gran oportunidad, pero que también abre múltiples riesgos que pueden estallar en las manos si no se encauzan los impactos de una industria de una escala nunca vista en el país. Además, reclamó una mayor participación del sector privado.
Según las proyecciones del Copade, en un escenario moderado, a raíz el desarrollo de Vaca Muerta, en diez años la población de la provincia llegaría a 1.170.000 habitantes, casi el doble que en la actualidad, y se generarían unos 200 mil puestos de trabajo.
El estudio elaborado en 2014 indica que, en el mismo período, se necesitarán desembolsos por 96 mil millones de dólares, es decir, 6 veces la inversión que comprometieron YPF y Chevron en Loma Campana. Además, el presupuesto de la Provincia se multiplicará por 7 y en los próximos 5 años se crearán 24 mil empleos inducidos y 8000 nuevas empresas.
Todas esas cifras, a primera vista prometedoras, no serán la panacea si no se controlan los efectos negativos que ya se comienzan a sentir en la provincia.
González reconoció que se viven “veloces transformaciones” y que se deberán evitar los “bolsones de marginalidad que se generan alrededor de este tipo de economías de enclave”. Mencionó que hay un incremento de las adicciones, de accidentes viales y de los índices delictivos. Según el gremio, hoy 4 de cada 10 petroleros son adictos, el doble que hace tres años.
Impacto territorial
El desarrollo de Vaca Muerta impactará, en mayor o menor medida, en 15 ciudades. Añelo lo sabe mejor que ninguna: en apenas dos años pasó de unos 3000 habitantes permanentes a más de 7 mil, y se cree que llegará a los 20 mil en cinco años.
En 10 años, la provincia tendrá 550 mil habitantes más, que demandarán unas 150 mil viviendas. Además, se deberán construir 1600 kilómetros de red vial y 80 kilómetros de vías férreas.
Si bien González apuntó contra los consultores que vienen “a profetizar un escenario de caos”, señaló que hay preocupación ante el riesgo de los desequilibrios que se generarán en torno a Vaca Muerta.
Si bien indicó que hay un “Estado presente” que desde hace dos años trabaja en la planificación, las obras no corren a la misma velocidad que los dólares de la industria petrolera. Hoy Añelo sufre los dolores de un crecimiento acelerado. Desde hace años sus casas bajas, calles de tierra y servicios deficientes contrastan con la riqueza de sus entrañas. Es el portal de entrada a Loma La Lata, el yacimiento de gas más grande del país, y una de las localidades más humildes de la provincia.
Por tener el privilegio de ser “la capital del shale”, recibirá obras por 9 millones de dólares de los 45 millones del Fondo Loma Campana que se reparte en 35 localidades neuquinas, muy poco para las cifras astronómicas de la industria: sobre la árida meseta, YPF y Chevron invertirán 15 mil millones de dólares para extraer shale oil.
La campaña de perforación intensa en Loma Campana comenzó hace dos años. En paralelo, se elaboró el “Plan Añelo Sostenible”, con la participación de expertos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) junto con las autoridades del ministerio de Economía de la Nación, la Fundación YPF, la Provincia y el Municipio.
Hasta ahora, como parte de ese programa, se finalizaron obras por 11,5 millones de pesos, como la nueva planta de agua potable, la ampliación de la planta de tratamiento de efluentes cloacales, un canal de riego que permitirá poner en producción más de 300 hectáreas, la ampliación de la Escuela 350, un skate park con gimnasio y cancha de fútbol y dos viviendas para los médicos del hospital. Están en ejecución un centro de formación que demandará 14,7 millones de pesos, una pileta climatizada y polideportivo por 19,5 millones de pesos y la iluminación del casco central de Añelo ($1,6 millones). Además se construye un nuevo hospital de mediana complejidad.
Los 9 millones de dólares financiarán una ínfima parte de la infraestructura que demandará Añelo de cara a la próxima década.
Según los planes que hoy estudian los equipos técnicos del Ministerio de Energía, se necesitarán unos 1600 millones de pesos: 750 millones para la red vial, 300 millones para obras eléctricas y unos 560 millones para trabajos de saneamiento y agua potable.
La aprobación por parte de la Provincia del acuerdo YPF-Chevron traía como contrapartida el desembolso de Nación de 1000 millones de pesos para Neuquén, de los cuales 292,6 millones serían para Añelo. A dos años de iniciado el proyecto en Vaca Muerta, los fondos no sólo tienen grandes demoras sino que también son, a todas luces, insuficientes.
Otra de las cuestiones sin resolver en todo ese tiempo fue el conflicto territorial de la familia Campo Maripe, que reclama derechos sobre 12 mil hectáreas de la zona, que incluyen el yacimiento Loma Campana. La Provincia ya la reconoció como comunidad mapuche y ahora intenta establecer sobre qué tierras se asentaron sus antepasados y qué derechos tienen sobre ellas. “Ya llegamos a un borrador”, indicó una fuente cercana a las negociaciones aunque no quiso dar detalles.
“¿Qué pasará si el relevamiento dice que tienen derechos sobre tierras que son de privados como la familia Vela?”, preguntó este diario. “En ese caso, se definirá en la Justicia”, indicó la fuente.
Para mantener una buena relación con los Campo Maripe, YPF le llevó el riego a un lote de 62 hectáreas para sembrar alfalfa. Pero la relación está sostenida con alfileres hasta que salga el relevamiento.
Si bien hay una planificación en torno al desarrollo de Vaca Muerta, el impacto de la industria petrolera sube en ascensor, mientras que la ejecución de la infraestructura va por la escalera.
La Provincia considera que las petroleras (sobre todo YPF) -que serán las grandes beneficiarias si Vaca Muerta es un negocio exitoso-, deben aportar algo más que su buena voluntad para amortiguar los impactos que causarán en el territorio.